Frederich Cepeda estuvo perfecto al bate durante el primer partido de la semifinal. Autor: Radio Bayamo Publicado: 20/05/2025 | 10:39 pm
De Pinar del Río a Ciego de Ávila, en un santiamén, Tailon Sánchez cambió de casaca para reforzar a los Tigres en la actual postemporada de la 3ra. Liga Élite. Ha sido esa, junto al llamado de Yordanis Samón, una jugada maestra que comenzó a rendirle frutos al mentor avileño, Danny Miranda, desde bien temprano en esta semifinal.
Durante el primer acto felino entre Ciego de Ávila e Industriales este martes, Tailon se sirvió en plato hondo, a su antojo, frente al picheo de los Leones, para ser proclamado como uno de los hombres grandes del muy peleado primer éxito de los Tigres 10-9.
Para que se tenga una idea de la artillería desplegada por el jugador de los Vegueros, solo basta ilustrar que empujó la mitad de las carreras que produjo su equipo (5), y compiló casi perfecto, de 4-3.
Quien sí estuvo totalmente impecable en el cajón de bateo fue ese jugador leyenda e incansable que responde al nombre de Frederich Cepeda. No pudieron en ningún momento los brazos azules presumir de dominar a un pelotero historia en la pelota cubana.
Nadie le sacó out en cuatro comparecencias al home. El espirituano refuerzo de los Tigres estuvo tres veces oficiales en el cajón de bateo, en las que largó igual cantidad de dobles y, como de costumbre, ganó una base por bolas en el desafío. ¿Quién puede poner en tela de juicio, con semejante rendimiento, que Cepeda no le hace tanta falta a nuestro béisbol?
Sin dudas, el rey absoluto de indiscutibles en series nacionales resultó uno de los principales atractivos del apretado duelo inaugural de la semifinal, que tuvo un cierre tenso, complicado, difícil, y con todos los etcéteras que se quieran agregar.
Y es que los muchachos de Guillermo Carmona prepararon un motín de última hora, antes de recoger los bates en la novena entrada, para intentar recortar una diferencia en la pizarra de cinco anotaciones.
Aunque la rebelión fue finalmente insuficiente, los Leones sí vendieron caro su primer descalabro, y alertaron así que la semifinal no será un paseo para nadie. Esta vez el punto bajo de los Azules fueron los lanzadores, quienes no pudieron respaldar la labor ofensiva de hombres como Erisbel Arruebarruena (3-2, HR 1, CI 3), Andy Cosme (5-3, HR 1), Ariel Sánchez (5-3) o Alfredo Rodríguez (4-2, HR 1).
En cambio, a Danny Miranda, fiel a su filosofía, no le tembló el pulso para sustituir en el momento exacto a cada serpentinero. Con la ventaja mínima casi todo el tiempo, el mentor avileño se dejó guiar durante el partido por su olfato de buen estratega, sin demorar en el centro del montículo a los brazos que comenzaban a arder por las complicaciones. Y la estrategia le resultó infalible.
Ciertamente Danny le echó mano a lo mejor de la rotación, y aguantó así el marcador hasta que la ofensiva avileña desató toda su furia a partir del inning de la suerte, el séptimo capítulo.
A pesar de su paso irregular esta vez por el montículo, Ariel Zerquera (INN 5.2, CL 2, SO 2, BB 3), consiguió su octava victoria de la campaña para ratificarse como líder absoluto de la liga, al tiempo que Leonardo Moreira se adjudicó el salvamento del cerrado juego. Por el bando opuesto, Pavel Hernández salió por la puerta estrecha en una apertura que, tal vez para él, catalogue entre las más bajas del año. (INN 2.2, CL 4, SO 2, BB 4).
¿Se desbordará la ofensiva?
Cuando hoy, a las dos de la tarde, se dé la voz de «a jugar» en el estadio Julio Antonio Mella, quedará planteada una interrogante sobre el bosque tunero. Seguramente muchos se pregunten: ¿qué equipo podrá desplegar con mayor aplome su potente ofensiva: Leñadores o Avispas?
Sin dudas, el otro duelo semifinal de esta postemporada llega, sobre todo, con ese atractivo, luego de ser estos dos planteles orientales los que mayor ofensiva mostraron en la etapa clasificatoria de la 3ra. Liga Élite.
No es un secreto que el punto débil de ambos equipos radica en el picheo. Quien consiga manejar certero a su bullpen en medio de tanto poder al bate podrá pensar, quizá, en disputar el título de la Liga. Pero a estas historias todavía le quedan mucho por contar.