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Acepta Cuba invitación de UE a negociar normalización de relaciones

Reitera el Ministro de Relaciones Exteriores que el diálogo debe estar basado en los principios de reciprocidad, pleno respeto a la igualdad soberana de los Estados y sus ordenamientos jurídicos, y la no injerencia en los asuntos internos. Condena, además, intromisión extranjera en Venezuela y Ucrania. Advirtió que en Cuba chocarán con una Revolución que sabe defenderse

Autor:

Jorge L. Rodríguez González

Cuba aceptó la propuesta de la Unión Europea (UE) de iniciar negociaciones sobre un acuerdo de diálogo político y de cooperación, anunció este jueves en conferencia de prensa el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla.

El Canciller indicó que «Cuba acoge con satisfacción» la propuesta de la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton, hecha el pasado 10 de febrero en una carta enviada al Ministro.

Ante la prensa nacional y extranjera, reunida en el teatro Camilo Cienfuegos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Rodríguez Parrilla valoró que esta propuesta del bloque de los 28 «significa el fin de las políticas unilaterales de la UE respecto a Cuba, y el inicio de negociaciones al respecto, lo que acabamos de hacer saber al Embajador de la UE en La Habana (Herman Portocarero)».

Reiteró que «Cuba actuará en el proceso que se avecina de manera constructiva» y considera que los principios acordados en octubre de 2008 para el diálogo político de alto nivel «tienen plena vigencia y deben seguir siendo el referente de nuestras relaciones».

Estas bases son: carácter incondicional, recíproco y no discriminatorio; pleno respeto a la igualdad soberana de los Estados, al marco jurídico y al ordenamiento institucional de las partes y en total apego al principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados, señaló el titular.

Rodríguez Parrilla enfatizó que las políticas unilaterales como la que aplica Estados Unidos contra Cuba, centrada en el bloqueo económico, político y mediático, anclada en la guerra fría, que viola los derechos humanos de los cubanos, provoca daños humanos incalculables, afecta gravemente nuestra economía, nuestro bienestar, nuestro nivel de vida y nuestro desarrollo y constituye un acto de genocidio «no funcionan, no funcionaron, no están funcionando y están condenadas al fracaso».

El Ministro consideró que la negociación que se avecina es una nueva etapa de «un camino largo» que comenzó en 1988, cuando Cuba hizo una propuesta similar a la Comunidad Europea, lo que «desde entonces siempre fue rechazado».

Al hacer un recorrido por estos 26 años, el Canciller resaltó la política unilateral impuesta en 1996 por el bloque europeo a Cuba a propuesta del entonces presidente del Gobierno español, José María Aznar, «cuyo borrador en inglés había recibido de Washington».

También destacó los intentos de la UE de imponer «sanciones incultas e inaplicables» en 2003, que fueron respondidas con el rechazo a toda fórmula de cooperación con ese bloque y con la cancelación, por parte de Cuba, de su adhesión al Convenio de Cotonou, relativo a las relaciones entre el conglomerado del Viejo Continente y países de Asia, Caribe y Pacífico.

Desde octubre de 2008, cuando el comisario europeo Louis Michel visitó la nación caribeña y se firmó una Declaración Conjunta para el restablecimiento de la cooperación, se han realizado cinco sesiones del diálogo político de alto nivel.

Además, 14 Estados Miembros de la UE firmaron Acuerdos Bilaterales de Cooperación y Memorandos de Entendimiento para intercambios políticos con Cuba, «totalmente recíprocos y respetuosos», dijo Rodríguez Parrilla.

El Canciller agradeció a la señora Ashton, a los Estados Miembros y a la Comisión Europea sus esfuerzos que culminaron en la propuesta del 10 de febrero pasado.

