Proyecto de estructuras techadas de protección para el museo sitio Acciones contra el Tren Blindado. Autor: Cortesía de los entrevistados Publicado: 16/08/2025 | 08:52 pm
SANTA CLARA, Villa Clara.— Preservar la riqueza patrimonial y promover la memoria histórica y los valores culturales de una región resultan compromisos cívicos que se renuevan con cada generación.
Lemuel, Enoc David y Ernesto, arquitectos recién graduados de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, son autores de tres trabajos de diploma que podrían rejuvenecer y transformar espacios emblemáticos de la capital villaclareña, sin sacrificar los valores que los hacen únicos.
«Dos de las ideas parten del banco de problemas del Centro Provincial de Patrimonio, y la otra, de una petición de la Di-
rección Provincial de Cultura. Existe un convenio de trabajo entre la Universidad y la Oficina de Monumentos y Sitios Históricos, de la cual soy director, a la vez que profesor adjunto de la Facultad de Construcciones», explicó el M.Sc. Arq. Guillermo Jesús Pérez Alonso, tutor de las tesis.
«Durante mucho tiempo hemos sostenido un vínculo de trabajo en el que relacionamos temáticas curriculares con el patrimonio y las cuestiones prácticas de la producción. Esto estimula a los estudiantes, quienes responden con el compromiso y la disciplina propios de profesionales», amplió el profesor.
Desafío a la intemperie
Aunque al inicio el joven espirituano Lemuel Vera Milanés no se sintió motivado por un ejercicio de culminación de estudios relacionado con el museo sitio Acciones contra el Tren Blindado, al investigar la historia de uno de los objetivos clave durante la Batalla de Santa Clara, la participación del pueblo en el episodio bélico, bajo la dirección del comandante Ernesto Che Guevara, y la implicación de las edificaciones circundantes, acabó enamorado del tema.
El proyecto consiste en diseñar estructuras techadas de pro-
tección para el sitio histórico que ostenta la condición de Monumento Nacional, cuyos principales objetos museables —los
vagones— permanecen a la intemperie, sometidos a la agresividad del clima, a la contaminación por combustible procedente de la carretera y la vía férrea cercanas, así como a las vibraciones que producen los trenes al transitar por esta última.
La corrosión ha causado grandes estragos en las piezas y la obligatoria sustitución de las partes más afectadas les resta autenticidad. A pesar de tratarse de un museo con un considerable aporte de ingresos a la red de Santa Clara, en los últimos años han escaseado los recursos materiales y financieros para acometer las labores de conservación que necesita.
«La propuesta consiste en la inserción de estructuras de acero inoxidable con planchuelas de policarbonato que mitiguen la acción de los agentes climáticos y que se vinculen de manera atractiva con la función del museo, sin agredir lo que ya está», destacó Lemuel.
Lejos de encapsular elementos en un gran invernadero y restar visibilidad a los espacios, el diseño suma conceptos para un diálogo entre lo histórico y lo contemporáneo. Incluye mobiliario, pavimentación, paneles solares para la generación de energía limpia, vegetación, gigantografías, iluminación, rampas y textos en braille para ampliar la
accesibilidad de personas en situación de discapacidad.
«Mi mayor aspiración es que se inserten estas estructuras —ya sea el diseño mío o cualquier otro—. Más que una intervención, es una justicia histórica: tener cuidado, sentimientos por este lugar y lo que allí sucedió, conservarlo, generación tras generación, para que todos conozcan la relevancia que tiene», refirió el joven arquitecto.
Por una museografía contemporánea
El proyecto de la sala fundacional de la ciudad de Santa Clara guarda una coherencia con las que ya funcionan en el primer nivel del Museo Provincial de Villa Clara. Foto: Cortesía de los entrevistados.
El Museo Provincial de Villa Clara —otrora sede del Regimiento Leoncio Vidal, cuya rendición puso punto final a la Batalla de Santa Clara— comenzó un proceso de rehabilitación en el año 2019, que incluye acciones constructivas y la actualización de su montaje.
A cargo del joven Enoc David Pérez Leiva estuvo la propuesta de diseño museográfico para la Sala Fundacional, que dará continuidad a la de Arqueología, en el segundo nivel de la institución.
