Intacta la agenda de respeto y apoyo mutuos

CIUDAD DE MÉXICO.-Aunque ya el día había avanzado sobre las horas y las doce en punto habían quedado atrás, la lluvia daba al aire un tono gris, sin sol colgado de lo alto, y una sensación de humedad que parecía salir de las piedras del Palacio Nacional.

En el Patio de Honor la Guardia militar estaba lista, y también la prensa acreditada. Fue ese el preludio de la Ceremonia Oficial de Bienvenida que el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dio este jueves a su homólogo de Cuba, Díaz-Canel Bermúdez.

Primero entró al Patio de Honor el anfitrión acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller. Caminó en un escenario donde asomaban grandes y hermosas banderas de México y de Cuba. Lo hizo ante la presencia de las delegaciones oficiales de ambos países, y ante la curiosidad de los periodistas allí apostados desde una tarima.

Al rato llegaban desde la calle exclamaciones de una multitud: «Cuba sí; yanquis no». Señal inequívoca de que había llegado al lugar el Presidente de la República de Cuba acompañado de su esposa Lis Cuesta Peraza.

Todo fue breve, aderezado por el sonido de múltiples obturadores de foto-reporteros. La nota más alta y emotiva fue la interpretación, por la orquesta de ceremonia, de los himnos nacionales de los dos países.

Entraron los mandatarios para sostener conversaciones cuyo tono muchos podemos imaginar: Las relaciones de Cuba con México se establecieron en 1902 y se han mantenido ininterrumpidas hasta hoy, marcadas por el cariño y el respeto mutuos. Un momento especial de esa cercanía fue la visita a la ciudad de Mérida, ubicada en el estado de Yucatán, del Primer Secretario del Partido Comunista, General de Ejército Raúl Castro Ruz, en noviembre del 2015.

En entrevista concedida en el Palacio de la Revolución de la República de Cuba por el Presidente Díaz-Canel Bermúdez en septiembre de 2018, a Patricia Villegas Marín, presidenta de Telesur, el mandatario dijo cuando la periodista le preguntó por el significado que él le otorgaba a la victoria de López Obrador:

«México es un país muy importante. La Generación del Centenario encontró un sitio en México para prepararse para la guerra en Cuba. México mantuvo las relaciones con Cuba cuando muchos rompieron. López Obrador es una esperanza para México y para América Latina y el Caribe. Un Gobierno de izquierda como el de Obrador favorece la correlación de fuerzas en la región. Tiene un compromiso tremendo con su país y con América Latina y el Caribe».

En su discurso de cierre de campaña electoral, y tal como publica el periódico Granma en su edición del 2 de julio de 2018, López Obrador dio señales claras de cómo sería su labor: «nuestro gobierno respetará a todos, pero dará preferencia a los pobres. Lo haremos como siempre, por convicción, pero también porque en una sociedad desigual como la nuestra es casi imposible conseguir la paz sin que haya justicia y bienestar».

Entre las principales propuestas de la agenda del mandatario anfitrión se encuentran luchar contra la corrupción, insertar en los estudios a cientos de miles de jóvenes excluidos, integrar a miles de docentes y otorgar becas para la superación, combatir la pobreza (garantizar acceso a derechos básicos), sembrar un millón de hectáreas de árboles frutales y generar empleos en ese ámbito, y acelerar transición a energías renovables, entre otros propósitos.

Diez meses después de haber tomado posesión, López Obrador ostenta la honestidad y el liderazgo como sellos en su ejecutoria presidencial y ha alcanzado una alta aprobación de la ciudadanía. A partir de ahora —luego de la primera Visita Oficial que hace un Jefe de Estado a México desde que AMLO es Presidente, la de Díaz-Canel Bermúdez— vendrán otras que ya están anunciadas.

De ahora en lo adelante, aunque esta reportera no fue testigo de las conversaciones oficiales de este jueves, un asunto sigue estando intacto: seguirá creciendo la voluntad de ayuda mutua entre dos naciones que nunca podrán ser separadas.

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