Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Una millonada contra China

Senado de Estados Unidos aprueba 280 000 millones de dólares para contrarrestar al gigante asiático 

Autor:

Juana Carrasco Martín

 

Con la constancia y el trabajo afanoso y creativo proverbiales de los asiáticos, China se les va adelante, y Estados Unidos busca desesperadamente cortarle el paso, cuando ya se ha quedado atrás en no pocos tramos de la carrera.

Diría que por mucho tiempo primó el menosprecio y en los últimos tiempos le han convertido en el competidor principal a tener en cuenta. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, ha dicho que el presupuesto del Pentágono refleja la Estrategia de Defensa Nacional donde el enfoque está en el «rival persistente de China».

Ahora, en estos días finales de julio, el Senado aprobó por 63 a 33 un proyecto de ley de política industrial (CHIPS and Science Act of 2022) de 280 000 millones de dólares destinado a contrarrestar a China, y entre las partidas a costear esta una de 52 700 millones de dólares para subsidiar la producción estadounidense de microchips o semiconductores, una de las grandes preocupaciones, y no hay que explicar lo que esos minúsculos circuitos integrados representan para el mundo actual y futuro como componentes estrellas de los dispositivos básicos como smartphones, ordenadores de todo tipo o electrodomésticos, importantes por igual para la medicina o para la industria militar.

No sobra recordar que Taiwán es uno de los mayores productores de chips en  el mundo y la China continental tiene el número uno en la producción de silicio, el material semiconductor por excelencia por su precio y ventajas que compone los chips, y supera en 14 veces a Estados Unidos, que ocupa el cuarto lugar, luego de Noruega y Rusia.

Por supuesto, el proyecto legislativo autoriza unos 200 000 millones de dólares para financiar investigaciones de ciencia y tecnología para los próximos cinco años.

Un comentario en Antiwar.com sobre esta decisión —que debe ser refrendada por la Cámara de Representantes y rubricada posteriormente por el presidente Joe Biden—,  señaló que Biden y la subsecretaria de Defensa, Kathleen Hicks, discutieron la legislación con el director ejecutivo de Lockheed Martin, quien afirma que se necesitan más semiconductores para construir armas avanzadas.

Hablamos por supuesto de un asunto de enorme interés geopolítico y si algo define Biden y cualquiera sea el Presidente de Estados Unidos la decisión será defender los intereses del imperio y un mundo unipolar bajo su dominio.

Sin embargo, los acontecimientos que estremecen hoy a nuestro planeta —políticos, económicos, militares, de salud y climáticos, también—, apuntan a una  rotura de ese hegemonismo.

Coincidiendo con esta votación del Senado a favor de las mil páginas de la ley CHIPS, este jueves hubo una conversación de dos horas y 17 minutos entre Biden y el presidente chino Xi Jinping, donde este le dejo claro al estadounidense la posición sobre las maniobras y acciones que Estados Unidos lleva a cabo sobre Taiwan.

«China está resueltamente en contra de la interferencia en los asuntos de Taiwán y defenderá firmemente su soberanía. Nos oponemos firmemente al separatismo de Taiwán y a la interferencia de fuerzas externas», y le recordó que debe cumplir con el principio de una sola China, soberanía reconocida con un giro histórico en las relaciones entre Washington y Beijing por el entonces presidente Jimmy Carter en 1979.

Xi advirtió que definir las relaciones entre ambas naciones desde un enfoque de competencia estratégica y definir a China como el principal oponente es un «error de juicio» y una «mala interpretación» de lo que es China.

Ese es el grave problema, Estados Unidos se mantiene en sus trece y piensa que puede ser el conductor del orden internacional según sus reglas del juego. Lo hace también con Rusia, azuzando una guerra proxy en Ucrania, para que sean otros los que se desangren. Sin embargo, eso es jugar con fuego.

Mientras, China ha demostrado voluntad de diálogo y negociación, pero Xi Jinping en la conversación telefónica con Biden —hablando de Taiwán y cuando ha zarpado el portaviones USS Ronald Reagan y su grupo de ataque en dirección al mar de la China Meridional y la speaker del Cámara Nancy Pelosi está dispuesta a visitar Taiwán—, lo puntualizo:

«Los que juegan con fuego se prenderán fuego a sí mismos». 

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