Foot cover de Noticia Autor: Juventud Rebelde Publicado: 01/06/2025 | 02:26 pm
Fue una tarde mágica; una tarde para que la ternura y el compromiso con el desarrollo integral y pleno de nuestros niños y niñas siguieran creciendo. Así, el Jardín Botánico Quinta de los Molinos se vistió este sábado de risas, colores y canciones. No era una tarde cualquiera: era la antesala del Día Internacional de la Infancia, y en ese rincón de La Habana, la felicidad de los más pequeños se convirtió en el mayor acto de amor.
En una nación donde la resistencia se escribe en plural, proteger y celebrar a la infancia es un compromiso que se renueva cada día. Lo demostró el festival La primera infancia importa, un espacio donde las familias tejieron complicidades bajo la sombra de los árboles, entre talleres creativos, manualidades y charlas sobre crianza respetuosa y corresponsabilidad de los cuidados. No hubo prisa, solo el deseo de aprender jugando, de crecer abrazados.
La iniciativa de instituciones, proyectos liderados por mujeres emprendedoras y Unicef, fue más que una fiesta: fue un recordatorio de que, incluso en medio de desafíos, Cuba coloca a su infancia en el centro. Padres, madres, abuelos y niños compartieron conocimientos, mientras las manos pequeñas pintaban sueños, tocaban un instrumento musical o descubrían un libro nuevo.
El clímax llegó con la voz contagiosa de Annie Garcés y su Gatoypón, un espectáculo que borró las edades y convirtió el jardín en un escenario donde todos bailaron al mismo ritmo. Porque allí, en ese instante, no había diferencias: solo existía la alegría compartida. Y cuando el sol comenzó a esconderse, Los Meñiquitos de La Colmenita tomaron el relevo, pintando el atardecer con su energía inagotable.
En cada espacio las canciones, llenas de color y esperanza, resonaron como un himno al futuro. Por eso, al caer la noche, las familias abandonaron el jardín con las manos llenas de dibujos y el corazón ligero. No se llevaban solo recuerdos, sino la certeza de que, en un mundo a veces difícil, hay espacios donde la ternura sigue creciendo. Y eso, en esta Isla que resiste y sueña, es ya una victoria.
Foto: Cortesía de Laura Cepero Elordi.
Foto: Cortesía de Laura Cepero Elordi.
Foto: Cortesía de Laura Cepero Elordi.
Foto: Cortesía de Laura Cepero Elordi.
Foto: Cortesía de Laura Cepero Elordi.
Foto: Cortesía de Laura Cepero Elordi.
Foto: Cortesía de Laura Cepero Elordi.
Foto: Cortesía de Laura Cepero Elordi.
Foto: Cortesía de Laura Cepero Elordi.