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La Cepal ha sido un paradigma progresista y voz autorizada de la justicia social en la economía mundial

Discurso pronunciado por António Guterres, Secretario General de la Organización de Naciones Unidas, en la inauguración del Trigésimo Séptimo Período de Sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en el Palacio de Convenciones, el 8 de mayo de 2018, “Año 60 de la Revolución”

Autor:

Juventud Rebelde

(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)

Excelentísimo Señor Miguel Díaz-Canel, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, a quien quiero felicitar por su reciente nombramiento y agradecer, así como al gobierno y al pueblo de Cuba, su cálida bienvenida y hospitalidad, muchas gracias;

Excelentísimo Señor Francisco Guzmán Ortiz, jefe de la Oficina de la Presidencia de los Estados Unidos Mexicanos; quiero dar las gracias a México por sus dos años de liderazgo en la presidencia de la Cepal;

Querida colega Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe;  quiero agradecerle muchísimo su energía, su dedicación y su liderazgo, que se ha demostrado de una forma tan clara en su intervención de hace algunos minutos;

Señoras y señores miembros del Consejo de Ministros de Cuba;

Representantes de los Estados miembros de la Cepal;

Distinguidos invitados;

Estimados colegas y amigos:

Si me permiten voy a hablar en “portuñol”; el “portuñol” no es una lengua, no tiene ni población ni territorio, pero sobre todo no tiene gramática, y entonces espero que me comprendan y me disculpen.

Es un honor para mí participar con ustedes en este Trigésimo Séptimo Período de Sesiones de la Cepal, ocasión en que también se celebra el Septuagésimo Aniversario de la Comisión. 

Decenio tras decenio, la Cepal ha sido un paradigma progresista y voz autorizada de la justicia social en la economía mundial.  La Comisión ha desempeñado un papel precursor en la integración de las dimensiones económicas, sociales y ambientales del desarrollo.  La Cepal ha promovido, con constancia y valentía, una visión del desarrollo que considera la igualdad como motor impulsor del crecimiento.  Ustedes en la Cepal se han centrado en un significado más profundo de la igualdad, han puesto la mirada más allá de los ingresos, como medida del bienestar y como prueba decisiva de la cooperación para el desarrollo, y han mantenido siempre la atención en la igualdad de derechos en su sentido más amplio, la igualdad económica, social y política.

La Cepal ha hecho todo sobre la base de investigaciones sólidas, rigurosas y la entrega para compartir experiencias que vinculan las prioridades nacionales con las deliberaciones mundiales.

Setenta años después de su fundación, la Cepal sigue presente donde siempre lo ha estado, en la primera línea de los esfuerzos para impulsar una globalización equitativa, presentando políticas de base empírica, análisis técnicos y conocimientos dirigidos a forjar una transformación económica, estructural, progresista.

Estimados amigos:

Esta decisión y este enfoque son hoy más necesarios que nunca antes.  Conocemos los desafíos que encara nuestro mundo.  Es verdad que la globalización ha reportado numerosos beneficios:  más personas han salido de la pobreza extrema que nunca antes, la clase media mundial es mayor que nunca, más personas tienen una vida más larga y más saludable, pero hay demasiadas personas que han quedado atrás.  Las mujeres siguen teniendo menos posibilidades de participar en el mercado laboral y la desigualdad salarial por razones de género sigue siendo una preocupación mundial.

El desempleo entre los jóvenes alcanza niveles alarmantes, con trágica repercusión en el bienestar de los jóvenes, en las posibilidades de desarrollo de los países e incluso en algunas partes del mundo con un impacto negativo en materia de seguridad.

Las desigualdades fundamentales hacen más difícil que las personas gocen de mejor salud, educación y acceso a la justicia.  Estas desigualdades hacen más difícil para las personas ganar un salario decente y vivir con dignidad.  Por más de una generación los ingresos del 1% más rico del mundo han crecido a un ritmo dos veces mayor que los del 50% más pobre. 

Nos guste o no, el aumento de la desigualdad se ha convertido en el rostro de la globalización y ha generado descontento, intolerancia e inestabilidad social, sobre todo entre nuestros jóvenes.

Las personas se preguntan, con razón:  ¿Qué mundo es este en el que un puñado de hombres —porque los más ricos del mundo son hombres, en la extrema riqueza la desigualdad de género también existe— acumula la misma cantidad de riqueza que la mitad más pobre de la humanidad? 

Al mismo tiempo la forma en que vivimos y trabajamos se están transformando por el efecto de las tecnologías, desde la bioingeniería a la inteligencia artificial y mucho más.  Pero debemos aprovechar el potencial de la cuarta revolución industrial y protegernos al mismo tiempo de los riesgos que plantea.  Este es probablemente el reto más difícil que vamos a tener en las dos próximas décadas, hacer de la cuarta revolución industrial un origen de bienestar y de progreso y no en un riesgo que puede tener consecuencias muy negativas para la vida de nuestras sociedades y en nuestras economías.

En un mundo cada vez más complejo y multipolar debemos redefinir el concepto de desarrollo, sobre todo en las regiones de transición y los países de ingresos medianos, como los de América Latina y el Caribe.

Felicito a la Cepal por asociarse con la Comisión Europea y el Centro de Desarrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico para destinar un fondo de 10 millones de euros a los países en transición.  Necesitamos una economía mundial que beneficie a todos y cree oportunidades para todos.  Necesitamos una globalización equitativa.

