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Además de las sales de rehidratación oral, el Laboratorio Farmacéutico Oriente asume en estos momentos la producción nacional de los sueros de cloruro de sodio y dextrosa Autor: Odalis Riquenes Cutiño Publicado: 19/12/2020 | 12:24 pm
Santiago de Cuba.— Cuba podría cubrir la demanda de las sales de rehidratación oral que precisa el país y sumar un nuevo renglón exportable, cuando a principios del próximo año entre en funcionamiento una nueva planta de producción del vital compuesto en esta oriental provincia.
La moderna instalación recibe los toques finales en áreas del Laboratorio Farmacéutico Oriente (LBF), entidad perteneciente al grupo BioCubaFarma, que a pesar del empeño y creatividad con que asume su encargo en esta dirección, solo consigue garantizar hoy entre un 30 y un 35 por ciento de las sales que se usan nacionalmente; por lo que el país debe importar las restantes.
El ingeniero Jorge Orestes Fernández Batista, director general del LBF, explicó que la puesta en marcha de la planta, dotada con tecnología de punta, incrementará la capacidad de entrega de ese producto con una calidad superior a la actual, lo que permitirá dar respuesta a la demanda nacional y disponer de volúmenes que podrían llevarles a incluir dicho reglón en la lista de fondos exportables.
Paralelamente a la construcción de la nueva planta, y empeñados en la búsqueda de soberanía para sus producciones, los especialistas del LBF, liderados por su grupo de Investigación y Desarrollo, trabajan con buenos resultados en un proyecto conjunto con la Empresa Geominera Oriente y la Industria Salinera de Caimanera, para el aprovechamiento con fines farmacéuticos de la sal común refinada en esa salina.
El propósito, refirió Fernández Batista, es la sustitución de importaciones del cloruro de sodio, materia prima imprescindible para la obtención no solo de las sales (compuesto del que hoy se importa la totalidad de sus componentes) sino también de las soluciones de cloruro de sodio y de los concentrados para hemodiálisis, que también se producen en el LBF.
Los análisis realizados hasta ahora con la sal, detalló el especialista, han demostrado un alto por ciento de cumplimiento con los índices exigidos por la farmacopea, hecho que los pone en el camino de la obtención del cloruro de sodio cubano, con el consiguiente ahorro de las divisas que se disponen para la compra de las más de mil toneladas de esa materia prima que hoy se importan.
La inversión en la planta de polvos y sales de rehidratación oral, medicamento imprescindible en el tratamiento de los episodios de deshidratación leve o moderada, es parte de una estrategia de desarrollo que incluye la mejora paulatina de las cinco líneas de producción de la importante industria oriental, cuyo desempeño se ha visto afectado por la obsolescencia tecnológica, la reiterada falta de materias primas y los efectos del bloqueo económico comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba, particularmente notables en el sector farmacéutico.
Además de las sales de rehidratación oral, el Laboratorio Farmacéutico Oriente asume en estos momentos la producción nacional de los sueros de cloruro de sodio y dextrosa, los concentrados para hemodiálisis y las vendas enyesadas, y garantiza unos 17 surtidos de tabletas, entre ellas medicamentos genéricos de gran demanda como la dipirona y el alprazolan, además de una docena de comprimidos de origen natural.
