Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El atleta mayor sigue iluminando nuestro camino deportivo

JR les propone varias anécdotas y lecciones de Fidel y el deporte cubano. Siempre alerta, humanista, previsor

Autor:

Víctor Joaquín Ortega

I

Emilio Corre fue eliminado por el venezolano Pedro Gamarro en los octavos de final de los 67 kilos en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976. Al recibir la delegación, Fidel indaga por el púgil. Le dicen que como había perdido lo mandaron para Cuba antes de la clausura de los Juegos. Deja una lección: «A quien ha dado tanta gloria a la Patria no se puede tratar de esa manera».

II

Alfredo Duvergel aventaja a su oponente en el último capítulo de la final de los 71 kg en Atlanta 1996. David Reid lo adivina y lo pone a dormir a 36 segundos del término. Al regreso, el Comandante reconforta al subtitular con frases que ponderan la vergüenza del joven: «caíste peleando, sin dar un paso atrás». Gancho al hígado de los que le dieron la espalda al boxeador pensando más en el oro que en el hombre.

III

El 16 de junio de 2008, el líder escribe su sentir acerca de la actitud acre de muchos con respecto a la selección nacional de pelota. «Tronó la indignación de los fanáticos por el duro revés del domingo. Eso lo dice todo: ¡fa-ná-ti-cos. Pero se olvida que ahora están en Corea del Sur, país donde ni siquiera tenemos una embajada, y en el que continúan preparándose nuestros atletas».

«No son ellos, en todo caso, los que merecen las mayores críticas si algo no salió bien. Van a unos Juegos Olímpicos que tendrán lugar al otro lado del mundo, donde las horas del sueño y el ritmo de vida se cambian. Tienen un programa de preparación física intenso, todo con vistas a la última participación de ese deporte en las Olimpiadas, porque así lo determinan los ricos y poderosos amos del olimpismo. Ellos no han sido vencidos. No los desalentemos. Enviémosles un mensaje de aliento. ¿Por qué no esperamos el final de las Olimpiadas para discutir a fondo y de forma verdaderamente democrática la responsabilidad de todos los que tienen que ver con el deporte cubano?».

Traslado esas palabras a los momentos actuales. Nuestros muchachos del jonrón y los ponches no han    recibido siempre el aliento necesario. Quien nos enseñó a convertir los reveses en triunfos sentenció: «A nuestros atletas no solo hay que aplaudirlos cuando vienen con medallas de oro; hay que recibirlos con afecto de hermano, hay que recibirlos como cuando obtienen una victoria».

IV

Fidel siempre se preocupó por quienes se lesionaban o tuvieran otras fatalidades. El hecho más connotado es el de Ana Fidelia Quirot. A fines de 1991, un accidente doméstico la colocó al borde de la muerte. A su lado, desde el principio, aseguró que para salvarla «se juntaron dos cosas: un milagro de la ciencia y la técnica con un milagro de la voluntad humana».

V

En la bienvenida a los peloteros vencedores en Baltimore en 1999, dijo: «Quizá algún día haya paz, haya relaciones normales con el vecino del Norte y exista la posibilidad de que podamos participar en esas competencias y en la medida en que se logre, podríamos mejorar considerablemente los ingresos modestísimos hoy, de nuestros atletas».

VI

En la inauguración de la EIDE Mártires de Barbados (6-10-77) expresó: «En obras como estas y en tareas como las que tenemos por delante, vivirán eternamente nuestros hermanos muertos».

En ese mismo acto recomendó en relación con la decadencia de las pruebas de velocidad en el atletismo: «Hay que poner a correr a todos los muchachos de este país y escoger a aquellos que tengan ciertos parámetros de velocidad. No basta con tener un Silvio Leonard, hay que tener 25».

VII

En su ideario siempre insistía en que: «El fin número uno es promover, con el desarrollo del deporte, el bienestar y la salud del pueblo; y el fin número dos, buscar campeones. Es importante que no nos equivoquemos, que por buscar campeones descuidemos la práctica del deporte».

VIII  

Fue el primero en expresar sólidas opiniones ante la baja de los resultados en Beijing: lugar 29 en el medallero (2-11-11), superados en América por EE. UU., Jamaica, Brasil y Canadá: «nos hemos dormido sobre los laureles. Seamos honestos y reconozcámoslo todos. Revisemos cada disciplina, cada recurso humano y material que dedicamos al deporte. Debemos ser profundos en el análisis, aplicar nuevas ideas, conceptos y conocimientos».

Aunque Yipsi Moreno luego fue compensada con el oro al descubrirse el dopaje de la martillista Aksana Miankova, de Belarús, y escalamos al puesto 18, lo planteado por Fidel sigue siendo válido y debe ser tomado en cuenta al examinar lo ocurrido en los más recientes Juegos Centroamericanos y del Caribe y los Panamericanos.

IX

Pero existe una máxima de Fidel que tiene que ser brújula siempre para el movimiento deportivo: «Hay principios que están por encima de todos los demás, están por encima, incluso, de todas las medallas de oro». E insistía en que la misión cardinal de la cultura física es esculpir seres humanos mejores, de cuerpo y alma.

El líder de la Revolución sintió una gran admiración por Ana Fidelia. Foto: Cortesía de Ana Fidelia

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