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Estados Unidos solo llevará a Guadalajara a uno de sus representantes en el recién concluido Campeonato Mundial. Se trata del discóbolo Jarred Rome. Autor: IAAF Publicado: 21/09/2017 | 05:13 pm
Entre los 90 representantes estadounidenses inscritos en el atletismo de los venideros Juegos Panamericanos, no destaca ningún campeón de la lid más importante de América y mucho menos un monarca universal. El fenómeno se ha repetido a lo largo de los años. Casi nunca la nómina norteña que asiste al certamen continental desborda talento, pero siempre se las ingenia para quedar entre los punteros del deporte rey.
En 2007, Río de Janeiro vio coronarse a seis estadounidenses, para quedar terceros después de Cuba y Brasil. Los hombres descollaron en 5 000 metros, lanzamiento del disco y 3 000 metros con obstáculos. En tanto, las mujeres se impusieron en 100, 10 000, y 400 con vallas.
Teniendo en cuenta la nómina en esta edición, el botín pudiera ser similar. No es un secreto que el área de la velocidad es la más seguida en todo el globo y que los estadounidenses son potencia en las distancias cortas.
Paradójicamente, jamás han llevado a uno de sus monstruos. El récord del hectómetro le pertenece a un cubano: Leandro Peñalver (10:06 segundos), logrado en Caracas 1983. La marca fue igualada hace cuatro años en la tierra de la samba por Churandy Martina, de Antillas Holandesas. Como ven, no hay asomo de los supersónicos del norte. Ellos sabrán.
Otros 13 atletas de la Mayor de las Antillas han implantado plusmarcas para los juegos, pero esa ya es harina para otro pastel que pronto podrán saborear.
Volviendo a lo que nos atañe en esta ocasión, les adelanto que los norteamericanos llevan dos exponentes en cada una de las 47 modalidades convocadas, excepto en el heptatlón, evento al que asisten con una sola fémina.
Desmenucemos entonces sus disciplinas más fuertes y veamos algunos de sus exponentes. Todos conocen que, mientras menos oro consigan los estadounidenses, más habrá para repartir. Así se beneficia Cuba, pero también cogen su tajada Brasil, Canadá y México.
En los 100 metros, los norteños llevan a Edwards Monzavous, un hombre con 10:00 segundos exactos de marca personal y 10:13 en la presente temporada, que lo ubica en el puesto 46 del ranking mundial. Aunque ya sus 30 años desechan toda posibilidad de verlo convertirse en un fenómeno, no es ningún improvisado, pues llegó a semifinales en el Mundial celebrado en Berlín hace dos años.
También irá a Guadalajara Calesio Newman, avalado por un 10:14 como firma más prominente. El crono, conseguido en 2011, le reserva el puesto 49 del año.
Este muchachón de 25 abriles repite en los 200 metros y ostenta 20:53 segundos como registro cumbre. Es dueño del lugar 63 del ranking de la temporada.
Entre las muchachas, la de mejores resultados en los 100 metros es Barbara Pierre (11:14 y escaño 27). Corriendo el doble descuella Stephanie Durst (22:81, posición 36).
En la vuelta al óvalo, Michael Berry y Bryan Miller defenderán el barco americano. Berry marcó 44:91 segundos en 2011 y ancla en el escaño 15 del escalafón anual. Miller negoció el puesto 29 después de corretear en 45:29. Claro que hay varios exponentes de Jamaica, Granada y Bahamas por encima de ellos, pero hasta hoy no sabemos si asistirán.
Utilizando el disco como flotador sí nadan contra la corriente. Estados Unidos solo inscribió a un hombre de los que asistieron a la recién concluida cita cumbre del deporte rey. Se trata del discóbolo Jarred Rome, quien ocupa el tercer lugar del ranking mundial (68,76 metros). Sin embargo, el disparo parece un toque de inspiración, muy por encima de sus potencialidades reales y registros constantes.
Estas son algunas de las ofertas norteamericanas. El menú no anuncia ninguna exquisitez, todo lo contrario de la carta presentada por Cuba, pues vamos con una numerosa comitiva de 65 atletas, incluyendo a nuestras principales figuras.
El objetivo es reeditar el primer lugar alcanzado hace cuatro años en el deporte rey de los Juegos Panamericanos. La cena está servida. Opine usted.
