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Samón es uno de los que más razones tiene para festejar el éxito, tras pegar tres hits en el juego. Autor: Yuhki Ohboshi Publicado: 07/11/2019 | 03:05 am

Como en los últimos duelos entre ambos, Cuba le ganó a Australia por la mínima en juego terminado en las primeras horas de hoy, y para mayor dramatismo, en extrainning, gastándose todo lo mejor que tenía en el bullpen, después que el abridor Bladimir Baños dejara las bases llenas sin out en el primer inning.

El partido llegó al décimo con abrazo a dos carreras, pero Liván Moinelo, al parecer ya adaptado a la pelota del Premier 12, desde que entró en el noveno con dos corredores en los senderos no hizo más que comportarse como lo que es: el mejor pitcher del bullpen cubano.

Colgó ese cero y en el siguiente episodio dejó en sus mismos puestos a los dos hombres que por Regla Schiller se ubican en primera y segunda. Un fly a la zona de las paradas cortas y par de ponches con su curva demoníaca a tercero y cuarto en la tanda de los australianos dejó la escena para que los muchachos de Miguel Borroto solo necesitaran pisar una vez el home plate para mantener sus aspiraciones de ir a la superronda y ganarse el boleto para Tokio 2020.

Roel Santos, quien había ligado par de incogibles en cinco turnos, ejecutó un toque de excelencia que se convirtió en jugada de selección, pues el inicialista buscó el out por tercera, a donde Yosvani Alarcón, veloz entre las bases, llegó primero que el tiro.

Con los ángulos repletos, al fin Borroto se acordó que tenía hombres en la banca dispuestos a asumir de emergentes y le dio la oportunidad a uno que se pintaba solo para esa situación: William Saavedra, quien conjuga experiencia y poder. Saavedra, sin embargo, hizo lo que un novato, le fue al primer pitcheo de un lanzador recién llegado al box y murió en elevado a lo corto del bosque izquierdo.

Le tocaba, otra vez, a los «japoneses», Gracial y Despaigne, quienes en el octavo habían desperdiciado una ocasión de lujo para remolcar la ventaja, con ponche y rodado por el campo corto, respectivamente, que dejó congelado a Roel en la antesala. Ninguno de los dos ha podido mostrar sus muñecas en este campeonato. El Jugador Más Valioso de la Serie de Japón pegó un fly más bien corto al bosque central y el coach de tercera mandó a Alarcón para la goma sin pensarlo dos veces, el cátcher no retuvo el tiro y Cuba logró la agónica victoria que aumenta la expectativa del duelo del viernes por la madrugada contra los anfitriones.

Si bien Borroto ha confiado estoicamente en sus regulares, sí tuvo que emplear a sus mejores lanzadores en este juego de todo o nada. Lázaro Blanco sustituyó a Baños y colgó el cero con una K y un manso elevado al jardín derecho que sirvió para una doble matanza en la goma.

El hombre que sigue siendo el as de la rotación insular trabajó durante 5.1 innings, abanicó a siete, regaló un boleto, pero no pudo impedir que en el sexto el hombre proa, Timothy Kennelly, le sonara un palo de vuelta entera en solitario y dejara a un hombre en circulación por base por bolas que después entró para igualar el marcador a dos.

Después de Blanco, trabajó Freddy Asiel Álvarez, tampoco acostumbrado a lanzar como relevo, aunque solo permitió el imparable que remolcó el empate y liquidó el siguiente capítulo sin problemas.

En el octavo le dieron la misión a Raidel Martínez de controlar con su recta sobre las 94 millas por hora a los bates del conjunto de la Isla-continente y dejó a tres con el madero en hombros.

Sin embargo, en el noveno le conectaron hit y concedió un boleto para obligar a Borroto a llamar a Moinelo, quien en el juego ante Canadá no enseñó sus herramientas de preparador en la liga profesional japonesa. El zurdo de Vueltabajo sacó los seis outs, incluidos tres ponches, y calló a los que pensaban, e incluso hablaron mal de él, tras su primera actuación en este Premier 12.

Solo un cambio hizo Borroto en el lineup respecto al del juego inicial, Raúl González por César Prieto y segundo bate, enviando a Erisbel Arruebarrena al noveno puesto, y realmente no todos los jugadores respondieron a esa confianza. Solo Samón dejó claro que a él no lo quita nadie y además que se merece un lugar de más privilegio en la alineación: bateó de 4-3 con una empujada en el quinto, cuando Cuba se fue delante, primero por su cohete y luego con rodado de Alarcón por las paradas cortas que no pudo ser doble play gracias a la velocidad del tunero.

Ese fue el único momento de flaqueza del abridor australiano Joshua Guyer (2CL, 1H, 5K y 1BB), quien retiró a los primeros 12 de manera seguida, antes de que Despaigne le pegara imparable y Cepeda le agarrara un boleto.

El cuarentón Peter Moylan apeló a la experiencia adquirida en 12 temporadas en las Grandes Ligas para mantener el abrazo durante tres entradas más, y también su sucesor Ryan Searle llegó al noveno con la pizarra equilibrada.

Si el partido no se decidió antes fue por un engarce felino del jardinero central Aaron Whitefiled de espaldas al home sobre un batazo pegado a los colchones de Arruebarrena en el noveno con dos hombres en los senderos, hubiera sido el primer hit del ex Grandes Ligas, quien acumula cinco ponches, igual que Cepeda.

Los pitchers cubanos recetaron 14 K a los australianos, que sumados a los 12 propinados en el choque anterior, elevan a 26 los outs sacados por ellos mismos, pero sus compañeros siguen sin producir y se han tomado a su vez 21 cafés amargos.

No obstante el triunfo, no sería descabellado que Borroto sacuda el lineup, quizá dándole entrada a Saavedra, sentando a Cepeda y buscando otras opciones que ayuden a salir del mal momento ofensivo, pues Corea del Sur es un equipo compacto, que además de estar en su casa aspira al reeditar la corona de 2015 y adueñarse del cupo olímpico para el mejor de Asia.