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Cuba recicla más del 80 por ciento de las latas de aluminio

Es la octava tasa más alta del mundo. Ello tiene un positivo impacto económico y es un aporte al ahorro de energía y la protección del medio ambiente Conexión mundial

Autor:

Juventud Rebelde

Hace poco más de una década, la lata de aluminio entró masivamente en el mercado cubano de envases de bebidas refrescantes, desplazando a gran parte de las botellas de vidrio que tradicionalmente se emplearon en el país. Según datos de la Dirección de Metales No Ferrosos de la Unión de Empresas de Recuperación de Materias Primas (UERMP), en el 2008 circularon en Cuba unos trecientos sesenta millones de latas de aluminio.

Obtener aluminio es una actividad energéticamente intensiva y muy contaminante. En eso radica su lado negativo aunque el aluminio tiene también varias ventajas. La contaminación ambiental provocada por la producción de aluminio, comienza desde la minería de la bauxita, sustancia de la cual se obtiene dicho metal. La producción de aluminio provoca la emisión de grandes cantidades de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

El aluminio y la lata

El físico holandés H. C. Oersted fue el primero en aislar el aluminio metálico en 1825. Producir aluminio era tan caro que se le consideraba un metal precioso. Napoleón tenía un juego de cubiertos para ceremonias especiales hecho de aluminio.

El aluminio es un metal no ferroso, el segundo más usado hoy día y el tercer elemento más común en la corteza terrestre. Se utiliza en el sector aeroespacial, en la construcción y en los automóviles, así como en la medicina y los envases de bebidas entre otros. Se estima que hay alrededor de ocho por ciento de aluminio en la corteza terrestre, aunque este no aparece puro en la naturaleza. Entre las ventajas del aluminio se encuentran su baja densidad y su alta resistencia a la corrosión, así como su alta conductividad eléctrica y térmica.

Para fabricar una sola lata de aluminio a partir de material virgen, se necesitan unos 850 W/h (watt-hora) de energía. Para obtener diez kilogramos de latas de aluminio se necesitan unos 560 kW/h. En términos de electricidad, esta cantidad de energía alcanzaría para satisfacer las necesidades de una vivienda cuyo consumo promedio mensual sea 150 kW/h durante casi cuatro meses. Con diez kilogramos de aluminio se pueden hacer poco más de 600 latas, suficientes para 25 cajas de bebidas refrescantes. Por eso en lenguaje figurado decimos que el aluminio es «energía enlatada».

Según las estadísticas del Instituto Internacional del Aluminio, la producción global de aluminio primario en el año 2008 superó los 25 millones de toneladas. Ello requirió del tres por ciento de electricidad generada en el mundo. Más de la mitad de esa energía eléctrica se generó en grandes hidroeléctricas, las cuales causan un fuerte impacto ambiental durante su construcción y vida útil. La elaboración de aluminio a partir de materia prima virgen es responsable del uno por ciento de las emisiones de GEI provocadas por los seres humanos.

La primera lata para envasar cerveza apareció en 1935 aunque, tal y como la conocemos hoy, fue Adolph Coors, un empresario ultraconservador estadounidense que apoyó causas racistas, quien la introdujo en 1959. En 1965, con la introducción de la tapa de apertura fácil, la lata inicia su despegue comercial. A finales de los años 80, se presenta la anilla no removible que es la más utilizada hoy en día. Una lata de aluminio vacía tiene una masa de unos 15 gramos. El auge de la lata como envase de bebidas se debe a sus ventajas para la distribución y el consumo: ligereza, protección del contenido, resistencia a la rotura, inviolabilidad, pequeño volumen, y reciclabilidad.

El reciclaje

Todo producto tiene un ciclo de vida que comienza cuando la materia prima es tomada de la naturaleza y entra en la cadena productiva, y termina cuando el mismo es utilizado por el consumidor y dispuesto para su manejo como desecho, dándose por concluida su vida útil. Esto es válido tanto para una lata de aluminio o una botella plástica, como para un periódico o un envase de cartón. Muchos de estos productos, que inicialmente fueron materias primas, como la bauxita en el caso de la lata de aluminio, el petróleo en el caso del plástico o la madera en el caso del papel y el cartón, van a parar en ocasiones a los vertederos. Sin embargo, cuando se les recicla, estos materiales son incorporados nuevamente a la cadena productiva. Con esto se hace un mejor uso de los recursos naturales, se obtienen beneficios económicos, disminuye la contaminación ambiental y se evita emitir gases que provocan el sobrecalentamiento global, el «smog» y las lluvias ácidas.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos estima que al reciclar una tonelada de latas de aluminio se evita emitir unas cuatro toneladas de CO2 equivalente, sin tener en cuenta las emisiones de metano producidas en los reservorios de las centrales hidroeléctricas. El proceso de fabricar nuevas latas de aluminio a partir de latas recicladas, requiere un 95 por ciento menos de energía que si se usa aluminio primario. Reciclar una lata de aluminio permite ahorrar una cantidad de electricidad semejante a la utilizada por un televisor ATEC-PANDA en diez horas.