Para esto, estimados amigos, la Agenda 2030 es nuestra contribución fundamental.  La erradicación de la pobreza es y sigue siendo nuestra máxima prioridad.  La Agenda 2030 es nuestra hoja de ruta, y sus objetivos y metas son los instrumentos para alcanzar ese fin de erradicar la pobreza extrema.

Los objetivos del Desarrollo Sostenible dejan en claro nuestra ambición y nuestro compromiso: empoderar a las mujeres, lograr la inclusión productiva de los jóvenes, reducir el riesgo climático, crear puestos de trabajo decentes, desmovilizar inversiones no contaminantes en favor del crecimiento inclusivo y ofrecer dignidad y más oportunidades a todos en un planeta sano.

Y aquí la financiación es fundamental.  En la Agenda de Acción de Addis Abeba se destaca la importancia de cumplir los compromisos relativos a la asistencia oficial para el desarrollo; pero necesitaremos esa asistencia y mucho más.  Por tal razón, la Agenda de Addis Abeba también exige que se intensifiquen las iniciativas y la innovación para movilizar recursos y financiación adicionales para el desarrollo.

Así mismo, debemos apoyar los esfuerzos que realizan los países para movilizar sus recursos internos; pero esos esfuerzos deben ir acompañados de un compromiso más firme por parte de la comunidad internacional de combatir la evasión de impuestos, el blanqueo de dinero y las corrientes financieras ilícitas.

Estimados amigos:

La audacia de la Agenda 2020-2030 exige cambios igualmente audaces en la labor y las actividades de las Naciones Unidas.  Nuestros esfuerzos para reposicionar el Sistema de las Naciones Unidas para el Desarrollo se basan en crear una nueva generación de equipos de los países que apoyen a los países, que refuercen el liderazgo nacional y promuevan la titularidad nacional en favor del desarrollo sostenible.

Estamos empeñados en crear un sistema que responda a la demanda, orientado a lograr resultados a escala y a rendir cuentas por la prestación de apoyo para hacer realidad la Agenda 2020-2030.  El apoyo de la Cepal es fundamental para ayudar a los países de la región a implementar la Agenda y el desarrollo sostenible.

Y quiero felicitar a la región por la presentación de 19 informes nacionales voluntarios que fueron compartidos en los dos foros regionales sobre el desarrollo sostenible.

Dado que la medida por excelencia de nuestro éxito son los resultados que alcanzamos para las personas a las que servimos, estamos trabajando para que nuestro apoyo a la integración regional y a los esfuerzos para aprovechar las oportunidades y enfrentar los desafíos transnacionales se ajuste más a la realidad actual y a las necesidades de los países.

Estamos trabajando también con los dirigentes de las comisiones económicas regionales para mejorar sus capacidades y mecanismos de cooperación, y en este ámbito, como en tantos otros, la Cepal vuelve a allanar el camino. 

En la reforma que estamos promoviendo de las comisiones regionales, la Cepal es el modelo que queremos ver replicado en todas las otras comisiones a escala mundial.

Estimados amigos:

Al ver estos retos quisiera hablar de la amenaza sistemática a la humanidad, el cambio climático.  Desafortunadamente, no hace falta que en esta región se hable de las realidades del cambio climático.  El año pasado los huracanes fueron los peores y destruyeron décadas de desarrollo en un momento.  Visité Dominica y Antigua y Barbuda, vi el nivel de devastación que nunca había visto en mi vida.

Creo que en la parte norte de Cuba también hubo una devastación trágica que no vi, pero la conocí automáticamente, y que afectó a Cuba también.  Quedé impresionado por las ideas de la Celac para transformar los pagos en inversiones en residencias, particularmente para los pequeños estados insulares del Caribe.

Estimados amigos:

Los efectos del cambio climático siguen extendiéndose por todo el mundo.  En 2017 el costo económico total de los desastres relacionados con el clima alcanzó la cifra récord de 320 000 millones de dólares. 

La temperatura y el nivel de acidez de los océanos son mayores que en cualquier otro momento de la historia escrita, y el vínculo entre el cambio climático y la devastación causada por el clima es evidente.  Necesitamos adoptar medidas colectivas para apartarnos de ese camino que nos lleva al suicidio.

En septiembre de 2019 convocaré en Nueva York una Cumbre sobre el clima, en la que se reunirán dirigentes de todos los ámbitos, para cumplir los Compromisos de París, pero también para elaborar planes para el desarrollo sostenible más ambiciosos, porque los Compromisos de París no son suficientes; planes que se basan en la inversión en un desarrollo resiliente y bajo en carbono.

Estimados amigos: 

Nos enfrentamos a numerosos desafíos.  No obstante, un aniversario constituye una oportunidad para hacer un balance de esos desafíos y para celebrar los logros, de manera que nos sirvan de inspiración en el camino hacia adelante.

La historia de la Cepal es la historia de la lucha por la justicia económica y social dentro y fuera de la región, es una historia que nos recuerda que no debemos rendirnos jamás.

Comprometámonos a seguir creando, a seguir trabajando y a seguir luchando por una globalización equitativa que no deje a nadie atrás.

Muchas gracias (Aplausos).

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