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El último cubano que perdió con Capablanca

José Fernández León, quien nació en 1915 y residió en Victoria de Las Tunas durante casi toda su vida, fue el último cubano en perder con Capablanca

Autor:

Juan Morales Agüero

Cuando en abril de 1921 el alemán Enmanuel Lasker reconoció su derrota frente a José Raúl Capablanca en el match por el campeonato del mundo celebrado en La Habana, el genial jugador cubano se convertía en el tercer titular del planeta en la historia del juego ciencia.

Aquel match terminó 9x5, con cuatro triunfos de Capablanca y diez tablas. Culminaba así el reinado de Lasker, que se extendió por 26 años. El cubano mantuvo el título hasta 1927, cuando lo perdió ante el ruso Alexander Alekhine.

Un poco de historia

A fines de los años 30 del siglo pasado, la salud de Capablanca se resintió. Un accidente cerebral en el torneo de AVRO, en 1938, le reservó el peor palmarés de su carrera: séptimo entre ocho jugadores. Pero en la Olimpiada Mundial de Ajedrez celebrada un año después en Argentina, obtuvo el mejor resultado en el primer tablero de Cuba.

Un día de 1941, Capablanca y el pintor Esteban Valderrama, hablaban de ajedrez en su estudio. El maestro contó que en 1910 varios jugadores de Nueva York lo retaron a una serie. Él aceptó y hasta les ofreció de ventaja peón y salida. Pero el proyecto no se concretó.

Valderrama le preguntó que si aceptaría celebrar un match en Cuba y darles a sus rivales la misma ventaja que a los norteamericanos. Capablanca dijo que sí, no sin advertirle que habían transcurrido más de tres décadas y que quizás ya no contaba con igual resistencia e imaginación.

Valderrama publicó que Capablanca accedía enfrentar en seis partidas a un trebejista cubano. En vistas de la diferencia de calidad entre él y quien fuera su contrario, el genio le ofrecería siempre de ventaja la salida y el peón f7.

Se convocó un torneo cuyo ganador sería su rival. Pero todo se embrolló cuando terminó con un triple empate en la cima. Capablanca desbloqueó la situación con una solución elegante: aceptó jugar dos veces con cada uno de ellos.

Así fue como los maestros Rafael Blanco y Rosendo Romero, y un tunero radicado en la capital, el doctor José Fernández León, devinieron antagonistas de ocasión de uno de los mejores jugadores de ajedrez de todos los tiempos.

El match se planificó para celebrarse entre el 21 y el 31 de marzo de 1941 en importantes edificaciones de La Habana. Tuvo inusitada cobertura periodística.

El resultado no sorprendió. Capablanca entabló un par de veces con Romero, igualó una y ganó otra a Blanco y venció por partida doble a Fernández León. Dijo de sus rivales:

«En Cuba no hay mejores jugadores que Rafael Blanco y Rosendo Romero. Los habrá tan buenos, pero no los hay mejores. Fernández León es un jugador muy nuevo y por eso perdió sus dos partidas. Si sigue progresando, dentro de unos o dos años podría pasar a los demás pero tiene que progresar bastante todavía para llegar allá».

¿Fernández León?

Hijo de un inmigrante español, José Fernández León nació en 1915 y residió en Victoria de Las Tunas durante casi toda su vida. Se graduó de médico en la Universidad de La Habana, donde se interesó por el ajedrez, afición que trajo a su tierra y que practicó en varios sitios de la ciudad.

Tuvo una clínica privada y alternaba la cirugía con el ajedrez. Luego se trasladó para la capital donde comenzó a enfrentar a los mejores trebejistas criollos y a participar en torneos. En 1944 se cumplieron las predicciones de Capablanca: Fernández León se tituló campeón cubano.

Hay otro honor que le asiste a Fernández León: ¡fue el último cubano en perder con Capablanca! Sí, porque en la segunda vuelta del match, el genio hizo tablas con Blanco, y tablas con Rosendo en la sexta. La quinta se la ganó al tunero. Fue la última victoria del rey del ajedrez, pues falleció al año siguiente.

 

 

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