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Foto: Roberto Morejón Nada extraordinario sucedió durante el último programa eliminatorio y, como se esperaba, la provincia de Camagüey acogerá la fase final del Campeonato Nacional de boxeo por equipos, que se disputará del 14 al 20 del mes en curso con la participación de los tres mejores elencos de cada zona.
El privilegio agramontino se ratificó tras otro triunfo de 56-31 sobre la representación de Granma, resultado que les reportó el inalcanzable acumulado de 673 unidades en la zona oriental.
En esa región, los monarcas defensores de Santiago de Cuba repitieron su éxito frente a la escuadra de Guantánamo, ahora con marcador de 56-29, y de esa forma archivaron 645 puntos, 34 más que la tropa del Guaso que también animará los carteles en la ciudad de los tinajones.
Al cierre, la comisión nacional desconocía aún el desenlace del duelo entre holguineros y avileños, que de favorecer a los primeros les abriría las puertas del quinto escaño de la llave, por detrás de los granmenses (531).
Mientras, en occidente, Pinar del Río cerró sus acciones con el mismo ritmo que cubrió las siete rondas clasificatorias, y el triunfo de 56-29 sobre la Isla de la Juventud los mantuvo como líderes con 804 rayas.
Como escolta de los vueltabejeros terminó Ciudad de La Habana (709), que aventajó 50-37 a Villa Clara (696) en el último capítulo eliminatorio y deshizo a su favor el abrazo que ambos mantenían en la segunda plaza.
Tanto los capitalinos como los villaclareños ya habían conseguido su pasaje finalista, suerte que no corrieron los cienfuegueros (660), vencedores por 65-18 de Matanzas en la fecha del adiós.
Más atrás de los sureños concluyeron sus vecinos espirituanos (584) al dominar 59-22 a los púgiles de La Habana, dueños del sótano con solo 406 unidades. El sexto y séptimo puesto fueron para pineros y yumurinos con 454 y 426, respectivamente.
Así, dentro de muy poco se sabrá si los indómitos podrán defender con éxito su corona ante el empuje de camagüeyanos y pinareños —segundos y terceros hace un año—, en una ronda de todos contra todos en la que cada victoria resulta sumamente importante, pues al trono llegará el que más puntos acumule en las batallas decisivas.
