Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Combaten en Villa Clara las acciones delictivas

En Santa Clara en lo que va de año han sido esclarecidos la mayoría de los delitos de robo con violencia o intimidación a las personas

Autor:

Nelson García Santos

SANTA CLARA.— La víctima les pareció un manjar, tanto que no les importó cometer la fechoría a pleno sol y en un lugar nada apartado, pero les falló el cálculo.

Los dos delincuentes vieron venir a la mujer con la bicicleta de manos y su pequeño hijo en la parrilla, y sus ojos rateros descubrieron par de cadenas de oro. Ahora o nunca, se dijeron.

La suerte está con nosotros, razonaron casi seguro los ladrones, cuando apreciaron que Raisa Herrera detuvo la marcha para darle una confitura a su niño Randy, de ocho años. Ahí mismo se abalanzaron sobre ella.

Uno le arrancó las dos cadenas del cuello y el otro le arrebató la billetera que, por cierto, contenía su salario mensual, y que se le cayó al ladrón en la huida.

La mujer, sin reponerse del encontronazo que le causó leves lesiones, comenzó a pedir auxilio, y ante su desesperado reclamo acudieron en su ayuda jóvenes que jugaban béisbol en el estadio 26 de Julio.

Raisa les describió cómo iba vestido uno de los atracadores y les indicó por donde huyó este. La persecución concluyó cuando dos jóvenes apresaron a uno de los ladrones en un ómnibus de la ruta urbana número tres, en la cual pretendía escapar. El otro logró escurrirse en ese momento, pero más temprano que tarde tendrá que responder también ante la justicia.

El capturado intentó hacer resistencia, pero ante la resuelta respuesta no le quedó más remedio que confesar su participación en el hecho, al tiempo que vertía unas lágrimas de cocodrilo.

Luego, cuando lo montaron en el auto de la policía, se escucharon voces de condena de las personas allí presentes contra el delincuente y de reconocimiento a los muchachos que lo capturaron.

Estos rateros olvidaron cuánta gente está presta a impedir hechos como estos, que ponen en riesgo la vida de las personas.

Raisa confesó no sentir rencor por lo que le hicieron; solo una pena muy grande porque haya gente que se dedique a cometer esas fechorías y agradeció el gesto valiente de los jóvenes deportistas.

Al reflejar este hecho, la prensa local consignó que se han esclarecido en Santa Clara en lo que va de año la mayoría de los casos de este tipo de delito, catalogado como robo con violencia o intimidación a las personas.

En el Código Penal vigente conlleva una sanción de entre siete y 15 años de privación de libertad, que aumenta de ocho a 20, si los implicados causan lesiones a las víctimas.

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