«Se trata de una intervención orientada a reactivar un espacio de alto valor patrimonial mediante un montaje expositivo coherente con el guion museológico», detalló el arquitecto recién graduado.
Enoc David encontró una gran motivación intelectual y creativa al vincular arquitectura e historia para representar la fundación de la ciudad, lo que demandó sensibilidad cultural, rigor técnico y claridad conceptual, en permanente diálogo con los especialistas del museo.
«No pretendí imponer un estilo personal, sino adaptarme con equilibrio al contexto, procurando que cada decisión respondiera a la historia que se quiere contar y al público que realizará el recorrido», acotó.
«El resultado nos emocionó. El estudiante absorbió todo lo relacionado con la museología y la museografía, asuntos que requieren experiencia profesional, y fue capaz de hacer una propuesta plausible.
Como egresado, se incorporará a trabajar con nosotros y, de conjunto con otro arquitecto joven, dará continuidad al diseño del segundo nivel del museo», agregó Pérez Alonso.
Un anfiteatro para Santa Clara
El diseño del anfiteatro contempla otras áreas para la proyección cultural y la prestación de servicios. Foto: Cortesía de los entrevistados.
Desde hace algunos años, la Dirección Provincial de Cultura aspira a disponer de un espacio para la proyección escénica al aire libre. Tras debates con especialistas, se concluyó que lo más coherente sería construirlo en el antiguo polígono del Regimiento Leoncio Vidal, una explanada que se extiende frente al Museo Provincial de Villa Clara.
Sobre la base de dos investigaciones anteriores, correspondió a Ernesto Acosta Pérez el diseño de un anfiteatro, como parte de un complejo cultural multifuncional que contempla espacios para actividades artísticas, servicios públicos, áreas comerciales y una zona de alojamiento.
«El proyecto responde a dos grandes necesidades: descongestionar el centro histórico, en especial el parque Leoncio Vidal y la zona del Sandino, que soportan la mayoría de los eventos culturales sin estar plenamente acondicionados para ello, y revitalizar un sector estratégico del tejido urbano que, a pesar de su potencial, se encuentra subutilizado y desarticulado, esbozó el joven arquitecto.
El complejo busca el diálogo entre el entorno, la topografía del sitio y la vegetación, al crear recorridos entre sus áreas sin comprometer la accesibilidad universal. Está inspirado en la obra de arquitectos como Vittorio Garatti, en las escuelas de arte de La Habana. Además, pretende potenciar las visuales hacia el edificio del museo y la ciudad», amplió.
Ernesto no vive de espaldas a la realidad económica del país, es consciente de que, entre tantas necesidades, resulta muy difícil ejecutar un proyecto de tal magnitud en el corto plazo. «Sin embargo, a pesar de ser un ejercicio académico, está sustentado sobre la investigación, análisis y diagnóstico de problemas reales.
Plantea una forma de dar respuesta a estas problemáticas mediante buenas prácticas de diseño, planificación y arquitectura. Mi mayor satisfacción radica en haber contribuido, con ideas posibles y honestas, a demostrar que a través del arte y la técnica se puede construir una mejor ciudad».
El arquitecto y profesor Guillermo Pérez Alonso distingue en el proyecto un sitio para todas las manifestaciones artísticas, pero también un espacio interactivo, didáctico, propicio para estrechar vínculos con el museo y con el canal Telecubanacán; con posibilidades de sostenerse económicamente a partir de varios servicios, y una concepción de cons-
trucción progresiva, para que no sea una única inversión.
En una ciudad que aspira a convertir su centro histórico en Monumento Nacional, el especialista resalta la necesidad de trabajar para recuperar el protagonismo que tuvo durante mucho tiempo y que, de alguna manera, ha ido perdiendo.
«Este tipo de asuntos conlleva una voluntad de los gobiernos locales, una acción mancomunada. No son ideas concretas para ejecutar ya, sino alternativas que podríamos llevar a cabo.
«Los tres trabajos representan un beneficio para el pueblo, para que la gente vuelva a amar su ciudad, a visualizarla toda, porque ese es nuestro patrimonio. Tenemos que atender la vulnerabilidad, pero también aquello que mañana significará progreso», concluyó.