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SEÚL, diciembre 23.— El ejército de Corea del Sur realizó este jueves otra demostración de fuerza ante la República Popular Democrática de Corea (RPDC) con la realización de maniobras con fuerzas aéreas y terrestres en una zona próxima a la frontera común, sumadas a los ejercicios navales que ya realizaba desde el miércoles, reportó PL.
Para las nuevas operaciones se movilizaron misiles antitanques, helicópteros, lanzacohetes múltiples y aviones de combate; en total, 105 tipos de armas, según informaron fuentes militares.
Cerca de 800 soldados participaron en estas maniobras, efectuadas en campos de tiro en Pocheon, en la provincia de Gyeonggi, y calificadas como las mayores de la historia del país en cuanto a potencia de fuego.
La RPDC denunció que Seúl presenta los ejercicios como regulares para ocultar su carácter ofensivo. Según la BBC, el ministro de Defensa norcoreano, Kim Yong-chun, aseguró que su país estaba dispuesto a iniciar una «guerra sagrada» y amenazó con utilizar el «disuasivo nuclear» ante la provocación del Sur.
El presidente sudcoreano, Lee Myung-bak, aseguró que su país lanzaría una «ofensiva sin piedad» si su territorio volviera a ser «atacado» por las fuerzas norcoreanas, en referencia al intercambio de disparos entre ambas partes hace un mes.
Los movimientos aéreos y terrestres que nuevamente elevan el tono de los intercambios entre Seúl y Pyongyang coincidieron con los ejercicios navales frente a la costa este, en los que participan seis buques y helicópteros antisubmarinos.
Las maniobras de este jueves estuvieron precedidas por una con fuego real realizada el pasado lunes en la isla Yonphyong, escenario de un incidente armado el 23 de noviembre que incrementó las tensiones en la península, y el cual Pyongyang calificó de provocación instigada por Estados Unidos.
Cinco días después, Seúl inició una serie de operaciones militares, las primeras de las cuales contaron con fuerzas del Pentágono, incluida la presencia del portaaviones nuclear George Washington.
Estas maniobras tienen lugar en medio de llamados de China y Rusia a mantener la calma y evitar acciones que puedan deteriorar aún más una situación al borde de la guerra, según se advierte.
