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Jornada de clausura del 9no. Congreso de la Uneac: Luis Morlote Rivas, nuevo presidente de la organización

Conformado el Consejo Nacional de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en el 9no. Congreso, órgano encargado de conducir el trabajo de la organización en los próximos años

 

Autores:

José Luis Estrada Betancourt
Aracelys Bedevia
Lourdes M. Benítez Cereijo

Con la presencia de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, sesionó en la mañana de este domingo, en el Palacio de Convenciones de La Habana, la jornada de clausura del 9no. Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac). La jornada abrió con la lectura y aprobación de los dictámenes de las seis comisiones que sesionaron ayer y culminó con la elección de Luis Morlote Rivas como nuevo presidente de la organización.

Esto fue lo que reportamos sobre la primera jornada del Congreso: 

—» Brújula que nos debe indicar el camino

—» Entrañablemente comprometidos con los destinos de la Revolución

—» Ernesto Oliva: Para escoltar los sueños de una generación

Eligen nueva presidencia de la Uneac

«Tenemos que seguir adelante, es el compromiso que ratificamos en un día como hoy en que se celebra el aniversario 58 de Palabras a los intelectuales, hacerlo desde el compromiso y la participación, sin abandonar el trabajo colectivo y ese más que necesario sentido de pertenencia». Así lo expresó Luis Morlote Rivas momentos después de que se diera a conocer que este destacado realizador y filólogo es el nuevo presidente de la Uneac.

«Esperen de este equipo una entrega total para dar respuesta, mostrar caminos, pensar colectivamente y organizar la hoja de ruta que seguirá los valiosos planteamientos que emanaron como parte del proceso asambleario de este cónclave. Lo más importante es que hay una unidad comprometida con la Revolución, con Fidel, con Raúl, con la dirección del país encabezada por Miguel Díaz-Canel, con la generación de jóvenes intelectuales y artistas.

«La Uneac será siempre la casa para pensar Cuba, para contribuir a la construcción de esa Cuba que todos queremos, que todos soñamos», enfatizó Morlote, quien propuso a los delegados proclamar a Miguel Barnet Lanza como Presidente de Honor de la organización, «por su capacidad para convocarnos a pensar juntos, porque ha sabido unir a todas las generaciones de escritores y artistas, por poseer una obra más grande que el Turquino».

Tras los intensos debates que caracterizaron la sesión plenaria del 9no. Congreso, la información acerca de cómo quedó conformado el Secretariado Nacional la brindó a los delegados Arístides Hernández, quien estuvo al frente de la comisión de atención del proceso eleccionario. El reconocido artista señaló no solo que Luis Morlote Rivas fue el miembro del Consejo Nacional de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) que más votos recibió en el proceso eleccionario, sino que además lo acompañan: Marta Bonet de la Cruz como vicepresidenta primera; Corina Mestre, Magda Resik y Pedro de la Hoz, como vicepresidentes; y Guido López Gavilán y Cura Romero Rodríguez, como secretarios.

Explicó que el Consejo Nacional electo lo conforman 120 miembros, algunos muy jóvenes, y todos con una obra de altísima calidad. A ellos se unen los presidentes provinciales, los de las asociaciones nacionales y a quienes se les otorgó en este congreso la condición de miembros honoríficos: Alicia Alonso, Leo Brouwer, Alfredo Diez Nieto, Ambrosio Fornet, César López, Eusebio Leal, Jesús «Chucho» Valdés, Graziella Pogolotti, Marta Rojas, Omara Portuondo, Pablo Milanés, Roberto Fernández Retamar, Rogelio Martínez Furé, Rosita Fornés, María Teresa Linares, Fina García Marruz, Silvio Rodríguez, Nancy Morejón, Jesús Ortega, Verónica Lynn, Pedro de Oráa, Jesús «Chucho» Cabrera y Miguel Barnet. 

