Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Defendamos en Cuba, y con Cuba, el derecho de los pueblos a la libre determinación

Actuemos a favor de un mundo mejor, exhortó el canciller, Bruno Rodríguez Parrilla, durante un encuentro con los miembros del cuerpo diplomático acreditado en La Habana. Al desnudo, la mano de EE. UU. en la más reciente operación desestabilizadora contra nuestro país

Autor:

Marina Menéndez Quintero

El canciller, Bruno Rodríguez Parrilla, detalló al cuerpo diplomático acreditado en Cuba las intríngulis de la acometida estadounidense en marcha contra la Isla, y solicitó la solidaridad de la comunidad internacional y de la Asamblea General de la ONU, al tiempo que agradeció la que han brindado amigos en todas partes del mundo, grupos de solidaridad, fuerzas políticas, organizaciones de la sociedad civil y cubanos que residen en distinto confines, en particular, en territorio de Estados Unidos.

Durante su encuentro con los representantes diplomáticos en La Habana, el Ministro de Exteriores ratificó que el Gobierno y el pueblo cubanos, unidos, no permitirán que se invoque la Constitución para violarla o destruirla, y aseguró que la política de Estados Unidos contra nuestro país está condenada al fracaso es inviable y obsoleta, no ha funcionado en 60 años y no va a funcionar en lo adelante.

El propósito, explicó, es fomentar una inestabilidad social interna que justifique acciones de mayor calado contra la soberanía nacional.

Frente a esos nuevos intentos financiados y fomentados desde Estados Unidos, con participación de personeros de su administración para aparentar un clima de inestabilidad que es parte de su estrategia agresiva, Rodríguez Parrilla apeló a los propios embajadores al invitarlos a recorrer el país, y compartir la alegría y el festejo que priman en el pueblo en medio de medidas que nos adentran en lo que ha dado en llamarse nueva normalidad, luego del control de la Covid-19, gracias a las vacunas cubanas y a la estrategia aplicada en torno a la pandemia.

El Canciller apuntó conocer que algunos diplomáticos de otros países acreditados aquí enfrentan presiones como resultado de esa enorme campaña urdida contra Cuba; a veces de manera pública y otras, personal, para que se sumen a esos actos.

Pero manifestó la certeza de que no lo harán porque respetan la Convención de Viena y el Derecho Internacional.

«Sé que la diplomacia supone
discreción, pero (ustedes) saben lo que está pasando y lo que no está pasando en Cuba», dijo Rodríguez Parrilla.

Además, el Canciller denunció las amenazas que han llegado a verterse sobre los corresponsales de prensa extranjeros y contra sus familias con los mismos objetivos, por lo cual reclamó al Gobierno de EE. UU. que cesen las agresiones y ese acoso contra esos periodistas, acoso que se produce desde dominios y cuentas establecidas en territorio de la Florida, reveló.

También reclamó a Washington que impida la amenaza y el hostigamiento contra cubanos y amigos de nuestro país en territorio estadounidense que se pronuncian a favor de la independencia y la soberanía frente a los actos de guerra no convencional de que Cuba es víctima y las amenazas de desestabilización.

Rodríguez Parrilla reclamó igualmente que no haya impunidad para los grupos terroristas que actúan contra la Isla ni para quienes los alientan, y que se apliquen las leyes establecidas contra los que instigan a actos terroristas y contra nuestras sedes diplomáticas.

Defendamos el Derecho Internacional que ampara a todos nuestros Estados, defendamos el derecho de los Estados a la independencia y la soberanía; defendamos en Cuba, y con Cuba, el derecho de los pueblos a la libre determinación, y estaremos actuando a favor de un mundo mejor, y en prevención de que estas políticas se continúen aplicando contra cualquiera de nuestras naciones, exhortó.

Nuestro pueblo va a ejercer con toda la alegría y celebración su derecho a la paz, tras haber vencido una pandemia y haber derrotado las medidas del Gobierno de Estados Unidos
exacerbando bloqueo, particularmente en momentos de crisis humanitaria internacional y de pandemia en Cuba, enfatizó el Ministro, quien invitó a los embajadores a sumarse al júbilo del pueblo y asistir a los eventos festivos que se producirán en este cierre de 2021.

Les deseo felices navidades y feliz fin de año; próspero Año Nuevo para ustedes y sus familiares, dijo, y les hizo llegar el reconocimiento y la alegría por contar con su presencia junto a nuestro pueblo.

El libreto de una operación fraguada desde EE. UU.

Precisamente, la gradual reapertura del país con el reinicio de los vuelos y mayor llegada del turismo; la reapertura de áreas de la economía y el reinicio del curso escolar, junto al homenaje a los trabajadores de la salud y de la ciencia, fue el contexto de «momento de celebración prudente» descrito por Rodríguez Parrilla al abrir al encuentro, así como la decisión cubana de no permitir que la agresión persistente de EE. UU., y sus intentos constantes y agudizados en los últimos seis u ocho meses de generar condiciones de desestabilización interna, «vayan a aguarnos la fiesta».

