Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Bitácora de afectos

¿Qué quedó de la expedición educativa de Senti2Cuba a Baracoa? Dejemos a sus protagonistas contarlo a su manera…

Autor:

Mileyda Menéndez Dávila

 

De estos Senderos volvemos con más carga espiritual de lo que llevamos en donaciones. FOTOS: Adrián Juan Espinosa.

Congeniar a través de redes no garantiza que luego resulte. En físico nos conocíamos algunos, pero el reto era compartir esos días en armonía. Y se logró. El grupo fue espacio seguro y respetuoso de cada individualidad, el compañerismo fue vital tanto en la escalada al Yunque como a la hora de compartir hasta un paquete de galletas. Desde lo personal les agradezco a todos por hacerme sentir que la humanidad no es eso perdido que muchos pesimistas manifiestan.

Trabajar con niños y adolescentes resultó para mí toda una revelación. Imaginé caritas penosas y respuestas entrecortadas, recibí en cambio una avalancha de entusiasmo que me hizo disfrutar cada intervención, dónde también se sumaron nuestros niños: Diana preguntando todo el tiempo ¿Y yo qué tengo que hacer?, Diego haciendo su postalita, y Amaya asegurando que aquellos adolescentes de una agreste zona de Cuba estaban más preparados en temas de sexualidad que los de su escuela espirituana.

De la casa de los abuelos, lo más destacado para mí fue conocer una señora que con 95 años declama poemas mezclados con recuerdos de su juventud, y manifiesta cómo una actitud positiva ante la vida es el secreto para la longevidad. De las escuelas y comunidades queda esa sensación de sinergia, dónde cada uno se volvió útil y vital para el proyecto. (Taimy Bautista, artista de la plástica y gestora de redes de Senti2Cuba, Camagüey).

A este Sendero fuimos con la expectativa de dar afectos y enseñanzas de sexualidad y temas afines, como la violencia de género, la drogadicción, la intimidad responsable… Sin embargo, creo que los más beneficiados fuimos nosotros: ha sido tan reconfortante, regocijante, inspirador y emocionante ver la humildad con que nos recibieron esas personas, que con una sonrisa sincera y todo el amor del mundo nos entregaron todo lo que tenían en su corazón y en sus manos (…) y nos demostraron que con resiliencia y voluntad se puede uno sobreponer a las dificultades y vivir una vida amigable con el entorno. (Abel Ávila, abogado y auditor, La Habana).

Increíble comprender lo real maravilloso de esta Isla llena de encantos. Cómo a pesar de los años en aquel rinconcito de tierra siguen haciendo las cosas como lo hacían los aborígenes, y cómo sigue siendo la tierra más hermosa que ojos humanos han visto (…). Del grupo, admiro cómo vamos incorporándonos a la labor de compartir saberes, de aprender haciendo. (Máster Marisol Bello, economista, fundadora de Senti2Cuba, La Habana).

El yoga como camino para evitar la violencia y controlar las emociones.

Baracoa fue un sueño logrado. (…) lo más bello que he visto, desde sus paisajes, su historia, la forma de cocinar, ¡el cacao!, su gente, que no se han desarraigado de sus ancestros y su identidad, y ese es un logro muy grande. (Maura Villalobos, economista, seguidora, además, de la columna Tecla del duende. Ciego de Ávila).

La experiencia del viaducto la Farola fue interesante, por momentos se disfruta el paisaje y en otros se tensan los músculos (…) La naturaleza es increíble, su verdor, su belleza, el aire limpio (…) Agradezco mucho la posibilidad de traer a mi niña: me permitió tener un viaje solo nuestro, íntimo, volver a conectar entre nosotras. (Tatiana Águila, bioquímica, técnica del CIGB en Sancti Spíritus).

Desde adolescentes leí el diario del viaje que otros jóvenes aventureros hicieron sobre Baracoa. Quedé encantada con sus descripciones, tanto que sentía en mi corazón que ya conocía ese lugar, y mi propio viaje a La Primada lo coloqué no entre mis sueños, sino entre las intenciones que sin dudas cumpliría.

También quería que mis hijos salieran del rol de víctimas de las fatalidades genéticas y dejarán de centrarse en sus necesidades educativas especiales, y la forma de lograrlo era que ellos sirvieran a otros, que dieran a otros, a partir de sus talentos, su alegría, su vitalidad y su corazón (…).

Lo que vi en Baracoa fue un pueblo orgulloso y defensor de sus riquezas, que nos las exhibieron y compartieron con tanto sentido de autenticidad y pertenencia como el más dichoso de los anfitriones (…). Sí, llevamos conferencias, conocimiento, recuerdos afectivos hechos a mano y alguna que otra muestra de solidaridad; pero me voy con la firme convicción de que ellos nos dieron a nosotros muchísimo más, de una forma que no podremos retribuirle, sino en agradecimiento eterno y en el amor que sembraron en nosotros por su tierra.

Me llevo de este viaje mucha belleza, sabiduría y mil cosas más que cambiaron mi visión del mundo, incluyendo ver la felicidad de mis hijos y lo perfectos que son, más aún en el ambiente correcto. (Máster Mireya Beltrán, Mirebel para Senti2Cuba, sicóloga y siquiatra comunitaria, La Habana).