Asimismo se dieron a conocer los cinco presidentes de las asociaciones nacionales electos ayer: Alberto Marrero Fernández (Escritores), Lesbia Vent Dumois (artísticas de la plástica), músicos (Orlando Vistel Comlubié), Lourdes de los Santos Matos (Cine, Radio y Televisión) y Francisco González López (Artistas escénicos).  

Se recordó que los actuales presidentes de los comités provinciales son: Jorge Núñez (Guantánamo), Rudolfo Vaillant (Santiago de Cuba), Juan Ramírez Martínez (Granma), Julio Méndez (Holguín), Marina Lourdes Jacobo (las Tunas), Sergio Raúl Morales Vera (Camagüey), Alberto Pastor Fernández (Ciego de Ávila), Marco Antonio Calderón (Sancti Spíritus), Orlando Félix García (Cienfuegos), Antonio Alberto Pérez (Villa Clara), José Manuel Espino (Matanzas), Juan Carlos García (Mayabeque), Juan Carlos Muñoz (Artemisa), Nelson Simón (Pinar del Río) y Rafael Jorge Carballosa (Isla de la Juventud).

Sesión de clausura del 9no. Congreso de la Uneac. Foto: Ricardo Tamayo

Estamos comprometidos con la vocación de resistencia y transformación revolucionaria

«¿Cómo podemos los escritores y artistas agrupados en la Uneac ayudar más a nuestro país en la presente coyuntura?; ¿cómo contribuir de manera más activa al perfeccionamiento de la política cultural?; ¿cómo combatir con mayor eficacia los intentos de dividirnos y el impacto de la oleada colonizadora global en la sociedad cubana?; ¿cuáles propuestas podemos hacer que nos aproximen a la conquista de  nuevos espacios para el crecimiento de la vida espiritual de la nación»?

Esas interrogantes sirvieron de punto de partida a la intervención de Miguel Barnet, presidente del Comité organizador del IX Congreso de la Uneac, para referirse a los desafíos actuales de la cultura cubana, durante la sesión de clausura de la importante cita de los artistas y escritores.

Foto: Ricardo Tamayo

El poeta y etnólogo enfatizó en la situación actual que vivimos, caracterizada por la arremetida del Imperio contra Nuestra América y el Caribe, y el recrudecimiento de manera feroz e implacable del bloqueo con la activación de la Ley Helms-Burton. Esas circunstancias exigen más que nunca de los artistas e intelectuales, pues el lenguaje del arte ha podido muchas veces llegar adonde no pueden acceder diplomáticos y representantes oficiales del país.

«Debemos ser portadores de la verdad de Cuba dondequiera que pueda hacerse escuchar (…) Estamos comprometidos con la vocación de resistencia y transformación revolucionario de nuestra sociedad (…) Al ratificar la voluntad de seguir avanzando en la construcción de una sociedad socialista; los escritores y artistas tenemos el deber de ayudar desde la creación y el pensamiento a la materialización de las aspiraciones del pueblo cubano», afirmó.

Asimismo, agregó Barnet, los anima el interés de ser más útiles y de consolidar un diálogo sistemático, fecundo, y propositivo con la vanguardia política y otras instancias del gobierno y de la sociedad civil.

En otro momento de su intervención, el presidente de la Uneac recordó las Palabras a los intelectuales, plataforma gestora de la política cultural revolucionaria, en las cuales Fidel Castro aseguraba: «La Revolución no puede pretender asfixiar el arte o la cultura, cuando una de las metas y uno de los propósitos fundamentales de la Revolución es desarrollar el arte y la cultura, precisamente para que lleguen a ser un verdadero patrimonio del pueblo».

Basados en esos preceptos, destacó que la Uneac defiende los espacios de libertad para la creación, al tiempo que dan prioridad al diálogo franco y abierto con las instituciones culturales.

