Militares y policías leales al gobierno retiraron al presidente Rafael Correa a las 21.30 horas (local) del hospital policial donde estuvo secuestrado por agentes que se sublevaron a su gobierno.
El presidente fue llevado primero del tercer piso a la planta baja. En silla de ruedas y con una máscara antigás, pero en buen estado de salud, el mandatario fue custodiado estrechamente por militares y policías leales al gobierno.
En medio de ese traslado hubo tiroteos intensos, disparos que dieron en la zona donde estaba el mandatario.
El presidente subió a un vehículo de la escolta presidencial y, en caravana, salió a gran velocidad del lugar, entre vítores de civiles que apoyan al gobierno.
Sin embargo, en el momento de la partida recrudecieron tiroteos entre militares y policías sublevados. Estos tiroteos causaron varios heridos, y circulaban también versiones de muertos.
Minutos después el mandatario arribó al Palacio de Gobierno, donde fue recibido entre vítores.