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Con potencialidades para un mejor desempeño, los equipos masculino y femenino cubanos concluyeron respectivamente en los lugares 23 y 25

Una categórica victoria de los hombres frente a Australia y un empate de las muchachas con Azerbaiján fue el saldo de los equipos cubanos en la última ronda de la Olimpiada Mundial de ajedrez, clausurada este martes en Dresde, Alemania. Mientras, Armenia retuvo su corona en el sexo masculino y Georgia destronó dramáticamente a Ucrania en el femenino.

A priori, el conjunto de la isla continente no parecía un rival demasiado complicado para los cubanos y así fue. Incluso, la tropa de la Mayor de las Antillas alineó sin su hombre «grande»: el Gran Maestro Leinier Domínguez (2719). Y todo salió a pedir de boca, pues Lázaro Bruzón (2622) negoció tablas en el primer tablero, en tanto Yuniesky Quesada (2580), Holden Hernández (2580) y Jesús Nogueiras (2574) consiguieron sendos triunfos en los restantes duelos.

De tal manera, los criollos anclaron en el lugar 23 con 14 puntos, una actuación por debajo de lo esperado. Cierto es que el evento fue fortísimo —Rusia terminó en el quinto puesto con su equipo de ensueño—, pero las cosas deben llamarse por su nombre.

¿Qué nos pasó? Esperemos el regreso de los protagonistas, pues es muy difícil juzgar en la distancia. Solo les adelanto que no concuerdo con quienes señalan a Leinier como responsable del destino del equipo.

El habanero terminó invicto con seis puntos de diez posibles —dos victorias y ocho tablas—, o sea, su saldo fue superior al 50 por ciento en la primera mesa. Igualó, entre otros, con el ruso Vladimir Kramnik (2772), el estadounidense Gata Kamsky (2729) y el húngaro Peter Leko (2747), tres «monstruos» que se tragan a cualquiera. Incluso, este último conquistó la medalla de oro individual.

Los demás oponentes de Leinier resultaron inferiores en Elo, pero algunos tienen un talento superior a lo que dicen los números. El primer jugador de cada país es siempre fuerte. Muchos «eléctricos» impresionaron, entre ellos el finlandés Tomi Nyback (2639) y el alemán Georg Meier (2558).

En cambio, la mayoría de los consagrados sufrió al menos alguna derrota. El armenio Levon Aronian (2757), el ucraniano Vassily Ivanchuk (2786), el azerbaijano Teimour Radjabov (2751) y el propio Kramnik tuvieron discretos desempeños.

Sin embargo, con un Aronian intermitente, Armenia retuvo el título tras batir por la mínima a China en la última fecha. Tigran L. Petrosian (2629) dio el punto decisivo, pero las figuras del equipo fueron Vladimir Akopian (2679) y Gabriel Sargissian (2642), campeones en el segundo y tercer tablero, respectivamente.

Y el trabajo de grupo que les sobró a los armenios le faltó a Rusia, como advirtió el legendario Anatoly Karpov. Los rusos terminaron empatando 2-2 con España, cuando ya sus opciones de coronarse eran una quimera.

En el epílogo, Israel superó con lo justo a Holanda, en tanto Estados Unidos dio la sorpresa y aplastó a Ucrania (Kamsky le ganó a Ivanchuk el duelo de «cabezones»).

En el femenino, Georgia sacudió a Serbia 3-1 y la ex campeona mundial Maia Chiburdanidze (2489) acuñó su medalla de oro en el primer tablero. También las ucranianas derrotaron a Polonia (2,5-1,5), pero cedieron la corona por menos coeficiente de desempate que las georgianas.

Por cierto, la polaca Joanna Majdan (2284) consiguió la única victoria de su equipo frente a Ucrania y así desplazó a la cubana Oleiny Linares (2262) del primer lugar entre los cuartos tableros.

Nuestra muchacha se despidió con tablas frente a la azerbaijana Khayala Isgandarova (2206) y terminó con nueve puntos de diez posibles.

Sin embargo, la santiaguera jugó para un average de 2530 puntos, inferior al 2621 de la polaca. En definitiva, su ausencia de la décima ronda le costó caro. No obstante, Oleiny trae 41 puntos para su Elo y dará un gran salto en el escalafón nacional en enero.

El resto de las criollas también firmó la paz a última hora, de modo que ninguna partida tuvo decisión en el match. De tal manera, Cuba ancló en el lugar 25, el mismo que le señalaba su Elo antes de la competencia.

Es un resultado lógico, que pudo ser mejor si Sulennis Piña (2286) hubiera tenido un buen torneo. Pero la Gran Maestra granmense solo logró 3,5 puntos en ocho presentaciones. No obstante —insisto—, es preciso esperar para conocer los entretelones del evento.

Por último, Rusia contuvo a Holanda, Estados Unidos a Francia y Armenia a la India, siempre con mínima diferencia. Finalmente, igualaron China y Rumania, así como Hungría y Uzbekistán.

Así, cayó el telón y tanto Rusia como China se fueron en blanco en uno y otro sexo. Además, para terminar de hacer leña los pronósticos, Estados Unidos se encaramó las dos veces en el podio y Vietnam dio un estirón entre los hombres.

(Masculino) GM Zhao Zong-Yuan (2567) vs. GM Lázaro Bruzón (2622), tablas; GM Yuniesky Quesada (2580) vs. MI David Smerdon (2470), 1-0; GM Darryl K. Johansen (2446) vs. GM Holden Hernández (2580), 0-1; GM Jesús Nogueiras (2574) vs. MI Wendi George Xie (2403), 1-0.

(Femenino) GM Zeinab Mamedjarova (2351) vs. GM Maritza Arribas (2303), tablas; MI Lisandra Ordaz (2306) vs. GM Turkan Mamedjarova (2269), tablas; MI Nargiz Umudova (2219) vs. GM Sulennis Piña (2286), tablas; MI Oleiny Linares (2262) vs. Khayala Isgandarova (2206), tablas.

(Masculino) 1. Armenia (19 puntos), 2. Israel (18), 3. Estados Unidos (17), 4. Ucrania (17), 5. Rusia (16), 6. Azerbaiján (16), 7. China (16), 8. Hungría (16), 9. Vietnam (16), 10. España (16)... 23. Cuba (14).

(Femenino) 1. Georgia (18), 2. Ucrania (18), 3. Estados Unidos (17), 4. Rusia (17), 5. Polonia (17), 6. Armenia (16), 7. Serbia (16), 8. China (15), 9. Israel (15), 10. Bielorrusia (15)... 25. Cuba (13).