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De fiesta el deporte joven

Por primera vez en la historia, el movimiento deportivo panamericano reunirá a sus atletas más jóvenes para darle vida a una fiesta multideportiva regional desde el 25 de noviembre y hasta el 5 de diciembre próximo en Cali. Desde Juventud Rebelde les llevaremos cada detalle

Autor:

Lianet Escobar Hernández

Por primera vez en la historia, el movimiento deportivo panamericano reunirá a sus atletas más jóvenes para darle vida a una fiesta multideportiva regional que desde el 25 de noviembre y hasta el 5 de diciembre próximo, convertirá la ciudad de Cali, en el Valle del Cauca colombiano, en hervidero de júbilo.

Unos 3 500 atletas cuyas edades oscilan entre los 18 y los 23 años de edad, compondrán las delegaciones de 41 países convocados para rivalizar en 28 deportes, divididos en 42 disciplinas.

Con la celebración de estos Juegos, se persigue el propósito de impulsar a las nuevas generaciones, así como visibilizar a los nuevos talentos y apoyar el desarrollo del deporte en las categorías noveles, al contribuir de esta forma a que las naciones de América puedan preparar a los atletas del futuro en eventos de gran magnitud.

Cali por estos días será sinónimo de alegría, jovialidad, amistad, y de ello se encargará la mascota oficial del torneo, un simpático coatí llamado Pana, nombre que, más que un homenaje al continente, representa el dialecto colombiano, por tratarse de una expresión para el amigo, el aliado, el compañero.

El coatí es además un animal conocido por su capacidad de prosperar en varios climas que van desde Estados Unidos hasta Argentina, lo que representa la diversidad perenne de la región, un símbolo que nos recuerda cómo a pesar de las fronteras y las distancias que nos separan, todos tenemos cosas en común.

Y así, de la mano con Pana, los 213 atletas de la delegación cubana llegarán a territorio cafetero prestos a competir, disfrutar y compartir el sueño de hacer historia.

Desde Juventud Rebelde les llevaremos cada detalle.

(Acceda aquí a todo nuestro Suplemento especial dedicado a los Juegos Panamericanos Junior, en formato PDF)

 

 

La capital del departamento del Valle del Cauca colombiano es una ciudad que baila. Lo hace cada diciembre con la celebración de la Feria de Cali, una fiesta considerada el evento insignia de la urbe.

Este año la «caleñidad», como se le conoció en sus inicios, allá por el lejano 1957, prevista como es costumbre en el ocaso del calendario, es algo más que un mero pretexto para reunir multitudes y mover el cuerpo al contagioso ritmo de la salsa; se trata, además, de una fiesta por la vida, tras un 2020 donde la música, el baile y los colores, no salieron más allá del entorno digital, como consecuencia de la situación pandémica que hirió a la humanidad.

Pero la también llamada «Sultana del Valle» tiene otros atractivos. Muchos de ellos han sido responsables de su fama mundial. Por ejemplo: su geografía, que la sitúa dentro del valle del río Cauca, el segundo en importancia del país; su arquitectura, plagada de construcciones coloniales consideradas auténticos monumentos nacionales y el sabor tradicional de sus comidas, proveniente de una mezcla llegada de la cocina española, indígena y africana.

De ahí que cuando se visita Cali, es imposible no aspirar a visitar el imponente Cristo Rey, una estatua que imita al Cristo Redentor de Río de Janeiro y que vigila la ciudad desde el Cerro de las Tres Cruces.

Tampoco es recomendable perderse el arroz atollado, las empanadas vallunas o el sancocho de gallina; aunque si su paladar es más asiduo a lo dulce, el manjar blanco, las cocadas, el cholado y el champús, bebida hecha con maíz, lulo, piña, canela y melado de panela, salidos de la caña de azúcar que crece en el Valle del Cauca, podrán seguramente complacerles.

Fundada en 1536 por el conquistador Sebastián de Belalcázar, Santiago de Cali es una de las metrópolis más antiguas de Colombia y del continente americano y destaca por otro de sus sobrenombres: el de «Ciudad Deportiva de América», gracias a la excelente acogida de los Juegos Panamericanos de 1971 y de torneos mundiales de natación, judo, patinaje, baloncesto, ciclismo y otras tantas disciplinas a lo largo de su historia.

En pocos días, Cali se apresta a celebrar un nuevo evento multideportivo continental; esta vez, será la joven generación de atletas la máxima protagonista.

Los Juegos Panamericanos Junior descorrerán sus cortinas y con ello mostrarán al mundo una ciudad que renace, que contagia con su ritmo coordinado y veloz y que vibra. Nosotros, desde estas páginas, les contaremos.

 

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