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Un flagelo que persiste: la crisis alimentaria mundial

Durante esta jornada se realizaron más de 500 actividades en unos 150 países con el objetivo de sensibilizar a gobiernos, empresas, organizaciones de la sociedad civil y los pueblos en sentido general a incrementar sus esfuerzos en la lucha para combatir el hambre

Autor:

Bertha Mojena Milián

«La transformación de los sistemas agroalimentarios acelera la acción por el clima» es el tema a discusión del Foro Mundial de la Alimentación que se inició este lunes en la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), entidad que convoca al evento que sesionará hasta el 20 de octubre.

Se prevé que al encuentro asistan unos diez mil líderes, expertos y representantes de instituciones internacionales para dialogar sobre inclusividad, innovación y enfoques basados en datos objetivos e inversiones concretas en los países, a la vez que tendrán lugar Foros relacionados a la Juventud, la Ciencia e Innovación, la Inversióny la Iniciativa Mano de la Mano, precisó un comunicado de la FAO.

Durante la jornada inaugural estuvieron presentes –entre otras personalidades - el director general de la FAO, Qu Dongyu, el presidente italiano, Sergio Mattarella y el de Irlanda, Michael Higgins.

Cada 16 de octubre se celebra del Día Mundial de la Alimentación, a propósito del aniversario de la FAO y este año se dedica a concientizar acerca de: «El agua es vida. El agua nutre. No dejar a nadie atrás».

El llamado del Papa Francisco

Un llamado «a pensar y actuar en términos de comunidad, de solidaridad, tratando de dar prioridad a la vida de todos por encima de la apropiación de bienes por parte de algunos», realizó el Papa Francisco este lunes en una misiva en ocasión del Día Mundial de la Alimentación.

En el texto, el Sumo Pontífice lamentó el hambre y desnutrición que afectan a millones de personas, calificándolo como «una coyuntura en la que la miseria y el desaliento no dan tregua a numerosos hermanos» y aseguró que un mundo muy interdependiente «no puede darse el lujo de dividirse en bloques de países que promueven sus intereses de forma espuria y sesgada».

«La condición de hambre y desnutrición que hiere gravemente a tantos seres humanos, es el resultado de un inicuo cúmulo de injusticias y desigualdades que deja a muchos tirados en la cuneta de la vida y permite que unos pocos se instalen en un estado de ostentación y opulencia», agregó.

Para el Pontífice, esta situación no solo se aplica a los alimentos sino también a todos los recursos básicos, cuya inaccesibilidad para muchas personas representa una afrenta a su dignidad intrínseca, «un insulto que debería sonrojar a toda la humanidad y movilizar a la comunidad internacional».

Consideró que nunca antes ha sido tan urgente convertirnos en promotores del diálogo y artífices de la paz pues «asistimos a una escandalosa polarización de las relaciones internacionales debido a las crisis y enfrentamientos existentes».

El tema central de esta jornada mundial también fue recordado por el Jefe de la Iglesia Católica, quien señaló que el acceso al agua «es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la supervivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos».

Una alerta imprescindible no fue soslayada por el Papa, cómo se desvía hacia la producción y el comercio de armas ingentes recursos financieros y tecnologías innovadoras que podrían emplearse para que el agua fuera fuente de vida y progreso para todos y agradeció a la FAO por sus esfuerzos para promocionar el desarrollo agrícola, una nutrición sana y suficiente para cada persona y un uso sostenible del agua.

En su mensaje, el papa Francisco convocó a los organismos internacionales, gobiernos, sociedad civil, empresas, instituciones académicas y de investigación, a «aunar voluntades y sumar ideas para que el agua sea patrimonio de todos, se distribuya mejor y se gestione de forma sostenible y racional».

Las acciones y alertas de la vía campesina

Durante esta jornada se realizaron más de 500 actividades en unos 150 países con el objetivo de sensibilizar a gobiernos, empresas, organizaciones de la sociedad civil y los pueblos en sentido general a incrementar sus esfuerzos en la lucha para combatir el hambre.

Entre ellas, destaca una Acción Internacional por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos contra las Transnacionales, convocada por la Vía Campesina –organización internacional que aglutina a 200 millones de campesinas y campesinos de más de 80 países– para lograr una movilización lo más amplia, activa y descentralizada posible sobre estos temas.

En el sitio web de la organización se confirma, además, la realización en la primera semana de diciembre próximo, de su 8va Conferencia Internacional en Bogotá, Colombia, con la participación de 500 delegadas y delegados de las para analizar como tema principal: «Frente a las crisis globales, construimos soberanía alimentaria para asegurar un futuro para la humanidad».

El movimiento de pequeñas y pequeños productores ruralesconsidera esta Conferencia como una oportunidad para ratificar la denuncia del control de los sistemas alimentarios en manos, fundamentalmente, de las transnacionales del agronegocio, «un entramado corporativo global que está intensificando el hambre de millones de personas en el mundo, así como la masificación de la desnutrición como enfermedad crónica de las nuevas generaciones».

La Vía Campesina (LVC) considera inaceptable que cada vez haya más personas que pasan hambre y que la inseguridad alimentaria se intensifique y afecte a un tercio de la población mundial y recuerda que las crisis globales y los grandes desplazamientos migratorios que afectan a millones de personas se producen en un contexto de crisis climática, de alimentos y medioambiental que golpea a toda la humanidad.

Más que cifras, realidades :

 En 2022…

  • Padecieron hambre en todo el mundo entre 691 y 783 millones de personas: 122 millones más que 2019.
  • Unos 2 400 millones (el 29,6 por ciento de la población mundial) experimentó inseguridad alimentaria, unos 900 millones de forma grave.
  • El drama de la inseguridad alimentaria afecta particularmente a las mujeres y a las comunidades rurales. En 2022 golpeó a un 33,3 por ciento de las personas adultas en zonas rurales (más que el 28,8 por ciento en zonas periurbanas y el 26,0 por ciento en zonas urbanas).
  • Aunque en igual periodo se logró cierto progreso en la reducción del hambre en América Latina y en parte de Asia, siguió aumentando en Asia occidental, la región del Caribe y África en su totalidad.
  • Paradójicamente, los efectos más perversos de la falta de alimentos se producen en las regiones campesinas, escenario donde teóricamente se originan los productos alimenticios básicos.
  • 148 millones de niños y niñas menores de cinco años sufrieron retrasos de crecimiento debido a dietas insatisfactorias. En tanto, 45 millones padecieron emaciación y 37 millones, sobrepeso.
  • 2 400 millones de personas viven en países con estrés hídrico, porque la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible durante un periodo determinado o su uso se ve restringido por su baja calidad.
  • 600 millones dependen de los sistemas alimentarios acuáticos, quienes hacen frente a la contaminación, la degradación de los ecosistemas y los efectos del cambio climático.

Fuente: Informe «2023: El Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo», publicado por cinco agencias de las Naciones Unidas bajo la coordinación de su Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

 

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