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Un Universo para nuestra música

La agrupación presenta su primer fonograma en el que se destacan las colaboraciones de El Noro y José Luis Cortés «El Tosco»

 

Autor:

Sergio Félix González Murguía

Yamil Peralta no olvida el gusto con que su padre agarraba la batería para salir a guarachar con la comparsa La Jardinera, allá por el barrio Jesús María. Era la única referencia musical en la familia, junto al gusto de sus amigos por el rap. Luego llegaron las curiosidades creativas, la escuela de canto del maestro José Luis Cortés, el gusto por la música popular bailable y el interés por defender ese género con una agrupación propia.

Ese bregar llevó a este joven compositor a crear La Unión, una agrupación que ha logrado aglutinar a un grupo de talentosos artistas, cuyos anhelos creativos se han materializado con la publicación de un primer fonograma, Universo, producido de forma independiente.

«Fue un disco hecho con amor y esfuerzo», asegura a JR Yamil Peralta, cuyo CD cuenta con seis temas musicales de su propia autoría y en la producción sobresalen los nombres del saxofonista Yuniet Lombida, el pianista Raidel Abreu y el trompetista Jesús Ricardo.

Universo va al ritmo de los pies del bailador «y no se grabó para que se escuche sentado», bromea Peralta. Desde sus primeros acordes la invitación es para «acercarse y disfrutar», algo que supone un bálsamo sanador en tiempos en que es prudente quedarse en casa.

«La pandemia condicionó parte de la grabación de Universo, junto con un proceso de restructuración en la banda que debimos afrontar para seguir adelante. Ante la imposibilidad de realizar conciertos en vivo, no hemos tenido otras experiencias con el público, algo fundamental para ese fogueo que necesita una orquesta de música popular bailable.

«Pero como otros artistas, aprovechamos las redes sociales para promocionar nuestro trabajo y así lanzamos dos videoclips de dos canciones incluidas en el disco, Te di la mala y Universo. Ello nos permitió evaluar la acogida en el público y fue muy satisfactoria», explica el joven intérprete, cuyo video de la canción que da título al disco acumula más de 80 000 visualizaciones en la plataforma de videos YouTube.

Yamil Peralta logró reunir en este proyecto musical a varios artistas. Así, en el tema Aléjate, la colaboración con El Noro nos propone una letra sugerente por la ingeniosidad de los estribillos. Rompe cabezas, canción que da cierre a la experiencia sonora, cuenta con la voz de Michel Maza, antiguo integrante de la Charanga Habanera.

De igual forma, se deja escuchar en el track Universo la flauta inconfundible del maestro José Luis Cortés «El Tosco», un contraste exquisito con la sonoridad de La Unión, fruto de la presencia de intérpretes de calado como Eduardo Sandoval, en el trombón, así como Michel Herrera en el saxofón.

«Intentamos buscar nuestro propio sello y creo que en el disco es posible escucharlo. Nuestra cuerda de metales, compuesta por saxo tenor, trompeta, trombón y flauta, no es común en otras orquestas y es algo que de alguna forma nos diferencia», comenta Peralta, quien incorporó este formato como consecuencia del azar.

La Unión es una agrupación que ha experimentado cambios desde su primer concierto oficial, el 25 de julio de 2016, en el Café Cantante, espacio que se convirtió en escenario de algunas presentaciones de esta banda, junto al Diablo Tun Tun y algunos conciertos en municipios de la capital, en coordinación con la Dirección Provincial de Cultura.

Ese trabajo le permitió al grupo acumular experiencias y adaptarse a las exigencias del concierto en vivo, algo esencial para pensar en asumir la producción de un disco que busca poner a bailar al público.

«Aunque nos queda mucho camino por recorrer, creo que nuestra evolución como orquesta ha sido bastante positiva, a pesar de todas las complicaciones que acompañan el inicio de un proyecto que integra a tantas personas, en medio de esta crisis sanitaria.

«Somos una agrupación joven y el escenario nacional de la música popular bailable es fuerte, porque estamos rodeados de orquestas con enorme experiencia y reconocimiento en la defensa de este género», reflexiona Yamil, quien encarna el ejemplo de muchos artistas noveles que buscan salir adelante y mostrar su obra, aún en condiciones como la actual pandemia.

Asimismo, el joven intérprete considera que es fundamental el apoyo de las instituciones al talento joven para emprender proyectos, «lo que no siempre ocurre y es necesario asegurar la cantera y el futuro de la música».

En su formación, Peralta reconoce las influencias de Benny Moré, Vicentico Valdés y Rolando Laserie, artistas que le fascinan. A inicios de los años 2000, recuerda haber bailado a ritmo de la Charanga Habanera y Manolito Simonet y su Trabuco, algo que conjuga con las influencias actuales de Maykel Blanco y su Salsa Mayor, Havana D’ Primera o el Niño y la Verdad, así como la indiscutible sonoridad de los Van Van.

Gilberto Santa Rosa y «su manera de decir la canción, el énfasis de cada frase en el momento exacto», así como Oscar D’León y «su dinamismo, cambios armónicos y expresividad», suponen referentes para Yamil Peralta en la forma de contar historias a través de canciones.

«Pero no solo escucho música popular bailable cubana o caribeña. Me gusta mucho el hip pop, escucho a Ludacris, Eminem, Dr. Dre. En la actualidad me he acercado más a Lil Wayne y a sonoridades alternativas que también me llenan, como el jazz, el pop rock», asegura el cantante habanero, cuyos inicios en la música fueron a través del hip hop.

Entre amigos del barrio y por el puro gusto de disfrutar de un género atractivo, Yamil Peralta sintió un día que el rap marcaría su vida, mucho antes de descubrir el gusto por la música popular bailable. Junto a su primo, conformó un dúo de música fusión en el que «hacíamos rap, pero con acordes vocales, cuya combinación llamaba la atención».

Una de esas personas que notó el talento de estos jóvenes fue José Luis Cortés, quien les ofreció la oportunidad de abrir un espectáculo suyo en la Casa de la Música de Miramar, al que le se sucedieron una serie de colaboraciones.

«Hasta ese momento veía la música como un hobbie, pero cuando El Tosco creó su escuela de canto y así era posible profesionalizar una determinada cantera, vi la oportunidad y la aproveché. Allí adquirimos los conocimientos técnicos para contar la música cubana, entender un bolero o cantar un son. Allí empecé a amar la música cubana e integrarla como parte de mi universo».

Yamil Peralta. Foto: Cartel Estudio

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