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«¿Cuando ya no existamos?»

Tal como presumía ayer aquí Alberto Calzadilla Anido desde Gibara, que no era el único en esperar tanto tiempo por la aprobación del recálculo de su pensión, luego de años laborados tras su jubilación, hoy lo secunda Marisol Turró González, desde Calle 3ra., edificio 27, apto. 21, entre G e I, reparto Santa Catalina de la ciudad de Santa Clara.

Cuenta Marisol que se había jubilado con 62 años en 2013, y ese mismo año se contrató en su centro de trabajo, el Comité Provincial del Partido en Villa Clara. Y el 24 de enero de 2022 presentó en el Inass de Santa Clara la documentación para el recálculo de la jubilación. Y hasta ahora no ha recibido respuesta.

«He llamado y he ido en varias ocasiones a interesarme por mi situación, afirma, y en el Inass me dicen que La Habana tiene mucho atraso y todavía no hay respuesta. Y pregunto: si ese es un derecho que tenemos, ¿por qué no se cumple? Mucho más si tenemos en cuenta que somos personas con 70 años o más. ¿Cuándo lo van a aprobar, cuando ya no existamos?».

Tanto tiempo para un certificado…

Mabel Rodríguez Díaz (calle 28 no. 1310, entre 13 y 15, Jaruco, provincia de Mayabeque) relata que ya lleva ¡nueve meses! esperando por una certificación de nacimiento que solicitó en enero del presente año en el Registro Civil de ese municipio.

Entonces le habían indicado que volviera en un plazo de 15 días, porque tenían que llamar al Registro Unificado de La Habana. Y cuando volvió a presentarse, en el tiempo previsto, le informaron que el Unificado de La Habana no responde, por lo que debía volver dentro de otros 15 días.

Aguardó pacientemente, y al transcurrir 15 días más, volvieron a decirle lo mismo. Así, ha ido mes tras mes, y le responden lo mismo.

«Como pueden constatar, manifiesta, ya llevo nueve meses solicitando la inscripción de nacimiento, y al parecer no voy a obtener otra respuesta. ¿Qué debo hacer? ¿Ir yo misma a La Habana a buscar mi inscripción de nacimiento?. Quizá eso sea lo más lógico, pero soy una persona con determinada discapacidad y además la situación del transporte no es favorable», concluye.

Otro caso igualmente de lentitud, como si las personas tuvieran todo el tiempo de la vida, para seguir escuchando excusas y justificaciones una y otra vez. ¿Por qué en el Registro Unificado no responden telefónicamente durante tanto tiempo y nada sucede?  Además, ¿no está digitalizado el sistema de Registros del Estado Civil, como se informó tiempo atrás?

¿Tan difícil ponerse de acuerdo?

Pedro Martínez Arcos (Cádiz 233, apto. 6, entre Cruz del Padre y Consejero Arango, Cerro, La Habana), relata que hace menos de dos años fue reparada y asfaltada con esmero y calidad esa calle, que era intransitable por su mal estado, como tantas en la capital que piden con urgencia una reparación, cuando menos recursos hay.

Y hace poco más de un mes, señala, Aguas de La Habana realizó arreglos allí en sus redes, pero la dejaron intransitable de nuevo: huecos profundos y ya con agua, y lomas de escombros, intactos allí. Y al parecer dispuestos a permanecer…

Ni Pedro, ni cualquier persona con un razonamiento lógico, pueden entender que, en medio de extremas carencias de recursos que sufrimos, las entidades que prestan servicios de infraestructura no se pongan de acuerdo para hacer sus trabajos integradamente, y evitar así el «arregla y rompe».

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