Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La nueva Historia de Dailén

Una joven se inicia frente a un aula como maestra de Historia y su propósito es incentivar en sus alumnos el mismo amor que sus profesores inculcaron en ella por la asignatura

Autor:

Roberto Díaz Martorell

NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— Aunque la vocación de Dailén Cánova Ortiz se inclinaba hacia la Biología, la ausencia de esa opción hace cuatro años en la escuela pedagógica Martha Machado Cuní en Isla de la Juventud le impuso la alternativa de estudiar Historia, no le gustaba mucho, pero sí quería ser maestra.

Siempre sintió la inclinación por enseñar, cuenta esta joven de 19 años, quien ahora, tras beneficiarse con el derecho a que se le eduque, como dijera José Martí, cumple con el deber —en pago— de contribuir a la educación de los demás en el mismo centro que la formó y donde aspira a crecer como profesional de la educación cubana.

«Estoy muy nerviosa. Los estudiantes tienen casi mi misma edad y aunque me siento preparada para impartir clases, todavía tengo mucho que aprender para lidiar con ellos, sus problemas, actitudes; no es lo mismo como compañera que como profesora.

«Es un reto —asegura—, sin embargo trataré de aplicar las herramientas pedagógicas que he aprendido en estos cuatro años de formación y las enseñanzas de mis profesores guías para moldear conductas y generar motivaciones en los alumnos, como lo hizo conmigo el profe Ramón, a quien no quisiera defraudar nunca», expresó.

La asignatura de Historia siempre le pareció aburrida. Mucho texto y teoría y poca actividad. Sin embargo, una vez que el profe Ramón empezó a darle los contenidos de manera diferente, más anecdóticos, con invitación a buscar detalles…, algo se movió en Dailén y, según palabras propias de la joven «me enamoré».

«Eso quiero despertar también en mis alumnos, que sientan por la Historia algo más que datos y efemérides, que sientan, como yo lo hice, la necesidad de saber más, de buscar más, de ver más allá de un hecho, que sean capaces de apreciar el significado y ser consecuentes.

«La asignatura Didáctica me dio las herramientas que necesito, ya tengo planificado no solo utilizar los textos, sino también audiovisuales, visitas a museos, encuentros con personalidades y protagonistas, eso hará más dinámica mi relación con los alumnos y, por supuesto, crecerá la motivación por aprender».

Para Dailén, estar frente a un aula hoy es cumplir una parte de sus sueños profesionales. La joven tiene entre sus aspiraciones terminar la licenciatura y optar por una maestría o doctorado en la disciplina, una oportunidad que ofrece el sistema de Educación en Cuba a todos los jóvenes universitarios.

La mochila de Dailén ahora carga muchas más cosas que los libros. Ya es maestra y aunque no dejará de leer novelas de amor y escuchar música romántica, también tiene que dejar espacio para otras preocupaciones.

«En realidad es un esfuerzo muy grande, aunque se haga con amor, como todos, también tenemos problemas personales que debemos apartar, para atender los asuntos —personales o no— del resto y en gran medida, ayudar a solucionarlos, y luego ocuparnos de los nuestros.

«Por eso pondré todo mi empeño en hacerlo bien y no defraudar a quienes confiaron en mí, y me formaron e inculcaron el amor por la Historia y por el magisterio», expresó.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.