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Revelando a Daniel Martín

Esta entrevista propone el retrato de Daniel ante su público natural, el mismo que le anima a componer y lo lleva a reflejar en sus canciones esa Cuba infinita y sensible, en esencia, esa maravilla de enorgullecernos de ser cubanos

Autor:

Yelanys Hernández Fusté

Ya con una carrera insertada en circuitos internacionales bien difíciles para los nacidos Isla adentro, Daniel Martín quiere conquistar su tierra. Ha amado la música desde siempre y desea, más que todo, que esa obra que ha amasado «fuera» obtenga esos mismos resultados aquí.

Entonces, esta entrevista propone el retrato de Daniel ante su público natural, el mismo que le anima a componer y lo lleva a reflejar en sus canciones esa Cuba infinita y sensible, en esencia, esa maravilla de enorgullecernos de ser cubanos.

Daniel Martín fue parte de proyectos como Chicos Latin Pop y DAOMA. Ambos, por supuesto, lo marcaron inevitablemente. Relata que «luego de haber hecho varias obras de teatro musical y zarzuelas desde la infancia, todo fue más sencillo. Fundé y dirigí ambos proyectos, que me centraron en la música —antes me expandía a la actuación y a la danza— y me hicieron crecer como compositor y me convirtieron en productor musical, que es quizá lo más complejo, lo que más demanda de abstracción y complejidad artística en el proceso creativo».

Después vendría aquel clip titulado Fuego, y algo cambió en la vida de este artista. «A los 21 años decidí hacer mi carrera como cantautor y productor de mi propia obra, con muy pocos recursos financieros, pero muchísima fuerza espiritual y emocional. Fue un momento mágico, casi nunca el primer sencillo se convierte en un número 1 en la radio y la televisión, y tuvo tanto impacto que ese año me llevó a presentarme en el Teatro Nacional de Cuba», comenta Daniel Martín a vuelta de correo electrónico, ya que actualmente reside en Estados Unidos.

—Tengo entendido que integraste la compañía Arozarena...

—Comencé mi carrera actuando y cantando en el Gran Teatro de La Habana, a los 11 años. Actuar siempre estuvo en mí, aunque la vida me llevó más hacia la música. En mi obra, que ya consta de más de 200 canciones, hay mucho de la memoria emotiva y de la aguda observación que desarrolla un actor. Prefiero definirme como artista, con la capacidad de entregarme al público de diferentes formas de expresión.

—Varias de tus composiciones han escalado en las listas de éxitos norteamericanas como la Billboard y la 4 del HOT 100 de Puerto Rico, defendidas por cantantes reconocidos. ¿Cómo puede un joven artista cubano insertar sus obras en esos sitios?

—El secreto es no parar de trabajar, de estudiar, de tocar puertas, de crear, de confiar en que uno no nace con un talento para frustrarse, sino para realizarse. Uno debe asumir el éxito con humildad y con el compromiso de hacer siempre algo mejor, de aprender algo nuevo de la fuente más inesperada. No soy de los que creen en la suerte, sino en la bendición que se gana con el esfuerzo más genuino.

En mayo de 2012, en la ciudad de Washington, Daniel Martín fue el único artista cubano de su generación que participó en el Primer Encuentro de Cubanos Residentes en EE.UU., donde abogó por el regreso de los Cinco Héroes y el fin del bloqueo, acción que repitió en Miami este mismo año. ¿Por qué se sensibiliza con la causa de los luchados antiterroristas presos injustamente en cárceles de Norteamérica? ¿De qué modo el bloqueo estadounidense ha dañado, en su opinión, sectores como la cultura?, indagué.

«Los cubanos son mi familia, y cuando me di cuenta de que estaba hablando a todo ese país desde cadenas televisivas como Univisión, emisoras de radio en New York, Chicago, Washington DC y el propio Miami, ¡cómo no defender a mi familia!», responde.

Piensa que «nada de esto pasa impune para algunos señores, pero siempre vale la pena tener vergüenza y defender lo de uno. En la cultura, el bloqueo ha afectado al encarecer e impedir que mucho de la logística necesaria para llevar a cabo la política cultural cubana llegue a las manos de sus hacedores.

«Por otro lado, el caso de los Cinco es muy sensible. Ellos hicieron lo que solo los héroes pueden hacer: no pensar egoístamente en sus vidas personales, sino ofrendarse a causas patrióticas. Eso merece mucho respeto y solidaridad».

—Siempre has defendido campañas de bien público que luchan contra el consumo de drogas y de prevención del sida, ¿piensas que desde el arte se puede contribuir a estas causas sociales?

—Desde muy joven comencé a notar que las personas me escuchaban a nivel internacional, por ende, tenía que elegir muy bien qué decir. La defensa de toda noble causa pro-vida y educacional siempre me ha sensibilizado y comprometido de manera natural. De hecho, soy Licenciado en Pedagogía. Pienso que todo comunicador debe usar su plataforma para transmitir sabiamente mensajes constructivos. Se puede y se debe entretener y educar al mismo tiempo sin aburrir, aunque para eso se ha de ser un verdadero artista.

—Dicen que el mercado en la industria musical es voraz, tú que has estado cerca de todo ese fenómeno, ¿cómo lo ves?

—La industria musical es una jungla posmoderna donde todo está reinventándose amén de los avances tecnológicos, la violencia financiera y las explosiones de talento, inventiva y perseverancia. Como en toda jungla, dado que los consagrados no serán devorados por los nuevos —menos si estos portan pocos recursos materiales—, lo mejor es unirse a ellos, en tanta igualdad de condiciones como sea posible. El mejor ejemplo es el de Descemer Bueno y Gente D’ Zona, con quienes espero colaborar muy pronto. Bailando es una prueba de que no hay imposibles cuando uno tiene fe y trabaja duro para lograr sus sueños.

—¿Cuándo vas a ser profeta en tu tierra? ¿Tienes en mente ya algún concierto aquí?

—El reconocimiento del público debe partir de un previo conocimiento de mi obra artística y personal, y ninguna de las dos hasta hoy había sido de dominio público dentro de Cuba. Al ellos saber lo que uno hace, se identificarán o no. Pueden llamar a cualquier emisora cubana y pedir mi nueva canción Si puedes creer. Es bien bailable, ideal para el verano... En agosto y septiembre podré ser visto en varios programas de televisión cubana presentando un avance de mi tercer álbum, Fiesta DM, y estoy invitado a algunos conciertos de la gira nacional de Christian Alejandro, joven cantante e hijo del músico Edesio Alejandro.

—¿Tienes algún proyecto discográfico que te reconecte con tu país natal?

—Mis dos álbumes anteriores han sido presentados en la Uneac y aunque han despertado el interés de distribuidoras de 54 países, en Cuba ningún sello ha dado pasos para licenciarlos hasta hoy. Muy a pesar de que en ellos han colaborado artistas como: César López, Teresa García Caturla, músicos del Buena Vista Social Club, AfroCuban All Stars y la Camerata Romeu, entre otros. Sigo trabajando duro, representando lo nuestro a mi manera. He sembrado mi corazón en Cuba, así que el día de la cosecha, ya sé cuáles serán los frutos.

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