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Donde se beneficia la mejor hoja de Cuba

Lejos de desaparecer, cada año se trata de fortalecer la infraestructura tabacalera en Pinar del Río, esa que estuvo fuertemente dañada tras los embates de Ian en septiembre de 2022

 

Autor:

Dorelys Canivell Canal

PINAR DEL RÍO.— Danna Hernández Díaz tiene 24 años y los últimos siete los ha dedicado a abrir y clasificar hojas de tabaco en el taller V-12-46 de la UEB Río Seco, perteneciente a la Empresa de Acopio y Beneficio del Tabaco (ABT) Hermanos Saíz, de San Juan y Martínez.

El taller es lo que comúnmente por estos lares se conoce como una escogida, un centro encargado de acondicionar, beneficiar y clasificar cada una de las hojas que llegan desde las casas de cura para después ser empleadas en la confección de habanos o en la cigarrería.

Con una tremenda destreza, la joven plancha sobre sus muslos las hojas que tiene amontonadas a su derecha. No para de hacerlo mientras explica en qué consiste su trabajo. «Yo voy abriendo el tabaco y lo clasifico según el color, la textura, el tamaño», dice.

«Este que estamos revisando hoy es un rebeneficio de uno que pasó días en una cámara. Ahora se escogen aquellas capas que pueden haber mejorado de clase», añade.

Asegura la muchacha que no es difícil aprender; lo dice ella que vive en la tierra del mejor tabaco del mundo, esa en la que es tradición sembrar en cada campaña y que en estas fechas es común ver desde lo alto campos y campos forrados con tela blanca.

Unos asientos más adelante está, enfrascada en su labor, Rosaura Benítez Morejón. Con 18 años trabajando en la escogida, esta mujer, que es una de las encargadas de revisar el trabajo de las demás, expresa que es muy sencillo aprender cuando te gusta. «Muchas veces el dueño está aquí, y observa el tratamiento que le damos a sus hojas. Es un trabajo de mucha dedicación y esmero.

«No obstante, la norma es dura, sobre todo, si es una hoja de corte tres, como esta, dice al mostrar la que tiene en las manos. Esta pesa menos, las hojas de corte cinco y seis pesan más; vienen siendo las de más arriba en la planta. Por eso creo que el salario siempre se puede mejorar un poco».

Explica Osmín González Viera, administrador del taller V-12-46, que el salario medio al cierre de diciembre fue de 8 552.92 pesos. De los 106 trabajadores con que cuenta el centro, 68 son mujeres y de ellas 45 están directamente en el beneficio.

Agrega que los ingresos de la escogida dependen del tabaco que se pueda vender, y el salario de la calidad con que se trabaje el tabaco, del cumplimiento de la norma, así como de aquello que se haga por encima de lo pactado.

«La mujer gana por calidad, tenemos una prueba de rendimiento, algunas perciben hasta 12 000 pesos, pero esas son las más diestras; y está el estímulo también; hay una técnica de calidad, están las revisadoras, y no hemos tenido
rechazo, no nos han virado un lote de los que se han vendido», comenta.

Idiosincrasia y tradición se unen en las escogidas de tabaco, centros insignes en la cultura tabacalera. Foto: Dorelys Canivell Canal.

Cada hoja es diferente

En San Juan y Martínez se cosechan dos tipos de tabaco: el tapado y el tabaco sol de vegas de primera. Del primero se saca la capa para el torcido de exportación, la capa para el torcido de consumo y parte de la tripa y capote para el torcido de exportación, según explicó Vladimir Ríos Pérez, director del proceso de preindustria de ABT Hermanos Saíz.

Agregó que el tabaco sol se utiliza para tripas y capotes también del torcido de exportación. Las hojas del tapado se clasifican en capas de exportación y capas de consumo. Entre ellas hay más de 30 clases que se diferencian según colores, textura y tamaño.

