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Carlos Celdrán, director del grupo Aire Frío. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:18 pm
Argos Teatro ha comenzado el año con una versión de Aire Frío, la obra de Virgilio Piñera que refleja con mayor intensidad la vida cubana. Es el homenaje de la compañía al dramaturgo en su centenario, con funciones que se mantendrán hasta marzo y transcurren en la sede de Ayestarán y 20 de Mayo, en La Habana, de viernes a domingo.
Juventud Rebelde conversa con Carlos Celdrán, director del grupo, recién levantado después de una de las tensas y emotivas presentaciones de la víspera.
—¿Qué tiene Argos Teatro de Virgilio Piñera?
—Virgilio, como escritor, siempre ha estado presente en mí. He leído mucho su poesía, los cuentos y su teatro, por supuesto, lo tuve que estudiar minuciosamente. Este año, Virgilio llega a Argos Teatro por primera vez como autor, con su universo tan personal. Creo que él es el gran dramaturgo de este país y su obra es insignia para todos. Mi compañía y yo la conocemos muy bien y siempre nos ha acompañado, pero este es el momento en que le ha tocado subir al escenario y estar en cada presentación con nosotros.
—Usted proviene de Teatro Buen Día. ¿Qué tiene Argos de esa experiencia?
—Fue mi escuela y el lugar donde comencé una vez graduado del Instituto Superior de Arte. Podría decir que fue el espacio donde me formé como teatrista, tanto profesionalmente como éticamente. Allí encontré las dos líneas convergentes del teatro: la técnica artesanal y la ética profesional.
—¿Cómo se las arregla un teatro que nació con actores muy jóvenes y en plena experimentación después de 15 años de madurez?
—Para mí ha sido todo un viaje. Una evolución larga, paulatina. Unos se han incorporado, otros se han ido, y otros somos los mismos desde el inicio, pero todos participamos de un lenguaje común. Hemos cambiado y reencontrado cosas ya olvidadas. Ha sido todo un camino de búsqueda y encuentros.
—¿Se puede ser maduro y experimental a la vez?
—Sí. En el escenario, en cada ensayo, en cada presentación, no se para de experimentar, o mejor dicho, de investigar. Para mí, el teatro es una investigación, pues no solo está asociado a una poética o a una visualidad o a un tipo de resultado escénico. La búsqueda de un comportamiento real, profundo, de un personaje en el escenario, requiere de investigación, y también uno busca conscientemente la forma en que el espectador debe captar el trabajo. Todo requiere análisis para lograr que el personaje llegue a entenderse con el ser humano. Y, además, siempre me propongo que haya química entre los personajes.
—¿Cómo ve al grupo Argos Teatro dentro de 15 años?
—No lo sé. El teatro siempre se mira en presente.
—En una sola palabra, ¿qué quiere transmitir en el escenario?
—Veracidad.