Un no a la injerencia en Venezuela y Ucrania

En otra parte de su intervención ante la prensa, el titular de Exteriores cubano condenó la injerencia extranjera, principalmente de Estados Unidos, contra Venezuela, donde la derecha violenta pretende derrocar al Gobierno legítimo de Nicolás Maduro, y en Ucrania, donde se depuso de forma violenta al Gobierno constitucional de Víctor Yanukovich.

Rodríguez Parrilla expresó el rechazo enérgico de Cuba a las resoluciones aprobadas por el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos y los intentos de injerencia de la Organización de Estados Americanos (OEA) contra Venezuela.

«Venezuela tiene todo el derecho a defender su independencia y soberanía», apuntó el Canciller, quien reiteró además la «invariable y plena solidaridad» de Cuba con la República Bolivariana de Venezuela y su Presidente constitucional Maduro.

Apuntó que la intromisión extranjera alienta la violencia de la derecha que «ha provocado muertes, heridos y destrucción» e impide al pueblo venezolano ejercer sus derechos.

Aseguró que los colaboradores cubanos «continuarán dando su contribución al bienestar del pueblo venezolano y cumplirán su deber bajo cualquier circunstancia».

Respecto a la crisis en Ucrania, indicó que «no puede aceptarse el derrocamiento de manera violenta de un Gobierno constitucional al precio de decenas de muertos y heridos mediante una intervención de Estados Unidos y algunos de sus aliados de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) mediante amenazas a la integridad de los ciudadanos por su origen nacional y la destrucción de instituciones y entidades legítimas y jurídicamente reconocidas».

Comentó que los gobiernos que hoy amenazan a Rusia con sanciones y represalias, son los mismos que «precipitaron un cambio de régimen en Ucrania y antes lanzaron guerras de conquista, interfieren o intervienen directamente en los asuntos internos de diferentes Estados que no se avienen a sus intereses de dominación y que defienden su soberanía e independencia».

El titular advirtió de los peligros y la grave amenaza a la paz, la seguridad y la estabilidad internacionales que entrañan los intentos de «extender la OTAN» hasta las fronteras de Rusia.

«La historia exigirá responsabilidad a los Estados Unidos y sus aliados por las consecuencias de una doctrina militar cada vez más ofensiva fuera de las fronteras de la Alianza del Atlántico Norte, que amenaza la soberanía y la independencia de todos los Estados y constituye una violación flagrante del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas», aseveró.

El jefe de la diplomacia cubana se refirió a la Circular de Enfrentamiento 18-01 de las Fuerzas de Operaciones Especiales norteamericanas, publicada en noviembre de 2010, bajo el título La Guerra no Convencional, que describe las maniobras subversivas empleadas para derrocar a los gobiernos. Estas acciones están encaminadas a atacar y degradar la moral, la fuerza política, psicológica, económica y militar de los gobiernos que consideran adversarios.

Asimismo buscan socavar el poder de un ejecutivo al divulgar que es incapaz de gobernar con efectividad, utilizando el apoyo de un socio de coalición o un tercer país para debilitar y restarle legitimidad. La receta también tiene entre sus ingredientes la provocación de eventos catalizadores y la creación de condiciones favorables para la intervención mediante el boicot, el sabotaje, la propaganda, aun en ausencia de hostilidades declaradas, explicó Rodríguez Parrilla.

«¿Pueden Estados Unidos y la OTAN dar garantías de que el uso de la fuerza y estos conceptos de guerra no convencional no son aplicables y no se aplican hoy contra Venezuela, Cuba y otros países de América Latina y el Caribe, proclamada Zona de Paz en la II Cumbre de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños)? ¿Qué opinaría la Unión Europea? ¿Qué harían las Naciones Unidas?», emplazó el Canciller.

«Los que deliran con el éxito en Cuba de estas formas de guerra y sus agentes pagados internos, chocarán con una Revolución que sabe defenderse y con el poder político y la soberanía que como principal conquista, ejerce nuestro pueblo», subrayó el ministro Bruno Rodríguez Parrilla.

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