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Jazz Vilá Projects: la fortuna de hacer teatro

A propósito de la celebración por el décimo aniversario de Jazz Vilá Projects, su director, junto al elenco de su próxima puesta en escena, ofrecen detalles sobre el recorrido de la compañía y sus proyectos más recientes

Autor:

Beliza Ramos Fernández

El pasado viernes 29 de marzo, en horas de la mañana, tuvo cita en el restaurante Vita Nouva (esquina 21 y L del Vedado habanero) una conferencia de prensa por motivo de la celebración del décimo aniversario de la compañía de teatro profesional Jazz Vilá Projects, la cual vio sus inicios el 8 de abril de 2014 y desde entonces ha mantenido su exitoso camino, ofreciendo al público taquilleras obras como Rascacielos (2014), Eclipse (2016), Farándula (2018) y Candela (2022).

La conferencia inició con el agradecimiento por parte del director a todas aquellas empresas que han colaborado a lo largo de diez años y otras que se han ido sumando, las cuales han permitido la gestión del teatro, su promoción, distribución y calidad. También abordó brevemente otras actividades que forman parte de esta gran celebración y algunos de los proyectos que darán un giro a la compañía, teniendo siempre como premisa el entretenimiento del público.

Se abrirá una nueva línea que comprende el área audiovisual que este año crecerá con la adaptación de Farándula a la televisión cubana, al contar con la realización de Magda González Grau, el guion de Amílcar Salatti, Alexis Álvarez como director de arte y Luis Najmías como editor. Esto permitirá la expansión y diversificación del material no solo en las salas de teatro, sino también como una continuidad, puesto que el público tendrá un mayor acceso a la obra.    

«Tengo la gran alegría de que el público me ha respondido cada vez más. Con Rascacielos fueron 84 funciones, con Farándula vamos por 230 y Candela en menos de un año se convierte en la primera obra cubana que tiene una temporada en Broadway. Esto no es un premio mío, sino al trabajo de diez años de los actores, de los técnicos y de los que lo hacen posible, porque para que la obra tenga ese eco en otros lugares tiene que haberlo tenido primero aquí. Pero también pienso que es el premio y el ejemplo para que jóvenes sigan creyendo que vale la pena hacer teatro como sinónimo de forma de vida.

«Mi misión siempre va a ser crear para que la gente se divierta y encuentre en el teatro una forma de entretenimiento donde sea que estén, siempre en favor del arte, y promover el teatro cubano que tiene una tradición tan importante y, sobre todo, tratar de una manera contemporánea hacer un poco de homenaje a lo que es la historia del teatro cubano».

Un relanzamiento necesario

Como parte de las actividades por la celebración de una década creando teatro y regalando alegrías al público, la compañía decide regresar a su nacimiento con su primer estreno: Rascacielos. Aunque el público mantiene ese deseo por ver eternamente Farándula, el director explicó a la prensa por qué regresó al inicio antes de mantenerse en el éxito posterior.

«Estoy trabajando profundamente, confiesa, con determinados organismos y cuestiones para tratar de hacer una función permanente de Farándula durante todo el año en algún espacio, para que el público que quiera entretenerse y vea en el teatro una opción pueda tenerla, pero estamos trabajando en ello debido a que los teatros tienen una programación, por lo que estamos buscando un espacio alternativo para que esta obra, que es de tal agrado popular, llegue de manera permanente. La celebración de la compañía me pareció que solamente tenía dos caminos: por una parte, un nuevo estreno, y este llegará después del verano y será una obra que marcará el camino que va a tomar la compañía en la próxima década.

«Pero, justamente cuando se cumplen diez años, yo pienso que hay que celebrar la raíz, la semilla, y no había mejor obra que Rascacielos, sobre todo porque cuando se estrenó nunca pensé que fuéramos a tener tal magnitud. Se iban a hacer en principio 12 funciones y terminaron siendo 84, por lo cual se salió de todo contexto y de toda planificación y es lo que le dio tanta significación a la obra. Por tanto, me pareció importante revisitarla, hacerle este homenaje tanto a la obra como a la historia de la compañía con ella, puesto que diez años después sigue teniendo vigencia en su tema principal —la incomunicación—, que creo que se acentúa aunque el entorno sí ha cambiado un poco: no había rascacielos cuando yo construí el mío y entonces en ese instante había un poco de añoranza. Ahora, a menos de cien metros de El Sótano, donde vamos a relanzar la obra, hay un rascacielos gigante, el más grande de La Habana; pero eso no ha hecho que disminuyan las problemáticas que se plantean en esta puesta.

«La obra se la he querido dedicar a la memoria de Broselianda Hernández, quien estuvo presente en su estreno y para mí fue un regalo que ella me hizo en vida, porque era mi primera dirección y ella confió, lo cual demuestra la importancia de que personas de este nivel confíen en jóvenes que comienzan, pero jóvenes con una visión clara de qué quieren hacer en el teatro. Quiero celebrar la vida y con ello también se la quiero dedicar por igual a Dania Splinter, esa gran actriz que es quien más ha hecho la obra porque la hizo durante toda su temporada en Cuba, pero también cuando la obra se repuso en una adaptación particular en Miami, donde asumió el personaje de Ana, por lo cual creo que también hay que resaltar y homenajear esa voluntad de seguir haciendo teatro de una actriz como ella».

El director hizo mención especial al nuevo tema musical de la obra (Instantes), del compositor Ernesto Casanova, y aclaró que la música original era de Ernán López-Nussa, quien muy cordialmente se la obsequió en aquel momento, pero para esta nueva puesta en escena prefirió hacer un cambio importante en el apartado sonoro y ha querido dedicárselo a Pablo Milanés, por tanto confiesa que toda la música del espectáculo son temas suyos que conectan con la memoria colectiva de muchísimas generaciones de cubanos que siempre lo recordarán.

Además de los cambios musicales, Jazz Vilá afirmó que hay otro grupo de elementos que se diferencian de la primera puesta. Es el caso de algunas modificaciones en el texto, tratando de acercarse más a la actualidad y teniendo en cuenta que ha transcurrido una década; la no utilización de paneles en el escenario; pero, lo más relevante es la formación de un nuevo elenco que en su mayoría son debutantes. El director confesó que esto supuso un doble esfuerzo, pues no solo se trata de depositar confianza en su nuevo grupo de actores, sino también de sacar de ellos el potencial profesional que no han descubierto.

Asimismo, el elenco se fue presentando a la audiencia y explicaron algunos detalles de los personajes que interpretan, sus contradicciones y los mayores retos a los que se enfrentaron para caracterizar a cada uno de ellos.  También agradecieron a Jazz Vilá por confiar en ellos y darles esta oportunidad de iniciar un nuevo camino en el mundo del teatro cubano.

La cita está lanzada en el teatro El Sótano (calle K, entre 25 y 27, Vedado) del 5 al 28 de abril, siempre de viernes a domingo, con doble función para todos los días de espectáculo: cinco de la tarde y siete de la noche. Las entradas estarán a la venta en el propio teatro a partir de las tres de la tarde los mismos días de función.

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