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¿Salsa para escuchar?

 Control,  última producción discográfica de Manolito Simonet y su Trabuco, constituye una muestra perspicaz de combinar códigos, timbres, ritmos y letras

Autor:

Yelanys Hernández Fusté

Es posible hacer música popular bailable para escuchar. Y no trato de exagerar ni disminuyo ese modo de enfocar tal manifestación. Lo cierto es que Control (EGREM 2008), la última producción discográfica de Manolito Simonet y su Trabuco, puede constituir una muestra perspicaz de combinar códigos, timbres, ritmos y letras en la vértebra de un estilo dedicado generalmente a poner en movimiento a las personas.

Desde Relámpago y Coleccionista de canciones hasta el tema que nombra el disco se evidencia el cuidado en la melodía y la vigilia por respetar las historias, para desembocar en los acostumbrados montunos de este tipo de música.

Nueve sencillos y un track dedicado a compilar fragmentos recogidos en fonogramas anteriores —Salidita contigo, Tú me dijiste mentira, etc.—, propone la agrupación. Dos momentos especiales destacan: Güines qué le pasa a Tata, instrumental que figura entre las últimas grabaciones de Tata Güines y donde se hace gala de una conjugación de los tambores con la alineación musical de la orquesta; y Niebla de riachuelo, interpretado por el boricua Andy Montañez.

«Manolito me sugirió que cantara un tema y ahí está Niebla... Siempre he sabido de la calidad de la agrupación que él dirige y hasta grabé Locos por mi Habana, que él hizo hace algún tiempo», ha dicho Montañez a propósito de su participación en el CD.

Un homenaje a Pacho Alonso se respira en el tema vocalizado por el puertorriqueño, quien se confiesa admirador del estilo de cantar de Pacho desde su juventud. «Interpretar ese título que él grabó, me llena de satisfacción».

Marcando el estilo

«Pienso que Control tiene muchas posibilidades entre el público porque retornamos a la cadencia apreciada en Marcando la distancia, lo que definió el estilo de la orquesta y decidimos regresar a ello», explica Simonet.

El líder del Trabuco considera importante volver al camino de ese sonido particular, que no pocos aseguran como su mayor éxito, pues en las últimas propuestas la agrupación había sido ligeramente arrastrada por una música más «agresiva».

Se aprecian varios títulos menos «fuertes», aunque bailables. La fórmula, según Simonet, ha sido gestada en Cuba porque «le podemos cantar al amor y la gente está bailando y asimilando la letra. A veces contamos una historia triste y es bailable. Y pase lo que pase no podemos renunciar a ello, porque somos los creadores».

Esa experimentación cobra una mayor presencia en sencillos como Loco por tus besos o Corazón. La estrategia, afirma Simonet, todavía los puertorriqueños no la han podido lograr y ellos mismos me lo han comentado.

Aunque se confiesa desligado de la timba, un movimiento iniciado en la Isla en los 90, no es en esta nueva entrega donde el destacado músico expone algunos ejemplos muy aparejados a ese estilo, algo que sí se palpa en el penúltimo de sus fonogramas con Comunícate y Hablando en serio.

«Lo hice allí para que la gente supiera que no estaba afuera, pero no es mi línea. Si nos escuchan bien, reconocerán que no tenemos que ver con la timba. Hago música popular y en mis discos están ritmos como el cha cha chá, el bolero, el son montuno, el ballenato o la cumbia».

Una porción de ese trabajo se muestra en este nuevo disco, grabado entre diciembre del pasado año y enero de 2008. Aparecen autores como Ricardo Amaray Fernández, vocalista del grupo; del propio director, quien además corrió con la producción general; y de colaboradores como Roberto (Cucurucho) Rodríguez Valdés, pianista de los Van Van, en La Habana me llama.

Si miramos la historia del Trabuco veremos que cuenta con un recorrido fonográfico considerable en el apartado bailable. En la Feria Internacional Cubadisco 2007 la orquesta se llevó el muy codiciado lauro con Hablando en serio, lo cual también ha sucedido en ediciones precedentes. Pero otras incursiones de la orquesta igualmente ganaron popularidad ante el público, como las recordadas Tú me recordarás (Marcando la distancia) y La parranda (Contra todos los pronósticos). Sin embargo, creo que Locos por mi Habana llevó a la consolidación la línea del grupo, algo que se constata en Control.

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