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¡Lo mismitico del año pasado!

La frase dio pie a un comentario que mi amigo Floro ha hecho en su primera misiva de 2022

Autor:

JAPE

Narra un viejo cuento popular que un borracho estaba sentado dentro de la iglesia de un olvidado pueblo, junto a los demás feligreses, escuchando al cura. Asistía a la primera misa de enero y por ende del año que recién comenzaba. Según el cura comentaba a su rebaño sobre las cosas buenas y malas que ocurrirían en los venideros meses, el irrespetuoso alcohólico acotaba, con sobrada desfachatez y en voz alta: «¡Lo mismitico del año pasado!». Luego de repetirse por varias ocasiones la desagradable interrupción, el cura pidió a un par de fornidos hermanos allí presentes que sacaran a ese hombre del santo lugar. Inmediatamente el borracho, sin ofrecer resistencia, alegó: «¡Lo mismitico del año pasado!».

Quizá el contexto no sea el mismo, pero la frase dio pie a un comentario que mi amigo Floro ha hecho en su primera misiva de 2022:

«Estimado JAPE, algunas cosas que me han sucedido durante el transcurso de esta primera semana del nuevo año me han hecho pensar que realmente nada ha cambiado. En mi centro laboral la bienvenida fue que, en la puerta, el custodio no me dejaba entrar alegando que desde el 1ro. de enero había que portar el solapín nuevo. Yo le dije que ya había entregado las fotos y datos pertinentes, pero que en mi sección aún no estaban listos. También le señalé: “Míreme bien, soy Floro, con nasobuco y sin nasobuco, el mismo de siempre, usted me conoce bien”… y me respondió que yo tenía razón, que sabían que había trabajadores que aún no tenían el nuevo solapín, que él sabía que yo era Floro… y concluyó afirmando: Eso es lo que está estipulado a partir del 1ro. de enero… ¡Y no pude entrar!

«Estuve tres horas esperando un ómnibus para regresar a casa; en la panadería había la misma cola y coladera de siempre, el vecino con sus bafles y su música estridente de todos los días, en el agro los precios no han bajado ni un centavo, y finalmente fui a visitar al oculista para cambiar los espejuelos y mirar las cosas detrás de otro cristal, y me dijo que todavía hay pedidos pendientes de antes de la COVID-19. Créame que no me quedó otro remedio que expresar, con cierto desconsuelo, el leitmotiv de aquel viejo chiste popular: ¡Lo mismitico del año pasado!».

Amigo Floro: ¿Qué esperabas? ¿Qué en apenas una semana hubiera cambios sustanciales en la sociedad y la economía? No creo que 2022 alcance para poder sentir la presencia de los cambios previstos, particularmente los de mentalidad, que traerán aparejado los cambios deseados. Incluso te digo más: no es solo cuestión de tiempo… Por lo tanto, tendrás que cambiar tu leitmotiv y decir: ¡A lo mejor, para el año que viene!, y sobre todo poner tu granito de arena y ayudar a que lleguen pronto esos cambios que suponemos estén presentes en el futuro que invocamos.

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