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Realizarán funeral en Chile de comunistas asesinados hace 36 años

Se trata de Lincoyán Berríos, Horacio Cepeda y Fernando Ortiz, quienes permanecían como detenidos desaparecidos desde que en 1976 fueron arrestados y conducidos al cuartel Simón Bolívar, centro de exterminio de la policía secreta de Augusto Pinochet

Autor:

Juventud Rebelde

SANTIAGO DE CHILE, julio 28.— A 36 años de haber sido torturados y asesinados tendrá lugar hoy aquí la ceremonia fúnebre de tres dirigentes comunistas, cuyos restos fueron identificados recientemente por el Servicio Médico Legal (SML), informó PL.

Se trata de Lincoyán Berríos, Horacio Cepeda y Fernando Ortiz, quienes permanecían como detenidos desaparecidos desde que en 1976 fueron arrestados y conducidos al cuartel Simón Bolívar, centro de exterminio de la policía secreta de Augusto Pinochet (1973-1990).

Los restos de los tres militantes comunistas fueron entregados el viernes a sus familiares por el SML, junto a los de un miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, identificado como Ángel Guerrero.

Concluye una larga espera que como familia hemos vivido desde diciembre de 1976, afirmó Bárbara Cepeda, hija de Horacio Cepeda.

Subrayó en la ocasión cómo ninguno de los detenidos que pasó por el referido cuartel salió con vida. Los métodos allí utilizados develan el horror con el que actuaron los agentes de la dictadura, remarcó.

La existencia de esa macabra instalación se conoció hace sólo cinco años, cuando fue revelada por Jorgelino Vergara, alias El Mocito, un exagente de la disuelta DINA (Dirección de Inteligencia Nacional).

En el libro de reciente publicación La danza de los cuervos, del periodista Javier Rebolledo, Vergara detalló los métodos de tortura utilizados en las instalaciones donde trabajó, señalando que el uso de electricidad, golpes, patadas y asfixia eran habituales.

Relató que se usaba gas sarín e inyecciones letales de cianuro para terminar con la vida de los agonizantes prisioneros.

Vergara describió el asesinato de Horacio Cepeda como consecuencia de un shock debido a las descargas eléctricas recibidas durante las sesiones de tortura y la forma en que astillaron los huesos de Fernando Ortiz.

Durante los 17 años de la dictadura de Pinochet en Chile fueron asesinadas más de cinco mil personas y otras 50 mil sufrieron cárcel, torturas y persecución.

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