«El arte, por su naturaleza, no puede ser reducido a fórmulas. Si aspiramos a un arte vivo, auténtico, que aborde conflictos y tradiciones, que nos compulse y enriquezca, desde la Uneac tendremos que hacer mucho más para proteger y estimular el talento, combatir el facilismo, el acomodamiento y la mediocridad, promover genuinas propuestas artísticas, incentivar la originalidad, solucionar las carencias y debilidades en el ejercicio de la crítica y poner por encima de todo los valores de la cultura», comentó Miguel Barnet.

Enfrentar los desafíos supone que cada ciudadano incorpore la ética de la solidaridad, el humanismo, la justicia y la equidad; y que cobre conciencia de que la cultura es terreno fértil para desarrollar los valores necesarios para una mejor sociedad. Por eso, defendemos el derecho del pueblo a convertirse en protagonista de los procesos culturales, para lo cual se necesita la formación de un ciudadano consciente y crítico, en posesión de herramientas que le permitan discernir e interpretar el mundo real y virtual en que vivimos.

Al cierre de su intervención, Barnet afirmó que la batalla de nuestro tiempo es eminentemente cultura; y volvió a recodar a Fidel Castro cuando este llamó a salvar primero la cultura, porque ella es el imaginario y la memoria de la nación, el núcleo de su resistencia y futuridad.

Poner siempre el pensamiento en el más alto nivel

Al abrir los debates la Doctora Graziella Pogolotti llamó a no olvidar que la Ley Helms Burton, además de proponerse estrangularnos económicamente, es un proyecto anexionista, que busca hacer de la intervención un destino para Cuba. Ello implica un gran desafío, implica poner el pensamiento en el más alto nivel, y recurrir a la historia y en la continuidad del socialismo como única salida posible

Hablamos de memoria histórica, pero realmente no la hemos construido cabalmente, expresó la notable intelectual. Está al alcance de los educadores, de los animadores de la cultura, de aquellos que la tienen que mantener viva, pero ello implica descifrar los procesos económicos y de transformación social que tuvo como centro nuestra sociedad, analizar lo que hemos hecho y lo que nos queda por hacer. Como creadores no podemos olvidar esa responsabilidad que contrajimos ante un pueblo que formamos alimentando un pensamiento de izquierda y profundamente descolonizador que debemos adecuar a las circunstancias del mundo de hoy.   

«En ese sentido debemos remontarnos a Palabra a los intelectuales, ir al fondo y trasfondo de esas reflexiones, no caer en la trampa reduccionista del tan llevado y traído «dentro y todo». Ese pensamiento integrador de Fidel es hoy una visión estratégica irrenunciable.

«El mundo de hoy ha cambiado; la sociedad cubana, por supuesto, también. La Uneac tampoco es la misma. En su momento fundacional estaba conformada por escritores y artistas que radicaban y hacían su obra en La Habana. La de hoy tiene una estructura nacional, al tiempo que su membresía se ha modificado. Sin dudas, es más compleja, pero justo por su heterogeneidad ofrece un potencial de conocimiento y de experiencia de vida que puede contribuir a proponer y animar soluciones para los problemas acuciantes que debemos resolver

Diputados intervienen en la sesión plenaria del 9no. Congreso de la Uneac. Foto: Ricardo Tamayo

«La Uneac debe desempeñar un papel participativo, activo, en el enfrentamiento a los grandes temas del momento; alertar ante fenómenos que pueden ser dañinos, y constituir una plataforma que abra espacios de debate, de análisis constructivo y de confrontación de ideas y puntos de vistas. Y todo ello sin perder ese pensamiento antidogmático y antimecanicista. Es algo muy necesario en estos tiempos extraordinariamente peligrosos.

«No podemos olvidar que la Ley Helms Burton, además de proponerse estrangularnos económicamente, es un proyecto anexionista, que busca hacer de la intervención un destino para Cuba. Ello implica un gran desafío, implica poner el pensamiento en el más alto nivel, y recurrir a la historia y en la continuidad del socialismo como única salido posible», recalcó.     

Foto: Ricardo Tamayo

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