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Los outs en el terreno, no en las oficinas

Deivy Hernández, MVP de las Pequeñas Ligas, no ha sido incluido en el concentrado de posibles talentos convocado por la Federación Cubana de Béisbol y Softbol

Autor:

Norland Rosendo

A Deivy Hernández lo conocí en Sancti Spíritus, en la final de las Pequeñas Ligas. Sus actuaciones en las subseries anteriores lo habían convertido en uno de los nombres más mediáticos del torneo. Hubiera querido verlo conectar un jonrón, como los que había sacudido ya con ese cuerpo diminuto que lo salva su entrega y corazón.

Pero lanzó y ganó su juego con dominio. Fue más grande que sí mismo sobre el montículo y desde entonces pocos lo conocen en el mundo de la prensa por su nombre, sino por el MVP de las Pequeñas Ligas.

A sus 12 años es muy probable que otros niños luzcan mejor proyección física para jugar béisbol, e incluso que en las pruebas técnicas quede por debajo en las métricas. Él puede, en cambio, ser la excepción, como alguna vez sucedió con Alfredo Despaigne y Maels Rodríguez.

La Federación Cubana de Béisbol y Softbol hizo recientemente una convocatoria para un concentrado de posibles talentos, que no es la preselección nacional, explicó después el comisionado nacional Juan Reinaldo Pérez Pardo, pero sí una oportunidad para desarrollar
habilidades técnicas y tácticas. Él no aparece en el listado, pues en su provincia, Villa Clara, no lo incluyeron entre las tres capacidades asignadas.

A la mayoría nos llamó la atención. El caso se ha convertido en una de las últimas polémicas en las redes sociales digitales. El comisionado provincial, Eduardo Prado, dijo en entrevista con la emisora radial CMHW que ellos habían escogido dentro del grupo que sometieron a exámenes técnicos.

Y eso está bien, pero lo sospechoso es que Deivy, el MVP de las Pequeñas Ligas, un nombre que debe estar en la mente de todos en el deporte de Villa Clara y hasta nacional, no tuvo esa oportunidad.

Una investigación debe enfocarse en ese asunto, ¿a nadie le llamó la atención la ausencia de Deivy, el niño que condujo a Santa Clara a su segundo oro en el torneo infantil y que tantos elogios recibió de su mentor y de casi todos?

Igual considero que si el concentrado es para desarrollar jugadores, una plaza no hace la diferencia ni implica costos adicionales. A fin de cuentas, algo no funcionó bien en Villa Clara con el tratamiento a Deivy.

Si no es un talento, que perfectamente puede ser el caso, pues se demuestra con datos y se explica a familiares, seguidores y la prensa. Y punto final, o más bien, nunca se hubiera generado un debate, que a quien más puede perjudicar es al muchacho, conocido entre sus amigos como Tati, en alusión a Tati Valdés, el pícher zurdo más excelso que ha pasado por los campeonatos nacionales.

El béisbol cubano atraviesa por una de las más agudas crisis, si no la más aguda en su historia competitiva internacionalmente. Dentro, tampoco el panorama es halagüeño, y las estrategias han de enfocarse en sumar, identificar el potencial como sucedía antes, hasta en el corazón de las montañas.

Un niño como Deivy, cuya actuación en las Pequeñas Ligas dejó impresionados a muchos, bien merece un cupo en concentrados de su categoría, y que sea allí, entre los mejores, donde diga si esa mano zurda tan prodigiosa ahora fue cuestión de suerte, de ocasión o tiene verdaderamente futuro.

Cada niño que se desmotive es un out para nuestro béisbol. Y si sucede por malos manejos en las oficinas, es doble y hasta triple play.

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