Ante la ausencia de Yanqui y Guibert, Francisco Martínez ocupa mayor responsabilidad en la alineación Autor: Boris Luis Cabrera Publicado: 12/11/2025 | 10:46 pm
Ayer escribíamos en esta página sobre «el premio» al equipo más estable en lo que va de esta 64ta. Serie Nacional de Béisbol, que ya sobrepasa —por buen trecho—el ecuador del calendario.
Ese «galardón» simbólico y temporal se lo otorgábamos al conjunto de Industriales, a pesar de que otras selecciones como Holguín y Matanzas han desarrollado una excelente campaña. Pero ahora quiero referirme a la otra cara de la moneda, o al otro extremo del asunto: el equipo que se ha desinflado —de una semana para otra—, y hoy pone en riesgo su clasificación a la postemporada.
Se trata de las indómitas Avispas de Santiago de Cuba, que este miércoles volvieron a sucumbir ante los Cazadores de Artemisa por segunda jornada consecutiva. Lo preocupante no ha sido este par de descalabros en los últimos días, sino el síndrome de la derrota que los ha absorbido.
Para que se tenga una idea más clara del asunto, basta revisar el balance de ganados y perdidos en los últimos diez encuentros (dos éxitos y ocho fracasos), solo comparable con el balance que muestra el penúltimo equipo en la tabla de posiciones de la Serie: Guantánamo.
En ese desplome, sin discusión, ha influido la salida para ligas caribeñas de sus dos estrellas: Yoel Yanqui y Yoerquis Guibert, quienes acaparaban casi todos los liderazgos ofensivos de la actual temporada.
Aún así el bateo de los indómitos sigue estando, con los nombres que tiene, entre lo mejor del torneo, pero el punto de quiebre de las Avispas radica, a todas luces, en su cuerpo de lanzadores. Sus números colectivos así lo demuestran, y solo basta reseñar que la efectividad descansa en el astronómico valor de 6,49, mientras que los contrarios les batean para .312.
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