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Italia, la prueba definitiva

Los italianos avanzaron del grupo E con puntaje perfecto, luego de superar por barrida a sus tres rivales: Canadá, Turquía y China

Autor:

Enio Echezábal Acosta

Esta sábado 3 de septiembre, el seleccionado de voleibol masculino de Cuba se medirá a Italia en los octavos de final del Campeonato Mundial que organizan Eslovenia y Polonia.

El duelo de eliminación directa ante los tricampeones del orbe (1990, 1994 y 1998), se disputará en la capital eslovena de Liubliana y significa un reto inédito para la mayoría de los integrantes del conjunto de la Mayor de las Antillas.

Los italianos avanzaron del grupo E con puntaje perfecto, luego de superar por barrida a sus tres rivales: Canadá, Turquía y China. En base a este rendimiento, la calidad individual y la historia acumulada, queda claro el favoritismo de los europeos, uno de los “cocos” que nadie querría encontrarse a estas alturas del campeonato.

Ante los de la hoja de arce bloquearon 14 veces, marcaron cuatro con el servicio y cometieron 28 errores no forzados. Luego, frente a los otomanos, fueron siete las “tapas”, tres aces y 21 pifias, a la vez que contra el representativo del gigante asiático igualaron el septeto de tapones, sumaron tres rayitas desde la línea de saque y solo fallaron en 13 ocasiones.

El hombre más destacado en la ofensiva de la escuadra que dirige Ferdinando Di Giorgi, ha sido hasta ahora el atacador-receptor Daniele Lavia, autor de 46 puntos. Junto a él, hay que contar también al opuesto Yuri Romanò (36) y el también auxiliar Alessandro Michieletto, ambos con 36 anotaciones, además del central Gianluca Galassi (25).

Más allá del ataque, hay que hablar del pasador y capitán de los azzurri, Simone Gianelli, como uno de los elementos claves en el gran funcionamiento de este conjunto. La sobrada experiencia de este atleta y su maestría en la posición de acomodador podrían ser elementos clave a la hora de inclinar la balanza en favor de los europeos, sobre todo si tenemos en cuenta que, de nuestro lado, el pase ha sido el punto más flaco en lo que va de torneo.

Visto lo visto, el este próximo match encierra la dificultad más alta que podríamos esperar. A pesar de no salir como favoritos, los muchachos de Nicolás Vives han mostrado a ratos un pico de forma esperanzador, uno que si logran mantener les permitiría exigir el máximo de sus oponentes y vender muy cara la derrota, en caso de que ese sea el resultado. Sea como sea, la cancha dirá la última palabra.

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