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Jazz, son y cubanía en tres discos recientes

El jazz y el son fluyen a través de los CD Contrastes de César López y Habana Ensemble; y el gran Beat cubano y la sonoridad de Trabuco 1 una vez más +, ambos de Manolito Simonet y su Trabuco

Autor:

Yelanys Hernández Fusté

Entre violeta, blanco y amarillo. Entre una caricatura que habla de la nocturna sensación de escuchar el ritmo de las improvisaciones, la cubanía que se desprende de las fichas de un dominó, y los conceptos sonoros que se reafirman en la palabra trabuco...

Colores e ideas se acoplan en la gráfica de tres nuevos álbumes de la disquera Bis Music. En ellos los diseñadores han captado la esencia melódica de sus autores e invitan, desde la visualidad, a representarse un pentagrama que contrasta, para bien, entre las mejores improvisaciones y lo más genuino de un género criollo.

El jazz y el son fluyen a través de estos discos. Son los Contrastes jazzísticos de César López y Habana Ensemble; y el gran Beat cubano y la sonoridad de Trabuco 1 una vez más +, ambos de Manolito Simonet y su Trabuco.

Habana Ensemble se desliza por un camino que ha transitado con soltura desde hace tiempo, pero en el que siempre aporta elementos nuevos para enriquecer su repertorio. El Trabuco sorprende, se arriesga, e incursiona en otro género diferente al que nos tiene acostumbrados en uno de los volúmenes que estrena. En el otro CD, el grupo sigue pensando en su eterno destinatario: el bailador cubano.

Para César López y Manolito Simonet, líderes de las agrupaciones, hay un concepto tangencial en estas entregas, y es el de mostrar esa esencia cubana que posee nuestra música y que la hace auténtica, aunque se interprete un género foráneo.

Trabuco Jazz Band

El jazz es el punto clave en dos de los compactos (Contrastes y Beat cubano). Pero este estilo se asoma con una marcada huella criolla. Simonet sostiene que «la música cubana sin elementos de jazz, no es música nuestra», pero con seguridad, como también expresa, «el jazz tiene elementos de nuestra sonoridad».

En esa cuerda, Beat cubano presenta al Trabuco como una jazz band, en la que no solo brilla la virtuosidad de sus integrantes, sino también por los instrumentistas que ha invitado. Así aparecen en la nómina de las composiciones, los arreglos y las interpretaciones, el maestro Chucho Valdés, Emilio Vega, Germán Velazco, Miguel Ángel de Armas, y el mismo Simonet.

Al decir de Simonet, la iniciativa de llevar el jazz a una orquesta de música popular partió de que «hay muchos artistas en esas agrupaciones que se han graduado en las escuelas de arte y a veces uno los obliga a seguir un género, aunque las orquestas deben abrirse a todos los estilos».

No teme el líder del Trabuco que se pierda la línea sonera que defiende. «En primer lugar, porque cada uno tiene que hacer lo que siempre hace», afirma enérgico.

En una decena de temas se descarga, como en ¿Güines, qué le pasa a Tata? Dedicado al astro de la percusión Tata Güines, el sencillo se incluyó en la anterior producción de Simonet, que lleva por título Control (EGREM 2008), y ahora aparece interpretado junto a los rumberos camagüeyanos de Rumbatá.

Son disfrutados igualmente Bésame mucho, El danzón y yo, Timbalia, Ike y A flautazo limpio, y los demás tracks del volumen, que devienen un fresco paisaje musical, donde los instrumentos hacen brotar la raíz de nuestra armonía.

Y para ser fieles al precepto de la música bailable, Trabuco 1 una vez más + no hace concesiones. En 13 canciones, la agrupación exhibe una propuesta con la que pretende llegar a las nuevas generaciones de bailadores y se vale de una sonoridad con matices muy contemporáneos.

De ahí que la orquesta prefirió que la prueba de fuego de Trabuco… fuera con su público del Salón Rosado Benny Moré, de La Tropical, el pasado 27 de agosto.

El disco cuenta con aderezos que reafirman el estilo ya reconocido del Trabuco, enriqueciéndose con la presencia del solo de piano del boricua José Manuel Lugo —integrante del grupo de Gilberto Santa Rosa— en Santiago de Cuba; las voces de Paulito FG en Mi filosofía; y de David Blanco en Llanto de luna, temas que cantan a dúo en ambos casos con el vocalista líder del grupo, Ricardo Amaray.

En resumen, los dos volúmenes, según Manolito, ofrecen opciones a los seguidores del grupo que dirige. «Queremos que la gente diga: Voy a sentarme a escuchar el Trabuco o a bailar con él», sentencia.

Melodía nocturna

Contrastes es un álbum que hace gala a su nombre. Como diría la musicóloga Liliana González en la presentación del disco a la prensa: «Es el contraste entre el día y la noche en un club de jazz».

Este disco refleja el ambiente existente en esos espacios de la capital donde actúa a menudo Habana Ensemble. En diez sencillos se ofrece la imagen de un concierto nocturno, donde Música y palabras funciona como opening y despedida. Ahí el director César López deja constancia del grupo que lo ha acompañado en esa empresa.

Entre chachachá, boleros, congas, guaguancó y son, y con el jazz conectando cada armonía, llega el quinto CD del colectivo musical. Su propuesta evidencia en la sonoridad la natural melodía de los instrumentos —se deja fuera a los sintetizadores—, y se concentra en las tradiciones musicales de la Isla, las cuales son defendidas «a capa y espada» por su director.

Aparecen en el fonograma títulos compuestos por el mismo César y por Pablo Milanés (Comienzo y final de una verde mañana), John Coltrane (Lazy bird) y Joao Donato (¿Entonces qué tal?). Tiene, además, arreglos musicales de Alexis Bosch y Emilio Martiní, quienes a la vez intervienen como instrumentistas.

En esta ocasión, y como sucedió en el CD Todo incluido (2001), César López, a la par de tocar el saxofón, pone su voz en algunos temas. Esta vez interpretó la canción de Pablo, además de Ocaso, de C. Estrada, y Profecía, de Adolfo Guzmán.

Explica López que disfruta cantar, «pero lo hago en mis presentaciones como un detalle. No me “lanzo” como cantante, ni voy a hacer una carrera con ello. Soy saxofonista. Es lo que estudié y dentro de mis shows siempre canto para “refrescar”», asegura.

Es ese aire diáfano y respetuoso de las tradiciones el que se percibe en estas novedades discográficas de Bis Music. Habana Ensemble y el Trabuco ya apuntan hacia la venidera edición del certamen fonográfico más importante de la Isla, la Feria Internacional Cubadisco 2011.

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