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AHS: fijar siempre lo que somos

Las filiales provinciales de Guantánamo y Camagüey desarrollaron sus asambleas de balance como parte del proceso de rendición de cuentas de la organización que agrupa a la vanguardia de los jóvenes escritores y artistas cubanos

Autores:

José Luis Estrada Betancourt
Yahily Hernández Porto

Debemos seguir insistiendo en la idea de que los creadores somos parte de la sociedad y como tal debemos estar a tono con los cambios económicos, sociales y políticos que ocurren en ella. No podemos ver la participación como un concepto frío, distante; si no nos creemos parte indispensable de todo lo que en materia de pensamiento se genere en el país, no estamos participando. Tenemos que ser más «agresivos» con nuestro trabajo, no solo realizando nuestra labor creativa, sino también propiciando intencionadamente que esta ayude en la formación de un estilo de vida en la nueva generación de cubanos. Hay que desterrar acomodamientos y posturas individualistas y pensar que el fin mayor de una obra de arte es ayudar a la humanización del hombre y, por lo tanto, de la sociedad toda.

Con esas palabras el destacado escritor Eldys Baratute, quien acaba de ser ratificado este lunes como presidente de la filial provincial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Guantánamo, motivaba el debate en la sala de conciertos Antonia Lucía Cabral, donde todavía resonaban los agradecidos aplausos que la noche anterior se le tributaron a la pianista Lisandra Porto.

Sucedió como parte del proceso de rendición de cuentas de la organización que agrupa a la vanguardia de los jóvenes escritores y artistas y que se desarrolla en la Isla, con el propósito de efectuar un balance de lo realizado desde el II Congreso, de 2013 hasta la fecha.

Fue en ese contexto en el que Carlos Urgellés, actual jefe de la sección de Crítica e Investigación, quien está convencido de que para el éxito de cualquier acción se requiere del caluroso acompañamiento y de la sensibilidad de los órganos de gobiernos de los territorios, convocó a generar cambios en la percepción que se tiene de la cultura, desde las aulas, consciente de que no es posible pensar en una educación verdadera, si no se conocen la poesía, las artes visuales, la tradición musical de Cuba.

«El trabajo desde la AHS junto a Educación y con las escuelas es esencial para formar un sujeto crítico que sepa discriminar, y escoger entre lo bueno y lo malo, y para que no pueda ser manipulado. De ahí la importancia de la preparación de nuestros maestros, la adecuación de planes de estudio, del asesoramiento por parte de un personal capacitado. Y es ahí donde debemos incidir nosotros. Si logramos que la escuela, en todos los niveles, se convierta en un espacio en donde se legitimen el arte y la cultura como herramientas fundamentales para salvar un país, entonces tenemos parte de la batalla ganada».

Miguel Reyes, director del telecentro de Baracoa, no solo coincide con lo planteado por Urgellés, y al igual que este representa a la muy activa célula que existe en la Villa Primada, sino que además opina que en lo concerniente al consumo cultural nuestros medios desempeñan, por supuesto, un rol muy significativo.

Se hace necesario, señalaba Reyes, revisar los procedimientos y las políticas de programación y de comunicación de los medios para que sirvan de plataforma para la promoción de espacios con carácter formativo que posibiliten el enriquecimiento de los cubanos, y al mismo tiempo idear propuestas que constituyan una alternativa artística ante toda esa avalancha de audiovisuales foráneos que nos llegan. «La televisión debe abrir sus puertas a grupos experimentales que producen documentales, series, videos... Hay que romper esquemas, pensar más en los públicos y darles mayor participación».

Otro paso importarte sería, según el DJ productor Lázaro Antonio Sevila, crear un laboratorio audiovisual dentro de la AHS que ofrezca las facilidades para concebir cortos de animación, spots, música electrónica y diversos materiales en soporte digital de manera que se asegure una calidad superior de las obras que se presenten.

Por su parte, el bailarín y realizador audiovisual Guillermo Kerton espera que esa sea la práctica cotidiana del nuevo telecentro municipal de Guantánamo, el cual «desde ya debe librarse de ataduras para realizar una televisión más atractiva, dinámica y fresca, que sea reflejo de la esencia de los guantanameros, para lo cual la labor de los jóvenes es fundamental».

Kerton destacó asimismo la probada calidad de la escuela de nivel medio de danza, enclavada en el extremo oriental del país como referente de la manifestación. «Por nada de este mundo podrá perderse, entonces, el vínculo de esta institución con nuestros artistas y maestros que hoy son paradigmas a nivel nacional para que continúen incidiendo en la concepción de los programas y en los procesos que allí se desarrollan».

