La hermosa réplica de Martí enfrentado a la muerte, un símbolo de su entrada a la vida eterna, quedó instalada en el parque 13 de Marzo. Autor: José M. Correa Publicado: 02/02/2018 | 10:57 pm
La icónica estatua del Apóstol José Martí, réplica de la escultura ecuestre que hiciera la neoyorquina Anna Hyatt Huntington, provocó inmensa emoción entre los cubanos de aquí, los residentes en Estados Unidos que asistieron a la develación del monumento, y entre los estadounidenses que llegaron a La Habana para una ceremonia que honra y promueve los lazos posibles. Este es el mensaje sentido expresado por una hija de Manhattan:
«Mi nombre es Gale Brewer y soy la presidenta del Distrito Municipal de Manhattan donde se encuentra el original de esta impresionante estatua de José Martí que ha inspirado a los neoyorquinos durante casi un siglo. Yo veo esa estatua al menos una vez todos los días.
Y el edificio donde estuvo trabajando José Martí durante 15 años está tan solo a un par de cuadras de mi oficina. Puedo verlo desde mi ventana.
La inscripción que aparece en la estatua de Manhattan en Nueva York reconoce a José Martí como «Apóstol de la independencia de Cuba…guía de los pueblos americanos…y paladín de la dignidad humana»; estos son valores que hablan de su heroísmo y que se relacionan también con el restablecimiento de los lazos entre nuestras naciones.
Los 1,6 millones de residentes de Manhattan y los 2,1 millones de habitantes de La Habana cuentan ahora con la presencia de José Martí. Y estamos compartiendo esta magnífica obra de arte llena de simbolismo que creara otra residente de Manhattan, Anna Hyatt Huntington, una de las artistas femeninas estadounidenses de vanguardia.
Convirtamos este momento en el comienzo de una amistad renovada y fortalecida entre nuestras dos grandes ciudades y sus habitantes.
En Estados Unidos nosotros decimos: We shall overcome. Ustedes aquí dicen: Venceremos.
Yo digo: Bienvenido a casa, José Martí».