Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

«Toitico» para Tony

Autor:

Nyliam Vázquez García

Han sido 15 cumpleaños distintos. Llevan la marca de la reja, de la rutina de una prisión inmerecida, de la ausencia. Antonio Guerrero amaneció hoy a sus 55 años de vida. Otra vez no podrá besar a su madre, abrazar a sus hijos, bromear con sus sobrinos, darle en persona una tarea nueva a su hermana, hacer la fiestecita en casa, bailar…

Aun así, será un día fecundo, como cada jornada, porque para eso a Tony le sobra sensibilidad y entrega. Como es habitual, seguro se levantó a las 5:30 a.m. Quizá, como el año pasado, el oficial abrió las rejas 15 minutos pasadas las seis. No habrá cake, fiesta, música para bailar, no habrá abrazos; pero no faltarán las felicitaciones desde los más lejanos rincones del planeta. El buzón de Tony se cargará de letras entrañables y ese es el único modo «permitido» de sentirse abrazado, acompañado.

A pesar de la injusta circunstancia, habrá copas que se junten a lo largo del planeta, habrá cake, será posible compartir una alegría parecida a él mismo, porque no se cansa de soñar, porque ahí están sus lecciones de optimismo. Habrá fiesta, porque un hombre bueno merece celebrarse. Sobre todo, como cada año, no faltarán las cartas, los mensajes, las letras, muchas letras cargadas de amor para Tony. El año pasado, él contó:

«Esta semana, particularmente, me han llegado numerosas cartas desde todos los rincones del mundo. El martes 15 eran casi 30. Las entregan antes del conteo de las 4:00 p.m. Cuando mi compañero de celda me vio llegar con aquel bulto de cartas, al que se sumaban periódicos, en el tono de su país natal, Puerto Rico, solo atinó a decirme: ¡¿Toitico eso es tuyo?!».

Este 2013 seguro que su compañero de celda tendrá que repetir la cara de asombro y la frase. Tony, con su humildad, quizá no le cuente que «toitico» y más es para él, que sus ideales lo sostienen, que su familia está aunque no esté, que sus hijos le dan razones para sentirse orgulloso, que sus amigos no dejan de conmoverlo con pequeños y grandes gestos, que personas a las que tal vez nunca podrá estrechar entre sus brazos recordarán la fecha en que nació, la fecha en la que por partida doble es feliz, porque este día también nació Gabriel, el más pequeño de los Guerrero. Él, como siempre, hará el esfuerzo por llamarlo y en breves minutos felicitarse mutuamente.

Mientras el padre vive, como lo dejan, sus 55, Gabo (como le dice cariñosamente la familia) celebra sus 21, extraña a su padre, añora esa fiesta gigante donde lo verá bailar y sigue ensimismado, pensando a ese hombre con el que no ha podido vivir todo lo que desea.

«Me sorprende la constante felicidad que transmite a los demás para que uno no se sienta preocupado. Siempre está pendiente de la Universidad, de mi abuela, de las cosas que pasan por la casa, y eso hay que valorarlo mucho, porque saca fuerzas de esa situación tan difícil», expresó Gabriel en 2012.

Hay que impedir que el hijo de Mirta, el hermano de Maruchi, el padre de Tonito y Gabriel, siga cumpliendo la condena impuesta. Hay que traerlo cuanto antes para que pueda vivir su cumpleaños en casa, rodeado de los suyos, tirando sus pasillos con la salsa que tanto disfruta, y que reciba por fin «toiticos» los abrazos que crecen y aguardan el regreso.

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