Eduardo Roca (Choco) obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas en 2017. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 02/09/2025 | 09:29 am
Cuando José Luis Cortés «El Tosco» recibió el Premio Nacional de Música 2017 por sus contribuciones al desarrollo y la expansión de la música cubana, no solo se llevó a casa la alegría del reconocimiento merecido. En la pared de su sala colgó el cuadro que le fue entregado como símbolo del galardón y no podía ser de otro artista sino de su entrañable Eduardo Roca, de su «niche» Choco.
El cariño, la admiración y el respeto que los embargaba a ambos era —y es— inmenso. El pintor, escultor y grabador cubano, Premio Nacional de Artes Plásticas del mismo año, plasmaba en sus lienzos y esculturas su savia, su talento y también la dicha de saberse amigo del flautista, compositor, arreglista, productor musical y líder de la agrupación NG La Banda.
Quienes han visto el documental El hombre de la sonrisa amplia y la mirada triste, dirigido por Pablo Massip y presentado en 2016 a propósito del aniversario 57 del Icaic, han sido testigos del amor multiplicado en muchas personas que Choco ha esparcido y cosechado.
Ese audiovisual propició la mirada intimista y reveladora de importantes personalidades del país, amigos y familiares en torno al artista visual como el crítico de música Guille Vilar; los colegas Diana Balboa, Alberto Lescay, Rafael Paneque, Manuel López Oliva y Nelson Domínguez; la antropóloga Natalia Bolívar, el crítico David Mateo y el extercera base de Industriales, Lázaro Vargas. Pocos saben que El Tosco, también entrevistado para el documental, improvisó una pieza como regalo a su amigo en medio del rodaje.
Massip, director de la productora de audiovisuales Almar Producciones, salda una deuda pendiente al presentar este martes el videoclip A Choco, con la pieza totalmente inédita del músico y en el que pueden verse algunas imágenes del documental y otras no utilizadas en él.
«Como emotivo homenaje a estas dos grandes figuras de la cultura cubana, Almar Producciones asume la realización de este videoclip con el apoyo del Icaic, que trae la novedad de escuchar una pieza musical extraordinaria y desconocida de la discografía de El Tosco, improvisada para quien, modestamente, se regocija con ella desde el afecto de un amigo.
«Me parece oportuno realizar videoclips de obras mayores como puede ser un documental, tal como sucedió con Me dicen Cuba, ambas obras con el mismo nombre. Por ello, el sueño permanecía en el anhelo, y felizmente quedó realizado ahora, luego de conversar con el hijo de El Tosco, José Lázaro Cortés Llácer, quien accedió de inmediato, en calidad de titular de los derechos de autor de su padre. Es un regalo, sin dudas», apuntó.
El notable músico José Luis Cortés protagoniza, también, el videoclip de Almar Producciones.
Veremos entonces en este audiovisual de 3:48 minutos al incansable artista, inmerso en los predios de su estudio de creación y en otros espacios, como buen cubano y al virtuoso instrumentista, deleitándose con la melodía que de su interior emana junto a bailarines de la compañía Rosario Cárdenas, quienes acertadamente danzaron al compás de los elementos madre de la vida: tierra, fuego, viento y agua.
La producción del videoclip estuvo a cargo de Ana María Domínguez Cruz y la edición de Daniel Diez Jr., quien también editó el documental El hombre de la sonrisa amplia y la mirada triste. La fotografía es de Denise Guerra y Danill Massip Formonov, el sonido es de Raymel Casamayor y la producción del documental fue de Maite Alonso.
Luego del estreno en conferencia de prensa en la sala Héctor García Mesa del Icaic —con transmisión en vivo—, el videoclip estará disponible en el canal oficial de YouTube de Almar Producciones y en las plataformas digitales de la institución cinematográfica.