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Artemisa.— Reducir a la mínima expresión el riego en los municipios de Bauta, Caimito y San Antonio de los Baños, los tres sobre la cuenca del Ariguanabo, así como restringir la entrega de tierras en esta zona solo para frutales y forestales, son algunas de las medidas adoptadas por la Agricultura en esta provincia para mitigar el impacto de la sequía.
Jesús Mayoral, director provincial de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico, ratifica que está garantizada en los embalses el agua de abasto a la población hasta diciembre; no obstante, se buscan alternativas para los lugares menos favorecidos con las precipitaciones.
Ilustrativo del fenómeno de la sequía son los registros de lluvia del primer semestre: en todos los municipios los números estuvieron por debajo de la media histórica. La situación más crítica la tienen Bahía Honda, Candelaria y San Cristóbal, con déficits superiores a los 300 milímetros en los acumulados de precipitaciones.
La escasez de lluvias ocasiona que, de los siete sectores hidrológicos monitoreados en la provincia, estén en situación desfavorable las cuencas Corojal, Norte de Artemisa y Ariguanabo, la última de interés nacional, pues abastece a municipios de la capital. Asimismo, están afectados los embalses San Julián y Combate de Río Hondo, de San Cristóbal.
Según Carlos Manuel Antela, director técnico de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico, las últimas mediciones realizadas revelaron un descenso de seis centímetros.
Aun en los sitios más favorables es preciso extremar las medidas a tiempo, e igualmente deben zanjarse los problemas con las redes hidráulicas, pues alrededor del 40 por ciento del agua bombeada se pierde en salideros.
Por lo sensible del tema, en la provincia existe un grupo de trabajo integrado por diferentes actores, que analiza sistemáticamente la situación para accionar a tiempo.
En un encuentro de este grupo con Abel Salas García, vicepresidente primero del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, este insistió en elevar la percepción de riesgo del pueblo ante la sequía y orientó que, dondequiera que exista la necesidad de restringir el abasto de agua, sea en la agricultura o en algunas demarcaciones, deben acudir las autoridades a explicar el porqué de la medida.
Las acciones irán dirigidas a no desproteger el abasto de agua a la población, pero es preciso que los consumidores tomen conciencia de la necesidad de ahorrar el líquido.
