Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Un gran proyecto que va de hermoso a desastroso empantana a Trump

Hubo resistencia en algunos republicanos a darle el Sí, pausas en debates y votaciones, pero las exenciones fiscales para los más ricos y una jugosa y aumentada cuenta de gastos para el Pentágono, así como recortes para muchos de los programas que atañen directamente a la población y a las energías limpias, mueve la política estadounidense

Autor:

Juana Carrasco Martín

 

 

Ese meme de un Donald Trump escribiendo una carta en la que dice: «Querida mamá, esta semana logré que todo el mundo te mencionara…», refleja más que cualquier otra descripción las angustias provocadas por el presidente de EE. UU. y su «Grande y hermoso proyecto de Ley», tanto en sus opositores demócratas como en unos republicanos que estuvieron vacilantes ante la disyuntiva de seguir la línea dictada por el casablanquino o los intereses de sus electores, sin saber cuál es el mejor camino a tomar para garantizar en el próximo año su reelección al Congreso.

Trump les había puesto como meta aprobar el enorme y complicado presupuesto, contenido en un documento de casi 900 páginas, para él anunciarlo a bombo y platillo el 4 de Julio, la fecha nacional; pero el miércoles 2, había dilaciones en la votación, porque todavía no se garantizaba en la Cámara de Representantes los suficientes votos, para la aprobación de la versión concertada con el Senado, entre los republicanos dudosos y las ausencias a la sesión, para poder superar el obstáculo procesal y pasar a la votación última y clave. Y Trump esperaba, de seguro impaciente, bolígrafo en ristre para firmarla.

Dicen testimonios diversos que los republicanos de línea dura entraban y salían del hemiciclo y de las oficinas de los legisladores, se sucedían los conciliábulos, era evidente la agitación, pero Steve Scalise, el republicano por Luisiana que es líder de la mayoría republicana, aseguraba que el clima había retrasado los vuelos de algunos de sus correligionarios. ¡Por fin!, el jueves, los republicanos de la Cámara de Representantes —con la excepción de dos de ellos Brian Fitzpatrick, de Pensilvania, y Thomas Massie, de Kentucky—, dieron el visto bueno final a la ley presupuestaria que fue rechazada por todos los demócratas y que la representante demócrata Ilhan Omar calificó como «una de las leyes más crueles e inmorales que el Congreso haya votado jamás», porque impondrá recortes devastadores a Medicaid, a la asistencia nutricional federal, a las iniciativas de energía limpia y otros programas con el claro objetivo de concederles a los ricos nuevas exenciones fiscales.

Trump, con la sombrilla de bombardeos B-2 sobrevolando la Casa Blanca, firmó su catastrófica Ley. El gran ganador fue la industria militar y todo ese complejo que estremeció en su tiempo a Dwight Eisenhower, y esto no es novedad en Estados Unidos, aunque sí para una administración que sustentó su campaña electoral como los propiciadores de la paz mundial y la capacidad de lograr la eficacia gubernamental arremetiendo contra el despilfarro de los fondos públicos. Puras falsedades…

Los dineros destinados al Departamento de Defensa, aunque en realidad es el que hace las interminables, casi perennes, guerras de Estados Unidos, estaban abultados como de costumbre, y los representantes republicanos se encargaron de agregarles 150 000 millones de dólares más, pero se quedaron cortos porque el Senado le otorgó 156 000 millones de dólares.

Ni crean que eso le hizo mella a la promesa y vergüenza de Trump, habida cuenta de que tan solo en el golpe que ordenó contra las instalaciones nucleares de Irán, basado en la mentira de que la nación persa tendría en pocas semanas la bomba nuclear y ello afectaría a la seguridad estadounidense. 

Estos fueron parte de los gastos solo en municiones: utilizó 93 interceptores de su sistema antimisiles THAAD para defender a Israel de los proyectiles balísticos iraníes a 13 millones de dólares por interceptor lo que da un costo de 1 250 millones; según el diario Haaretz, el ejército israelí también utilizó sus interceptores Arrow 2 y Arrow 3, de producción conjunta con EE. UU. lo que elevó a 1 500 millones ese acápite.

Haaretz obtuvo estas cifras utilizando videos de código abierto que mostraban el lanzamiento de 84 interceptores desde Israel durante ocho salvas de misiles iraníes. Extrapolando a partir de ahí, el documento estimó que Estados Unidos e Israel lanzaron unos 195 interceptores, incluidos 93 THAAD, 80 Arrow 3 y 22 Arrow 2.

¿Y cuánto fue el costo presupuestal de las 12 bombas antibúnkeres GBU-57 cifradas en unos 3,5 millones de dólares cada una, lanzadas desde seis bombarderos furtivos B-2 Spirit, que tienen un precio de fabricación por unidad de 2 000 millones de dólares, y volaron desde el estado de Missouri en el mismo centro de EE. UU., cuando cada hora de misión roza los 200 000 dólares de gasto en combustible, mantenimiento, reprogramación y recambios?

Además, en lo que han calificado como una de las operaciones aéreas más espectaculares del siglo XXI, participaron 125 cazas, la Quinta Flota como apoyo y la Séptima Flota para despistar al «enemigo» sobre los movimientos aéreos.

Las encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses, incluidos muchos republicanos, no apoyan la intervención en el extranjero. La creciente oposición a nuestra política exterior hiperintervencionista es fácil de entender, decía el excongresista texano Ron Paul en un artículo.

Por demás, Trump ha decidido emplazar tropas en la extensa frontera sur y federalizar a la guardia nacional como el despliegue inaudito contra civiles estadounidenses que protestaban en Los Angeles la persecución a los migrantes sin documentación, lo que ha sido visto por buena parte de los estadounidenses como un abuso a sus libertades constitucionales y expresión inequívoca de racismo y discriminación contra la población de origen latino.

Esa militarización que ahora se refuerza, es parte esencial de la deuda pública de EE. UU., y para reducirla —lo que parece ser totalmente infructuoso— solo se les ocurre la reducción de los gastos en salud, educación, ayuda a los más vulnerables… Vaya manera de Hacer Grande a América (Estados Unidos) o América (Estados Unidos) Primero.

Pero la política trumpiana mantiene el intervencionismo en sus propósitos, continúa buscando «cambios de régimen» donde quiera que no respondan a sus requerimientos político-ideológicos imperiales.

Una cosa queda clara, el Gran Proyecto de Ley de Trump elevó el presupuesto militar a más de 1 billón de dólares para 2026. Ahí entra su sueño demencial de un «Domo Dorado» para la guerra espacial todo en nombre de la seguridad nacional.

Una vez más, el pueblo estadounidense es burlado.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.