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¿Quién contaminó primero, Holanda o la gallina?

En Europa, el escándalo por la contaminación de huevos con un insecticida tiene en vilo a exportadores, importadores y consumidores

Autor:

Juventud Rebelde

BRUSELAS, agosto 9.— Las autoridades belgas tuvieron que esperar un mes la información de sus equivalentes holandesas después de encontrar restos de insecticida en huevos de gallina, dijo este miércoles el Ministro belga de Agricultura, quien agregó que Holanda estaba al tanto de la contaminación desde noviembre.

La contaminación de huevos con el insecticida fipronil llevó a los establecimientos de varios países europeos a retirar millones de huevos de las estanterías de los supermercados a medida que cundía el pánico acerca de sus potenciales daños a humanos, reportó Reuters.

El regulador de seguridad alimentaria de Bélgica fue criticado dentro y fuera del país después de que dijese que ya a principios de junio había sido informado de un primer caso de contaminación por fipronil pero que solo lo notificó a la Comisión Europea a finales de julio.

Las autoridades holandesas y belgas han determinado que la fuente del insecticida es un proveedor de productos de limpieza en Holanda, pero el ministro de Agricultura belga, Denis Ducarme, culpa a Holanda de no acelerar la pesquisa.

Holanda solo proporcionó a Bruselas información sobre su investigación en julio, un mes después de que Bélgica la solicitase, dijo.

«¡Un mes! Un mes sin recibir información de la agencia holandesa», exclamó en una sesión parlamentaria Ducarme. «Si un país como Holanda, uno de los mayores exportadores de huevos del mundo, no intercambia información, ese es el verdadero problema», añadió. En la audiencia también participó la ministra belga de Salud, Maggy De Block.

Ducarme afirmó que un documento interno del regulador holandés demostraba que ese país tenía conocimiento de huevos infectados con fipronil desde noviembre de 2016.

El Ministerio de Asuntos Económicos de Holanda remitió las preguntas a la autoridad alimentaria del país, pero esta no respondió a las llamadas ni a los correos electrónicos.

Fipronil es un insecticida popularmente utilizado para tratar a las mascotas con pulgas y garrapatas, pero su uso está prohibido en la cadena alimentaria porque puede causar daños a los humanos si es ingerido en grandes cantidades.

Por su parte, Christian Schmidt, ministro de Agricultura alemán, ha dicho que la contaminación de millones de huevos por un insecticida potencialmente dañino fue causado por una actividad criminal. «Es delincuencia, eso está muy claro», comentó al canal televisivo alemán ARD.

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