Mientras tanto, la mirada del cantautor Jorge Barret se centró en el modo como la Casa de la Trova local, incumpliendo con su objeto social, se da el lujo de «desterrar a los bardos del territorio con una obra probada para darles cabida a manifestaciones que ni siquiera son profesionales».

Para los músicos Pedro García y Sandy David González lo fundamental es que la Asociación se apodere definitivamente de las instituciones y que no deje de insistir en su empeño de llevar el arte y la cultura a la base, a la comunidad, «tocar a la gente en los barrios, que tanto lo necesita».

Era justo a lo que los convidaba la reconocida investigadora y editora Carelsys Falcón, quien es del criterio de que «hay que ir en la búsqueda de los públicos como mismo hoy lo hacen las memorias flash, rescatar nuestros propios espacios, convertir la Casa del Joven Creador en un centro cultural vivo; abrirse al mundo».

Atentos al legado cultural

Como mismo ocurrió en Guantánamo, en la ciudad de Camagüey, donde inició este proceso asambleario de la AHS el pasado sábado (concluirá en Holguín el 29 de septiembre) se habló de lo determinante que resulta la revisión constante de la calidad de la obra de los creadores miembros de la organización. Ese fue el principal llamado que hizo en tierra agramontina el historiador de arte Alfredo Fuentes, en una asamblea que estuvo presidida por Jorge Luis Tapia Fonseca, primer secretario del Partido en la provincia, y por Fernando Rojas, viceministro de Cultura, quien también intercambió con los guantanameros.

«No se puede perder de vista la calidad de la oferta cultural. Habrá que revisar, discutir, analizar profundamente los proyectos antes de que los pongamos en práctica; estar atentos al legado que le vamos a dejar a la ciudad, al territorio, al país. No solo creernos que somos la vanguardia, sino demostrarlo», afirmó Alfredo, quien sigue extrañando la presencia de una crítica artístico-literaria sistemática que establezca jerarquías.

También Jhortensia Espineta Osuna instó a no perder de vista los efectos sociales que siempre acompañan a las crisis económicas, el «síndrome del desarraigo» que estas traen consigo. «Nuestro país no queda exento de ello, y nos puede alcanzar la indolencia total si no se reajustan los parámetros de la sociedad a los principios de humanidad y armonía que tanto acentuaron Martí y Fidel».

La escritora se refirió a otro problema: «El estancamiento institucional como forma física del desarrollo social, por una simple fórmula: es mucho más veloz la información que llega que las acciones que puedan asumir las instituciones para ejecutarlas y hacerse verosímiles en tanto entidades que nos amparan como seres sociales. Se hace necesario que estos sistemas comiencen ya a armonizar para que el discurso sea mucho más valedero y no quede en una demagogia chapucera o, peor aún, en ese estado cinésico que se ha registrado como parte de nuestra cotidianidad, casi institucionalizando la lentitud, la incoherencia y el desdén».

Mientras tanto, la musicóloga Heidy Cepero alertó sobre las indisciplinas sociales que pudieran echar por tierra, por ejemplo, un logro tan importante para Camagüey con sus cinco siglos de existencia, como su declaración por parte de la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad. «Debemos velar porque se preserven los valores de nuestra arquitectura, por detener el deterioro de sitios significativos, y al mismo tiempo hacerles conciencia a las personas de que cuidar nuestra ciudad es defender la cultura y nuestra propia vida».

Por tal motivo, Pedro Navarro, realizador audiovisual de Nuevitas y miembro del proyecto Hieroscopia, que persigue fomentar la cultura de la apreciación audiovisual en la comunidad, insistía en la utilidad del arte, «que nos apuntala la condición de humanidad, la espiritualidad, esa identidad que se salva a partir del quehacer del individuo», mientras la periodista Yanetsy León señalaba cómo se han ido perdiendo sus prácticas culturales y la urgencia de que nos «sentemos a pensar que el mundo está cambiando, entonces debemos educar más, cambiar los patrones de consumo y las expectativas de la gente».

Al pronunciar las palabras de cierre de una asamblea en que se reeligió a Yunielkis Naranjo Guerra como presidente provincial de la AHS y donde la escritora Oneida González presentó el número 12 de la revista La liga, «que fija lo que somos y lo que nos pasa», Jorge Luis Tapia Fonseca les ratificaba a los asociados que Camagüey no solo los respalda totalmente, sino que, sobre todo, los necesita.

«No dejen de proponernos sus ideas y proyectos, los invitó el dirigente. ¿Por qué esperar a que nos convoquen? Participemos todos, seamos creativos, pongamos en práctica las más diversas iniciativas, para lograr ese desarrollo cultural que nos haga sentir privilegiados de vivir en estos tiempos».

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