El Ministro reiteró que se trata de una agresión externa con empleo de agentes internos reclutados, organizados, financiados y a veces transportados en vehículos de la embajada de Estados Unidos.

Frente a ello, nuestro pueblo, con apego a la Constitución y las leyes, y el talante de amplio consenso que lo caracteriza, defenderá el orden constitucional por el que votó de manera masiva y entusiasta al aprobar su nueva Carta Magna, afirmó.

El Canciller se refirió a los ejes de esta operación montada desde los centros de poder de EE. UU., con intervención de altos funcionarios de la Casa Blanca, del Departamento de Estado y de otras agencias, así como de senadores y congresistas anticubanos, y entidades que responden a las políticas de aquel Gobierno para financiar, de diferentes maneras, los golpes blandos e intentos de desestabilización, que en otros países han provocado conflictos o guerras, seguidos de intervenciones, incluso, militares, y ocupaciones estadounidenses.

El libreto es tratar de mostrar a Cuba —lo cual resulta un intento desesperado, infructuoso y tonto— como un Estado fallido, para usar ese enfoque como pretexto para recrudecer el bloqueo, las 243 sanciones que implementó el Gobierno de Donald Trump y que el presidente Biden aplica de manera estricta e intensa desde su elección, denunció.

Dichas medidas incluyen más de 60 sanciones aplicadas bajo la pandemia y tomando al virus como aliado, señaló.

Rodríguez Parrilla insistió en que el sentido esencial de esa política, que dura ya más de 60 años, es tratar de provocar situaciones internas que faciliten los propósitos de intervención de Washington y conculcar nuestra independencia e, incluso, sumar a otros países del planeta a esa política.

El Gobierno de Estados Unidos sabe que con las campañas que arreció en los últimos meses intenta provocar situaciones de sufrimiento en nuestro pueblo, con la esperanza de que generen condiciones que provoquen un estallido social, enfatizó.

Para ello ese ejecutivo usa una poderosa maquinaria comunicacional, digital, e intenta construir desde la mentira y la irrealidad, un escenario virtual inexistente para tratar de convertirlo en escenario de una realidad que no existe en Cuba, enfatizó el Ministro.

Recursos financieros cuantiosos, materiales enviados por el Gobierno y algunas de sus agencias, operadores y agentes internos que residen en EE. UU. y en casos específicos, en nuestro país u otras capitales, fundamentalmente europeas, forman parte del entramado denunciado por el titular del Exterior.

Es una operación que se materializa desde el territorio estadounidense en lo operacional y práctico, que conecta con grupos violentos y con un pasado y presente de acciones terroristas contra Cuba y sus embajadas en distintos países, amplió.

Se refirió al empleo de campañas comunicacionales típicas de situaciones extremas y de máxima toxicidad, e informó en ese contexto que los grupos privados establecidos en la red social Facebook no solo realizan actividades ilegales
desde el punto de vista del Derecho Internacional, sino en  violación, además, de las leyes cubanas, y de las políticas y normas de la propia plataforma, alterando algoritmos y el sistema de geolocalización, para simular la presencia masiva en Cuba de personas y cuentas que se sabe radican fuera, fundamentalmente en Florida y otros lugares del territorio estadounidense.

Como ha ocurrido, Facebook podría ser demandado por esas prácticas contra Cuba, alertó.

Lo que se dirime, dijo Rodríguez Parrilla, es el derecho del pueblo de Cuba a la paz, la estabilidad y la seguridad ciudadanas, frente al ejercicio ilegal de una potencia que pretende alterarla.

Los propósitos intervencionistas de Estados Unidos han dejado evidencias directas, como las 29 declaraciones emitidas por funcionarios y figuras influyentes del Congreso desde el 22 de septiembre a la fecha, casi una diaria, dirigidas todas a alentar, orientar e instigar a acciones de desestabilización contra Cuba.

El Canciller reveló que, además, solicitan y presionan a algunos gobiernos para que se sumen a estas acciones y han emplazado a una parte de los diplomáticos acreditados en La Habana para que participen en acciones ilegales de esa naturaleza.

Presentan a supuestos pacifistas y manifestantes de manera mendaz, abundó, cuando se sabe que son agentes extranjeros que alientan el vandalismo y crearían situaciones que afectarían la paz interna. Hablan, sin embargo, de luchadores por los derechos civiles y se amenaza con acciones, incluso, desde el Congreso de EE. UU.

Sorprende el doble rasero, el cinismo y la hipocresía con que figuras del gobierno de Estados Unidos se refieren a estos temas, afirmó el Ministro, y recordó
que se trata de los mismos que no hablan de las masacres de defensores de los derechos humanos y activistas sociales en otros países, ni de las represiones brutales contra manifestantes usando equipos más asociados a la acción militar que al orden interno; ni de las lesiones oculares provocadas a cientos y cientos de jóvenes y manifestantes de nuestra región.

Incluso, recordó, altos funcionarios del Gobierno de EE. UU. realizan visitas a países que han decretado el estado de excepción contra la protesta social, o lo invocan para reprimirla.

