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Lento trámite para una mipyme

Hayram González Díaz (Chapelín 835, entre Tenería y Saludos, Cárdenas, Matanzas) cuenta en su misiva que está en el proceso de constitución de una mipyme, la cual fue aprobada el 7 de febrero pasado. Pero se le ha convertido en «una pesadilla».

Refiere el remitente que todo el proceso se hace por medio de  una plataforma online, en la cual se le va dando seguimiento a los pasos a asumir. En estos momentos está en los trámites de la Oficina Nacional de Administración Tributaria, supuestamente el más sencillo. Pero cuando me escribió tenían 16 días hábiles de atraso, que en concreto son más, pues él inició sus gestiones en esa entidad el 25 de marzo.

«He llamado a la ONAT del municipio de Cárdenas y a la ONAT Provincial de Matanzas, dice, y no hay una respuesta certera de cuándo se va a resolver el problema. Sé que existen problemas reales y objetivos, pero las demás entidades han resuelto su parte en un tiempo que no ha sobrepasado los siete días de atraso. Realmente no entiendo por qué subir a la plataforma cuatro documentos que ya están hechos sea tan complicado».

La realidad, señala, es que está estancado para continuar y sin una solución real. Aún le falta el trámite del banco. «Entonces, pregunta, ¿qué hago?, ¿quién resolverá la situación?, ¿quién me da una solución?, ¿hasta cuándo debo esperar?».

Sin respeto por la paz del vecindario

Alejandro Suárez Romero escribe con pesar e impotencia desde el edificio 168 A, en el barrio Bohórquez de la ciudad de Baracoa, en la provincia de Guantánamo. Y no es para menos, porque nadie tiene derecho a molestar al prójimo, sobre todo, si este lo constituyen los moradores de ese inmueble.

Refiere el remitente que en los bajos de ese edificio se congregan, en una especie de foco de indisciplinas y excesos, jóvenes que provienen de otras zonas del barrio, interfiriendo y perturbando la tranquila convivencia de los vecinos, muchos de ellos adultos mayores y vulnerables.

Alejandro manifiesta que muchos de esos perturbadores de la paz en el vecindario ni estudian ni trabajan. Y lanza un S.O.S. intentando, sobre todo, que las autoridades allá en Baracoa adopten medidas ante esos excesos, principalmente, sonoros.

 El denunciante no explica qué gestiones ha hecho para  que se atiendan con mucha sensibilidad y determinación esos quebrantos del respeto y la sana convivencia.

Y uno se pregunta por qué los ciudadanos se ven precisados a hacer denuncias como esta en un diario nacional, cuando la solución de esos desparpajos e indisciplinas está en las manos de las autoridades locales.

Hace tiempo son muy comunes en esta columna las revelaciones  de las indisciplinas, sobre todo, sonoras, que afectan a las personas y complican la convivencia vecinal. Y lamentablemente aún esa demanda de la paz sonora no es prioridad de muchas autoridades de gobiernos locales y del orden público.

Por otra parte, reitero que para que sean atendidas las cartas que llegan a esta sección, deben llegar con el nombre y apellidos del remitente, y su dirección particular. También de ser posible, se debe enviar un teléfono al cual llamar para  esclarecer cualquier duda que se presente.

 

Nota: Para que lleguen sus quejas o planteamientos a esta sección, usted deberá enviarlos al correo lectores@juventudrebelde.cu, sin olvidar su nombre y apellidos y la dirección particular donde reside.

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