Para Diana y Amaya, ser útiles fue mejor que jugar a ser princesas.

El proyecto Senti2Cuba, desde mi punto de vista, no solo es enseñar sobre educación sexual y temas afines, sino conocer un poquito más los lugares donde intervenimos (…) Esta visita a Baracoa fue todo: conocer su historia y su gente, sus tradiciones, su idiosincrasia, su cultura culinaria, como el Bacán (primera vez que lo comía), ir a la finca de la Reina del cacao y conocer de primera mano cómo se hace el chocolate. Era un sueño subir El Yunque, lugar insignia de la localidad.

Este viaje me permitió adentrarme en las comunidades, centros educacionales, hogar materno y casa de abuelos, para así llevarme un recuerdo más amplio y no solo quedarme con la parte bonita de la ciudad. (…) El hogar materno tenía muchas adolescentes embarazadas, una de ellas traía gemelos y ya era madre; eso da la medida de que hay que trabajar más para prevenir esos embarazos. (Rodin Cabrera, bibliotecólogo, gestor de redes y fundador de Senti2Cuba, La Habana).

Esta gira para mí va a ser inolvidable. Visitamos lugares claves y me voy muy satisfecha porque he aprendido muchas cosas que en mi larga vida no las conocía. (Arminda Madrigal, jubilada, 77 años, coordinadora de la Tecla del Duende en Sancti Spíritus).

Aunque no lo parezcan, estos viajes son un proceso de autodescubrimiento y sanación. Siempre la mente va a elegir lo seguro, la rutina, lo conocido, y romper con todos esos patrones es clave, ya que te desafía y te hace crecer. ¿Cuántas cosas no hicimos que jamás pensamos que pudiéramos ser capaces? (…) El servicio es una gran limpieza, porque al servir a los demás, trabajamos en nosotros mismos: cada acto, cada palabra, cada gesto de compasión genuina también nutre naturalmente nuestro corazón.

Lo que más me llamó la atención de Baracoa es su gente especial, resiliente, que en vez de preocuparse se ocupan, y llenan de cultivos cada pedacito de tierra alrededor de sus casitas. (Alain Ávila, farmacéutico, masajista e instructor de yoga kundalini, La Habana).

Equipo de Senti2Cuba con directivas del preuniversitario baracoense Julio Antonio Mella.

 

Mirada de Novatas

Del trabajo en Baracoa quedé complacida porque se cumplió el objetivo. Llevamos un corazón lleno de experiencia para compartir, pero no regresamos vacíos, sino rebozados de
emociones, alegrías y vivencias. (Thailí Noa, Fire en Senti2Cuba, ortopedista y embajadora de la iniciativa Copas para Cuba, La Habana).

Este grupo y este viaje son todo o, digamos, que mucho de lo que yo he querido siempre para mí, porque me ha permitido formar parte de algo, ser útil, conocer y/o disfrutar de otras cosas. (Dayamí Scull, perito criminalista, Matanzas).

Me sentí muy feliz por la aceptación tan natural y respetuosa del grupo a las diferencias de hábitos y comportamientos. Ver a los hijos de Mirebel sueltos y felices, disfrutando el momento, me ha impresionado mucho. También el cuidado de ella y su madre, esa combinación de saber cuándo limitar o sostener, y cuándo soltar y dejar que fluyan, confiar…

Me quedo con el buen bailar y gracia de Antonio. Las bellas fotografías, el foco y el silencio de Adrián. La gracia, apertura y claridad al explicar las cosas de Fire. La relación tan amorosa y cuidada de Tatiana con Amaya. Me quedo con las ganas de crecer y superarse de Daya. La resiliencia de Maura y su compartir con todos lo que tiene. Marisol con su fidelidad, el dar espacio, respetar diferencias, criterios certeros. De Alain, su amor por el yoga, su oratoria, sus ganas de aprender de las tradiciones culinarias. Abelito el que resuelve y carga de todo para sus amistades. Rodin con sus fotos y su buen apetito. De Taymi, su aceptación y superación personal, su cuidado. Eglys y su sensibilidad. Edgar aprendiendo y asimilando todo. Arminda observando y aconsejando desde la retaguardia. Me encantó la Ñañi con su sentido del humor que alegra y motiva, y de Mirna su apoyo total, su gestión, su puntualidad, su afán porque experimentáramos lo más posible y lo mejor, su buen periodismo en La Voz del Toa y su sinceridad. (Katia Peón, instructora de la fundación el Arte de vivir, La Habana).

Transporte Escolar y los colegas de La Voz del Toa fueron esenciales en este Sendero. FOTOS: Adrián Juan Espinosa.

Nunca supe qué tan bueno es lo desconocido hasta que los encontré a ustedes (…) Amé cada uno de los abrazos, cada lágrima derramada con amor después de una anécdota o historia de vida (…) No digo nombres porque no quiero celos, pero todos tienen una camita en el manicomio de mi corazón. (Serdania Cardoza, Ñañita para los seguidores de Senti2Cuba, profesora de Historia, Baracoa).

 

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