Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Esperando un subsidio

Teresa Fiallo González (calle 82, No. 10305, entre 103 y 103 A, Güira de Melena, Artemisa) es una jubilada de 62 años, que vive sola y no tiene hijos que puedan ayudarle. Por demás, padece de una enfermedad respiratoria crónica. Y tuvo un paro respiratorio en 2004, que le dejó secuelas irreversibles, y la obligó a ser atendida durante años en el Hospital Neumológico Benéfico Jurídico.

Su pensión de jubilada es de 320 CUP, que apenas le alcanza para cubrir las necesidades más elementales. Y depende de medicamentos de por vida, algo costosos: Montelukast, Salbutamol, antihistamínicos y otros; además de presentar problemas óseos debido a ellos. Y se suman los gastos de electricidad, agua y teléfono.

Plantea que su economía es más que insuficiente para poder reparar mi casa, cuyo estado constructivo se deteriora progresivamente: Cubierta de tejas y madera en muy malas condiciones, ahora toda llena de comején esa madera, que se ha diseminado por toda la casa, hasta invadir el escaparate. Filtraciones en todas las habitaciones, con agravamientos en la cocina y baño, casi a punto de derrumbe. Las paredes reventadas y con mucha humedad. La meseta con retazos de mosaicos antiguos y filtraciones en su totalidad. El baño con problemas de tuberías y desagüe.

Teresa viene solicitando subsidio para reparar desde enero de 2017. Durante todo este lapso ha recibido visitas por parte de la Direcciones de la Vivienda y de Trabajo municipales, y de Trabajadores Sociales. Y aún continúa en una lista de espera, señala.

«Cada vez que realizan un otorgamiento, manifiesta, me dicen que mi caso fue analizado, pero que quedé pendiente para el próximo, alegándome la existencia de casos ¿más críticos?, en lo que no estoy totalmente de acuerdo. Y así llevo casi cuatro años».

Afirma que ha tenido despachos con el Intendente del municipio y el Director de Infraestructura de la Vivienda. Ha accedido a la presidenta de la Oficina Auxiliar de la Asamblea Municipal del Poder Popular; y a la Primera Secretaria del Partido en funciones hasta el 10 de julio del presente año.

A fines de 2019, tras reiteradas llamadas a la Primera Secretaria manifestándole su preocupación por la demora en la solución de su problema, esta propuso conjuntamente con el Intendente y la Presidenta de la Oficina Auxiliar de la Asamblea Municipal, solucionar el caso mediante el Plan de la Economía para 2020. Y después se reparó en que a Teresa no le sería posible con sus bajos ingresos, efectuar los pagos mensuales que ello genera.

Entonces determinaron que en el próximo otorgamiento de subsidios que se realizara, le darían solución a su caso. Ese otorgamiento se hizo el pasado 8 de julio. Y no se tuvo en cuenta lo acordado por las partes, asegura.

«¿Hasta cuándo tendré que seguir esperando?», pregunta Teresa.

¿De quién es la culpa?

Ada Lina Boudet Sagarra (calle 6, No. 367, altos, entre 13 y 15, Reparto Vista Alegre, Santiago de Cuba) cuenta que recientemente se jubiló como trabajadora del Comité Provincial de la UJC, luego de más de 40 años ininterrumpidos allí. Y lleva más de dos meses esperando cobrar su pensión, que ya le correspondía en septiembre.

Refiere que el 23 de septiembre fue al correo del Reparto Sueño a recoger el expediente laboral, y allí la compañera de la filial del Instituto Nacional de Seguridad Social (Inass) le informó que debía ir a la Sucursal 8351 del Banco a recoger la chequera.

Fue el 25 a la Sucursal. Allí, la buscaron en la computadora y no aparecía cargada la tarjeta mediante la cual cobrará su pensión. Le dijeron que debía presentarse en la filial municipal del Inass. Fue allí, y la especialista le comunicó que debía volver el 28 septiembre para saber si el asunto se despejó. Fue allí el 28, y aún no se había aclarado nada. La misma persona le comunicó que debía esperar hasta el 2 de octubre, pues el informático nacional aún no había aclarado el problema.

El 5 de octubre Ada Lina llamó al Inass nacional, y allí, una persona de apellido Maceo le comunicó que hubo error de Banca Electrónica.

«Sigo realizando las llamadas desde mi casa a Bandec Santiago de Cuba y al Inass provincial, expresa. Y en ambos lugares me dicen que tengo que esperar hasta que se arregle el problema, que no soy yo sola quien tiene el problema y que hay varios jubilados en esta situación. ¿De quién entonces es la culpa? ¿Cómo me mantengo en todo este tiempo?».

 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.