Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Sigamos multiplicando el sueño de libertad de los expedicionarios del yate Granma

Palabras pronunciadas por Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, en el acto central por el aniversario 65 del desembarco del yate Granma y Día de las FAR

 

Autor:

Juventud Rebelde

Queridos Jefes, Oficiales y Soldados:

Pueblo de Niquero, granmenses, cubanos:

Queridos Jóvenes:

 

Antes que todo quiero decirles que me ha correspondido hablar hace muy pocos días, en 2 oportunidades. Primero, a nombre de los jóvenes cubanos en la escalinata de la Universidad de La Habana, durante la velada homenaje al Comandante en Jefe. Después, el pasado 30 de noviembre en Santiago de Cuba, en la histórica Loma del Intendente. Hoy, es 2 de diciembre, y la Patria impone a esta juventud, volver a hacer uso de la palabra e intentar transmitir las emociones que se viven, al estar tan cerca de los héroes que construyeron lo que hoy somos. Esos que permiten hacer realidad la Cuba de hoy, y sobre todo la que soñamos cada uno de los que estamos aquí.

Y visto de verde olivo. El verde olivo, que en 1956, cambió el color a estas costas, y para siempre. El color con el que se venía a cumplir la promesa del 53. Eran las mismas ideas del 68.

Visto de verde olivo, porque desde aquí, ASÍ partieron, se reagruparon, subieron a la Sierra.

Visto de verde olivo, porque así triunfaron, así entraron en La Habana.

Visto el verde olivo de Fidel.  

El verde olivo de miles de jóvenes que han integrado e integran las Fuerzas Armadas Revolucionarias más humanas y verdaderamente de pueblo que puedan existir.

Al caminar por este sitio, al atravesar el mangle, sentir el agua fría de la madrugada, para los que hoy lo hemos reeditado, puede parecer una aventura inolvidable.

Pero, ¿ustedes se imaginan que pasaba por las mentes de los que se montaron en un barco pequeño, atravesaron el golfo, entraron por aquí, desafiando una tiranía que no los perdonaría jamás? Seamos realistas, se enfrentaban a una fuerza que podía desaparecerlos a todos, con casi chistar los dedos.

 ¿Por qué lo hacían?

¿Por qué creer que les iba a salir bien?

Desde la distancia del tiempo, podríamos imaginar muchas respuestas. Entiendo primero, que lo que nadie podría dudar, es que eran valientes. Osados y sin miedo, aún cuando eran humanos.

Me pregunto entonces, así como dije en Santiago:

¿Con que soñaban, Fidel, Raúl, Almeida, Camilo o el Che en aquel año 1956?

¿Cuán diferentes eran ellos de nosotros?

¿Somos nosotros diferentes a ellos?

Si aquellos jóvenes de los años 50 hubieran tomado otro camino, ¿qué habría pasado con sus vidas y con su país?

 ¿Cuál habría sido el curso de la historia?

¿Qué otras opciones tenían? 

65 años después, ¿Sabemos que podría pasar con nuestras vidas si perdemos la Patria? 

¿A dónde nos llevarían?

¿Qué ganamos?

¿Qué perdemos?

¿Qué otras opciones tenemos?

Nadie ha dicho que ser libres sea fácil, que no implique riesgos y sacrificios de todo tipo.

¿Recuerdan cuando de adolescentes, buscábamos más libertad de nuestros padres, y sentíamos un aire nuevo, indescriptible, pero nos costaba, en alguna parte, muy adentro, andar solos?

Andar solos, ser libres, pensar por uno mismo, asumir riesgos, eso lo queremos todos… a nadie se le ocurre negociar su libertad.

Y es que la libertad es sagrada.  

Si a cada uno de nosotros nos parece lo más importante, pues para una nación, lo es exactamente así.

Para una nación verdadera la libertad es imprescindible. La libertad no es negociable.

Los que desembarcaron en aquel yate gigantesco tenían eso muy claro. Pequeño el yate, gigante en ideas.

Hoy el Granma necesita ser multiplicado, y digo hoy, porque no podemos, nosotros los jóvenes, esperar a mañana.

El Granma hoy es cuando miles de jóvenes se convierten en asistentes del alma durante una pandemia que parecía infinita.

El Granma hoy, es cuando miles de jóvenes estudian, producen, defienden, construyen y aman.

Tan altas como la Sierra que abrigó a los expedicionarios, son hoy Soberana, Abdala y Mambisa. En ellas las manos de jóvenes científicos, que existen, porque existió un yate Granma. Por eso existen también los maestros, los médicos, los deportistas, por eso existimos, tu y yo, existimos todos.

De la proa invicta del Granma y del valor a toda prueba de sus tripulantes nació el Ejército Rebelde, embrión de nuestras gloriosas Fuerzas Armadas Revolucionarias. Nadie como Camilo lo describió:

¿Qué son hoy las FAR sino el pueblo uniformado?

Como escribiera el Querido Raúl en su mensaje de felicitación por el 65 Aniversario: esta institución ha acompañado a nuestro pueblo en los momentos más gloriosos de la Patria. Sus integrantes han sido continuidad de la historia que atesoramos en la lucha por preservar la soberanía, la independencia y las conquistas de la Revolución.

Emociona de verdad estar aquí y sentir la historia en nuestra piel. Nosotros somos, sin pecar de inmodestos, el sueño realizado de los que arribaron a estas costas para cambiar un país.

Hagamos lo que nos toca, sigamos multiplicando ese sueño.

¡Vivan nuestras gloriosas Fuerzas Armadas Revolucionarias!

¡Viva por siempre el legado de Fidel y Raúl!

¡Patria o Muerte!

 

¡VENCEREMOS!                

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