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La prestigiosa institución se encuentra inmersa en un programa de reparación y contará en lo adelante con renovadoras propuestasAdentrarse en el Museo de la Revolución, en la capital del país, y recorrer sus pasillos es navegar en la historia de esta heroica nación. El busto del Apóstol José Martí, la Bandera de la Estrella Solitaria e impactos de balas de los sucesos del 13 de marzo de 1957, dan la bienvenida a este centro, que atesora la rica memoria cubana.
Sus más de 30 salas de exposición guardan alrededor de 9 000 piezas museables de distintas etapas de la lucha independentista. La cuantía y el valor de sus colecciones, como la constante labor cultural, histórica y política que realiza, hacen de este museo el más importante del país.
Este 12 de diciembre cumple casi tantos años como la propia Revolución, 49 para ser exactos, razón por la que sus trabajadores preparan un amplio programa de actividades y se proyectan los festejos del próximo 2009.
La institución vive un proceso de reparación que contempla el mejoramiento de la fachada, el rediseño de las funciones del museo y sus áreas, el acondicionamiento de las salas expositivas y, para cuando se terminen las obras, la aplicación de nuevas tecnologías.
Las obras constructivas son asumidas por el Complejo de Museos Históricos-Militares y la Oficina del Historiador de la Ciudad. No obstante, los museólogos del centro trabajan en proyectos para la renovación de las salas expositivas, las que abarcan cada etapa de la historia patria.
«Estos proyectos comprenden nuevas facilidades y soluciones arquitectónicas para las personas con discapacidad, la inauguración de una sala para exposiciones temporales, otra para actividades culturales, la introducción de computadoras para que el visitante indague sobre los hechos históricos expuestos, así como la ambientación de la Terraza Norte», reseñó José Andrés Pérez Quintana, director general del museo.
El directivo precisó que durante el proceso de restauración el museo permanecerá abierto y mantendrá sus servicios, al tiempo que destacó que en este 2008 han recibido la visita de más de 300 000 personas, entre cubanos y extranjeros.
«Nuestro objetivo primordial es preservar el patrimonio y el legado de la Revolución Cubana», precisó Pérez Quintana.
«Con motivo de este nuevo aniversario, el día 12 de diciembre comenzaremos, con una diana mambisa a las diez de la mañana, y un acto político-cultural. Durante el resto del día se realizará una guardia de honor en la Llama Eterna a los Héroes de la Patria Nueva», adelantó el directivo.
El programa de actividades del próximo año prevé presentaciones de libros cada mes, un evento sobre museología y el reconocimiento a los colaboradores del museo.
También se efectuarán ciclos de conversatorios, conferencias y exposiciones temporales. Entre estas últimas resaltan por su relevancia la ambientación de las acciones del 13 de marzo en sus escenarios del Palacio, otra con testimonios gráficos de la historia del edificio, la exposición de los tesoros del museo que no se exhiben, así como, para finales de 2009, una sobre el proceso de restauración que se desarrolla en el inmueble.
Además de las exposiciones permanentes, este centro divulga la historia de Cuba en las escuelas cercanas. Sus especialistas imparten conversatorios y conferencias a las nuevas generaciones, y los fines de semana cuentan con proyectos sistemáticos de divulgación cultural.
«Tenemos un amplio programa recreativo. Solamente en el 2008 hemos llegado a más de 120 000 personas con más de 600 actividades», señaló Nidia Hernández, especialista de la Dirección de Servicios Culturales del museo.
«El primer y segundo sábado de cada mes los trovadores se reúnen en las peñas Te doy otra canción y Eterna Juventud, respectivamente; este último constituye un espacio donde se encuentran las personas de la tercera edad».
Mediante Decreto Ministerial No.17, del 12 de diciembre de 1959, firmado por el entonces Ministro de las FAR y actual Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Raúl Castro, se creó el Museo de la Revolución.
El Castillo de la Punta y la base del Monumento a José Martí en la Plaza de la Revolución fueron los primeros lugares donde se ubicó este museo, hasta que el 4 de enero de 1974 se inauguró una exposición en su actual sede, el antiguo Palacio Presidencial.
Considerado el centro de la corrupción política administrativa de la República neocolonial, este inmueble comenzó a construirse el 4 de febrero de 1913 y se inauguró el 31 de enero de 1920.