«Ofrecimiento» a destiempo

En otro momento de sus palabras a los representantes diplomáticos acreditados en la Isla, el Canciller desmintió que EE. UU. haya formulado a Cuba ofrecimiento de ayuda humanitaria de ninguna índole durante la pandemia.

No se ha enviado una sola tonelada de alimentos o medicinas por parte del Gobierno de EE. UU., más bien se ha obstaculizado. Incluso, para traer oxígeno hacía falta licencias.

Mientras, Washington ha continuado aplicando medidas que impiden la reunificación familiar, los viajes familiares, el otorgamiento de visados con el consiguiente incumplimiento de los acuerdos migratorios adoptados por ambos países; se impide a ciudadanos cubanos en terceras naciones acceder a territorio estadounidense y se implementaron nuevos obstáculos desde el cierre de labores consulares en La Habana.

Ahora levantan una nueva barrera con la exigencia a los ciudadanos cubanos que quieran viajar a Estados Unidos, de estar vacunados con algunos de los inmunógenos reconocidos por las autoridades regulatorias de EE. UU, o por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Al respecto, Rodríguez Parrilla manifestó la expectativa de que la OMS actúe en apego a sus propias normas y, tomando en cuenta las circunstancias de emergencia que se viven en el planeta, en naciones hermanas que no han podido acceder a las vacunas, haga expeditos los procedimientos de precertificación de las vacunas cubanas en proceso.

Rodríguez Parrilla calificó de discriminatorio que no se permita a cubanos entrar a territorio de EE. UU. con certificación de vacunas cubanas, cuya eficacia ha quedado demostrada.

Sorprende el cinismo con que Washington ha garantizado, sin embargo, la entrada por la frontera sur de su país a ciudadanos cubanos que han llegado de modo irregular de acuerdo con su promoción de la emigración ilegal, quienes no han sido vacunados ni tienen certificado.

Rodríguez Parrilla insistió en que, en dos años de pandemia, el Gobierno estadounidense ha sido incapaz de ofrecer ayuda humanitaria a nuestro pueblo.

Solo ahora, el viernes de la semana pasada, informó, en medio de la reapertura del país, cuando prácticamente ha concluido la campaña de vacunación y el pueblo celebra el control sobre la pandemia, el Departamento de Estado se dirigió a la embajada cubana en Washington, y se ha ofrecido a Cuba una supuesta donación de un millón de dosis de una de su vacunas, con muchas condiciones y requisitos, y menciones a mecanismos internacionales hasta ahora ineficaces.

Entre los condicionamientos se incluye la necesidad de estudios clínicos que, explicó Rodríguez Parrilla, demandarían seis meses o un año, además de que La Habana tendría que asumir las responsabilidades legales de compensación por posibles efectos secundarios, entre otros.

¿Qué sentido tiene esa oferta oportunista a última hora?, preguntó. ¿Por qué el oxígeno no y las vacunas, ahora, sí? ¿Por qué las vacunas no, cuando más falta hacían? ¿Por qué no a los insumos para la producción de esas vacunas?, se preguntó el Canciller.

Rodríguez Parrilla aclaró al Gobierno estadounidense que si esa oferta es seria, sincera y responsable, nuestro país la reconoce y lo apreciaría como un acto en la dirección correcta.

La respuesta de Cuba, reveló, ha sido respetuosa y con apego al explicar a Washington las razones por las cuales esa donación no contribuiría a mejorar la salud de los cubanos ni tendría impacto epidemiológico alguno, y hemos ofrecido que se utilice esa donación, junto a una donación de vacunas cubanas, para la población en algún país altamente necesitado de las vacunas, que podría estar en el Caribe, con la participación de personal estadounidense y cubano.

Estoy reiterando hoy el ofrecimiento que hicimos antes de manera privada al Gobierno de Estados Unidos, y estamos en contacto con gobiernos de países que reúnen esas condiciones por si decidieran mostrarse interesados en ese proyecto, afirmó Rodríguez Parrilla.

Emplazamiento

En otro momento, el Canciller emplazó a Washington a que presente datos o argumente cuáles son las circunstancias que presuntamente cambiaron y por las cuales funcionarios de la administración dicen que no se ha cumplido con la promesa electoral de revisar la política hacia Cuba, más allá de la operación estadounidense y sus consecuencias durante el verano, que él denunció.

Rodríguez Parrilla develó que el financiamiento de EE. UU. para la guerra no convencional contra Cuba se ha incrementado y fluye de modo permanente. Solo en septiembre pasado se asignó un paquete de seis millones de dólares a la USAID y a 12 organizaciones que operan en la Florida, Washington y Madrid.

Además, se ha presentado evidencia por nuestro Gobierno sobre las acciones de reclutamiento, entrenamiento, financiamiento, organización y apoyo logístico de agentes internos en Cuba, que la ley de Estados Unidos calificaría como agentes extranjeros.

No hay acciones autóctonas en Cuba de desestabilización ni de oposición a nuestro Gobierno, aseveró.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.