Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

¡Felicidades, Mamá!

Autor:

JAPE

«Este es el año del aniversario 80 del natalicio de Mamá. Y aunque ella no luchó en las guerras de independencia ni fundó o participó en algún movimiento social progresista, ni fue una notable intelectual de izquierda o derecha, no compuso, ni cantó alguna canción alabando las gestas victoriosas, incluso, ni siquiera logró ser vanguardia nacional en sus tantos años de labor; a pesar de todo esto, pienso que debemos celebrarle un hermoso y sentido Día de las Madres porque, además, podría ser el último entre nosotros».

Así convocó Floro, días atrás, a parte de la familia allegada para, entre todos, celebrarle un emotivo Día de las Madres a la abuela María Casilda; y aunque el primo Roberto Ignacio destacó que con ese pretexto le estábamos celebrando días especiales desde que cumplió los 70, el resto de los familiares estuvo de acuerdo en organizar hoy una emotiva jornada a la anciana matriarca.

Tío Raúl se encargó de los frijoles: desde ayer los mandó. Son dos paqueticos que no llegan a una libra cada uno, de un color extraño entre negro y colora’o, y recalcó: «¡Esto fue lo que encontré y me costó un ojo de la cara, recomiendo que los pongan a ablandar desde ahora y les echen bastante agua!».

Tía Julia compraría las viandas: solo trajo yucas y confesó que son las que quedaron de fin de año, que estaban en el congelador.

Los primos Pedro Pablo, José Ernesto y mi hermano Juanito se encargarían de comprar la carne de puerco. A ellos tres se les encomendó dicha misión porque son, sin discusión alguna, los familiares más serios y comprometidos con la abuela. Ellos saben muy bien que el cerdo asa’o es el plato preferido de la vieja (como le decimos cariñosamente), y pusimos toda nuestra fe y confianza en ellos. Hace apenas unos minutos nos llegó una llamada del jefe de sector, que los tres estaban detenidos, bajo investigación, en una unidad de la PNR, por intento de asalto a un Banco Metropolitano.

Tía Rosa sonrió con sarcasmo y comentó: «Ya ven, no me hicieron caso». Sin dudas, se refería a que, en la tarde en que hicimos la reunión de los preparativos, ella sugirió que en vez de cerdo se hiciera pollo y todos la miramos con reserva.

Tras un profundo debate, en la tarde de marras Gelacio, el hijo de crianza de Mamá, se encargaría del arroz: unas cuantas libras, pues serían varios comensales. Desde bien temprano estamos muy intrigados porque hace tres días no sabemos nada de él, y ha bloqueado su contacto en todos nuestros teléfonos.

Tía Sofía, tan sensible y natural, nos dijo que no podían faltar los girasoles que siempre ponemos en memoria de Juana Luisa, la hermana mayor de la abuela, fallecida en los años 90, cuando el período especial, pero por otro motivo. Sofía trajo un ramo de hermosos marpacíficos, que cortó en un parque de la avenida Carlos III.

Por suerte la prima Vera sí consiguió los dos paqueticos de refresco instantáneo Zuco, como acordamos. La cerveza y el ron no se tuvieron en cuenta desde el principio. No es que seamos abstemios, pero es mejor no provocar a la presión arterial.

Ya estamos casi todos reunidos celebrando este hermoso día junto a nuestra octogenaria Mamá. Solo falta Carlos Eusebio, su nieto preferido, que nos llamó soñoliento desde la cola, en una gasolinera, y nos pidió que no empezáramos sin él. 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.