Situación mundial

Brasil recicló más del 96 por ciento de las latas de aluminio que utilizó en el año 2008. De acuerdo con la Asociación Brasileña de Aluminio y la Asociación Brasileña de Fabricantes de Latas de Alta Reciclabilidad, esa nación recicló casi doce mil millones de latas, unas 160 000 toneladas de chatarra de aluminio. Estas organizaciones aseguran que el reciclaje de las latas de aluminio generó ingresos por más de mil cien millones de dólares. Por séptimo año consecutivo, Brasil es el país que más latas de aluminio recicla en el mundo. El reciclaje logrado en 2008 por ese país proporcionó un ahorro de electricidad de más de 2 300 gigaWatt/hora, una cantidad de energía suficiente para abastecer durante unos seis meses a Ciudad de La Habana.

En Estados Unidos, el primer consumidor mundial con 334 latas por persona al año, las cosas son distintas. Según cifras del Instituto de Reciclaje de Envases, entre 1990 y el año 2000, los ciudadanos de ese país echaron a la basura más de siete millones de toneladas de latas de aluminio, suficientes como para fabricar 316 000 aviones Boeing 737, o para reproducir 25 veces la flota aérea comercial mundial. Reemplazar las latas de aluminio desperdiciadas en tres décadas en Estados Unidos, requeriría unos 342 millones de barriles de petróleo crudo. En el año 2007 la tasa de reciclaje de aluminio en Estados Unidos fue de 53,7 por ciento.

Los australianos aventajan a los estadounidenses en el reciclaje de latas de aluminio. Sin embargo, todavía echan a la basura cada año la astronómica cifra de mil millones de latas, suficientes para construir 200 aviones Jumbo 747.

Aluminio reciclado en Cuba

Durante mucho tiempo, en Cuba se usó el vidrio, que puede ser reutilizado, para envasar bebidas refrescantes. Sin embargo, esa práctica ha cambiado. Hoy gran parte de estas bebidas se envasan en latas, por lo que hay que importar aluminio ya que el país no lo produce. La recogida de latas de aluminio representa un ahorro económico, pues la chatarra de este material es cotizada en el mercado internacional a 350 dólares la tonelada, sin embargo, su adquisición significa una permanente erogación de divisas al país. Cuba recicló en el año 2008 unos 296 millones de latas de aluminio, ocupando la octava posición a nivel mundial por delante de Alemania, Estados Unidos y la Unión Europea. Con la Revolución Energética se reciclaron más de 3 000 toneladas de aluminio de los equipos eléctricos sustituidos.

Las latas de aluminio son un envase versátil. Sin embargo, su empleo masivo es la causa de un negativo impacto ambiental a escala global. Al reciclar latas de aluminio, se hace un uso más racional de recursos naturales no renovables y evitamos la emisión de sustancias contaminantes y GEI. Una actividad de reciclaje eficiente requiere de la recogida selectiva de los residuos sólidos y de la educación de los ciudadanos acerca de sus ventajas ambientales, económicas y energéticas. Reciclar, a fin de cuentas, es también una muestra de conciencia energética y respeto ambiental.

 Latas de aluminio recicladas al año1   Países   Por ciento   Brasil   96   Japón   94   Noruega   93   Suiza   88   Finlandia   88   Suecia   86   Dinamarca   84    CUBA2   82   Argentina   78    Alemania   73    1 Datos del reporte Global Aluminium Recycling  2 Datos de la UERMP 2008

Conexión mundial

GENERAN EN BUENOS AIRES ENERGÍA CON RESIDUOS URBANOS. La basura de los sanitarios servirá ahora para generar energía. Especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) buscan generar electricidad con el biogás que produce la descomposición de la basura orgánica proveniente de los rellenos sanitarios en algunos estados de Buenos Aires, lo que permitiría abastecer de energía a las poblaciones vecinas. Según el portal de Internet de noticias ambientales, en Buenos Aires el proyecto se desarrollará a partir de un convenio entre el Ceamse (Coordinación Ecológica Area Metropolitana del Estado) y el Conicet, que puso a disposición un grupo de expertos del Centro de Investigaciones en Sólidos, del Conicet-Citefa (Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas de las Fuerzas Armadas) (CINSO). La energía llegará a los domicilios en «celdas de combustible», que son dispositivos similares a las pilas, pero que operarán con gas. En los rellenos sanitarios el biogás es quemado. «Pero ahora se está buscando aprovecharlo», señaló el físico Diego Lamas, que dirige el grupo de expertos dedicado a estos trabajos. AUTORIDADES DEL GOBIERNO DE CHILE APOYAN INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO DE BIOCOMBUSTIBLES A PARTIR DE MICRO Y MACRO ALGAS en una visita realizada a los laboratorios de cultivos de microalgas de la Universidad de Antofagasta, en Chile, del ministro de Energía, Marcelo Tokman, motivó la noticia de que el Gobierno establecerá un concurso para el desarrollo de biodiesel a partir de algas. «Queremos darle un impulso al desarrollo de los biocombustibles y estamos seguros de que la creación de estos consorcios, que unirán a investigadores y empresas, nos permitirá en algunos años contar con un combustible propio y renovable en el país», afirmó el funcionario. Según el sitio de Internet noticias RURAL Y MEDIO, durante este año el gobierno realizará un llamado a la creación de consorcios de investigación en materia de producción de biocombustibles a partir de algas. La energía llegará a los domicilios en «celdas de combustible».

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