En tanto, los capotes y las tripas de las vegas de primera de sol aportan lo que se llama en un tabaco «la fortaleza», y que se obtiene en sus cuatro variantes según el tipo de hojas: volado, seco, ligero y medio tiempo. Clasificaciones estas que deben dominar las mujeres que trabajan en las escogidas, aseguró Ríos Pérez.

La iniciativa familiar

Lejos de desaparecer, cada año se trata de fortalecer la infraestructura tabacalera, esa que estuvo fuertemente dañada tras los embates de Ian en septiembre de 2022.

De 131 escogidas que tiene Pinar del Río, 47 sufrieron daños totales y 57 se afectaron de forma parcial. Hasta el momento 72 fueron recuperadas y existe un programa de reconstrucción que permitirá ponerlas todas en funcionamiento, aseveró Osvaldo Santana Vera, representante del grupo Tabacuba en la provincia.

A las que funcionan se les suman otras nueve escogidas familiares, distribuidas en las cuatro empresas que
integran el macizo tabacalero, que comprende los municipios de Pinar del Río, Consolación del Sur, San Luis y San Juan y Martínez.

La experiencia, iniciada el año pasado, ha sido satisfactoria y solo la han implementado hasta el momento productores que siembran tabaco tapado. Se trata de que los campesinos abran su propia escogida para beneficiar su tabaco y vendan directamente a la Empresa de Tabaco en Rama, lo cual hace también que todo el margen comercial sea para el productor.

Un ejemplo de ello es el joven Osmany Capote Pereda, un muchacho que se dedica a las labores del tabaco desde el 2002 junto a su padre. Profesor de Matemáticas, integró el conocido contingente Los Valientes, denominado así por el Comandante Fidel Castro.

Tras impartir clases durante un tiempo en su municipio, se incorporó a las labores tabacaleras. Esta campaña va por 120 000 posturas sembradas y no ha terminado aún. Desde el año pasado pensó que beneficiar el tabaco «en casa» sería mejor.

«Decidí hacer esta escogida familiar con el objetivo de tener más centralizado
lo que yo tengo. Ahora veo el tabaco desde que lo siembro hasta que se vende, todo el proceso lo controlo. En la escogida se hace bien, pero no estoy todo el tiempo allá y aquí lo veo diario».

Con un total de diez mujeres con experiencia en la tradición del beneficio y clasificación de las hojas, Capote Pereda, quien es un productor vinculado a la empresa, ha enfrentado ya su segunda campaña bajo esta modalidad.

Para ello acondicionó dos aposentos de la casa de cura natural hasta que pueda construir una escogida más amplia. Colocó cielo raso con tela blanca nueva, dispuso un microwave para calentar los almuerzos de las trabajadoras y una nevera para garantizarles agua fría. «Y me ha dado resultado, dijo. El sistema de pago es el mismo que en la escogida de la empresa, pero el salario es un poco más alto».

La actual campaña

Unas 7 800 hectáreas han sido sembradas hasta la fecha en Pinar del Río. El plan inicial de 12 905 ha tuvo que ser reajustado a partir de las casas de cura que se han ido construyendo después del paso del ciclón.

La aspiración es llegar para el 20 de febrero a las 10 200 hectáreas y seguir levantando casas para la campaña venidera, explicó Santana Vera. En estos momentos en las más de 4 780 casas construidas se ensarta tabaco, otra práctica tradicional que lleva el empeño de las manos de la mujer vueltabajera.

En San Luis, la cuna del tabaco, encontramos a Digna Santos Pérez, una señora de 78 años que desde los 20 trabajó como revisadora en una escogida de ese territorio. Siendo una niña su padre le hizo un banquito y la enseñó, junto a sus hermanas, a clasificar las hojas de tabaco, un conocimiento que le ha servido para toda la vida.

«Le cuidamos el tabaco al campesino porque es beneficio para él y para nosotras. Esta es, además, la divisa del país y hay que trabajar por ella. Cierro los ojos y me parece que estoy dentro de una escogida, ahí pasé mi vida entera y ahora ensarto. Lo haré mientras las fuerzas me lo permitan».

 

 

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