Presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Autor: Estudios Revolución Publicado: 13/10/2025 | 04:41 pm
Muy estimado Sr. Qu Dongyu, Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO):
Mis saludos desde Cuba para todos los participantes en el Foro Mundial de la Alimentación de este año en que la FAO cumple ocho décadas uniendo esfuerzos por liberar al planeta de una de las plagas más terribles para la Humanidad: el hambre.
Me honra y estimula su invitación a ser uno de los oradores del Foro Mundial de la Alimentación, en representación de un país fundador de la FAO, organización a la que nos unen fuertes e históricos lazos de cooperación y objetivos comunes en la batalla por la erradicación del hambre, la transformación agrícola y el desarrollo rural sostenible.
Nos inspira especialmente participar en el FMA, considerando que sus tres pilares: juventud, ciencia e innovación, e inversión, apuntan a acelerar la transformación de los sistemas agroalimentarios para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), empeño que compartimos.
Resulta imposible olvidar en esta hora, que la FAO surge en un contexto de posguerra, con Europa devastada y el hambre amenazando a millones de seres humanos sobrevivientes del conflicto.
Lo trágico de esta historia es que continúa vigente el desafío que el mundo enfrentaba entonces: lograr un mundo libre de hambre y de malnutrición, donde la alimentación y la agricultura contribuyeran a mejorar de forma sostenible los niveles de vida de todas las personas.
A lo largo de estas ocho décadas, el mundo se ha vuelto más complejo, injusto y riesgoso para decenas de millones de seres humanos, como consecuencia de las guerras, el cambio climático y las brechas cada vez más anchas entre los que tienen y los que no tienen; entre los ultra ricos y los desposeídos, los hambrientos, los parias del mercado en la era neoliberal.
En ese dramático contexto, siempre habrá que distinguir la valiosa contribución de la FAO al mejoramiento de la vida de millones de personas en todo el planeta y su acompañamiento a los países que necesitamos y buscamos establecer sistemas alimentarios sostenibles. Cuba puede dar fe de esos esfuerzos y apoyos.
En 1978 fue establecida oficialmente una representación de la FAO en Cuba, marcando el inicio de una cooperación clave para fortalecer la seguridad alimentaria y el desarrollo rural sostenible.
Nuestro líder histórico, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, estuvo presente en la inauguración de la actual sede de la FAO en el país en el año 1992, como expresión de la alta importancia que le concedió desde el primer día a los programas de la FAO en el país y su permanente desvelo como impulsor de la solidaridad y hermandad entre los pueblos para la erradicación del hambre y la pobreza.
Su discurso en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, en 1996, es hecho trascendental en la memoria de la FAO, por su fuerte advertencia a los líderes del mundo y cito: “Las campanas que doblan hoy por los que mueren de hambre cada día, doblarán mañana por la humanidad entera si no quiso, no supo o no pudo ser suficientemente sabia para salvarse a sí misma.”
Durante décadas de cooperación, la FAO ha sido un pilar de apoyo para Cuba, brindando asistencia técnica y recursos necesarios para el desarrollo agrícola del país, la producción de alimentos y la consolidación de instituciones científicas de alto nivel en el ámbito agropecuario.
Cuba ha puesto a disposición de la cooperación Sur-Sur, sus capacidades y experiencia para apoyar a otros países en desarrollo, intercambiando saberes y aprendizajes con otras naciones.
En la actualidad, la FAO se destaca como un actor clave de apoyo al país en la transformación de los sistemas agroalimentarios, el enfrentamiento al cambio climático y la conservación de la biodiversidad.
La FAO impulsa, además, el empoderamiento de mujeres y jóvenes en el ámbito rural, fomenta la aplicación de la ciencia y la tecnología y facilita la transferencia de conocimientos para una producción más eficiente, sostenible y resiliente.
Ha sido importante el apoyo al país en la construcción e implementación de políticas públicas para transformar los sistemas alimentarios locales, incluida la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional, así como otras políticas y normativas. Con apoyo de la FAO, en 2025, se implementan en Cuba 13 proyectos que abarcan 59 municipios de la isla.
Considerando esa cercanía en los propósitos y la historia que compartimos, el 80 cumpleaños de la FAO es una celebración que sentimos como propia. Y este Foro, otra prueba más de nuestras coincidencias en el enfrentamiento a los desafíos que plantea la alimentación humana y animal en una época que vuelve a oscurecerse por guerras y amenazas de guerra, en la que algunos no dudan en usar el hambre como un instrumento para el control y sometimiento de los pueblos.
Medidas coercitivas unilaterales como el criminal bloqueo a Cuba, que dura más de 6 décadas y se recrudece continuamente, apostando a la rendición de nuestro pueblo por hambre y necesidades; son aplicadas como otro método genocida, contra los palestinos en Gaza. Mientras, el injusto orden internacional, las secuelas del colonialismo, el neocolonialismo y la profunda pobreza inducida por esos factores, impactan junto con el cambio climático en vastas zonas del Sur Global.
No cito estos datos para ensombrecer la celebración que compartimos, sino para resaltar, como corresponde, el extraordinario desafío de la FAO en los difíciles tiempos que corren. Y el mérito de quienes trabajan en la organización en su esfuerzo por borrar la hambruna del planeta.
La conmemoración de los 80 años de la FAO nos da la oportunidad de reconocer el trabajo junto a Cuba para lograr una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás. Junto a la FAO, continuamos consolidando nuestras metas esenciales en el país, para avanzar hacia sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles.
Muchas gracias.